A pocas estancias de la casa les sienta tan bien el invierno como al dormitorio. Y es que es durante esta estación del año cuando apetece más estar acurrucado en la cama y los "solo 5 minutos más" parecen eternizarse. Con lo calentitos que estamos bajo esa nube de mantas y demás, ¿quién se levanta?

De hecho, lo que más abrigamos en invierno del dormitorio es la cama. Pero también podemos subir la temperatura de esta estancia sin grandes cambios. Si tienes ropa de verano e invierno para la cama, ¿por qué no tener una cortina para cada estación? Un recurso muy útil, sobre todo, en zonas donde los inviernos y los veranos son severos, lo agradecerás en invierno, porque ganarás un extra de aislamiento y confort, y también en verano, si optas por telas muy livianas.

Otra opción es vestir el suelo con alfombras, sobre todo si cuentas con un pavimento frío, ya sea cerámico o de piedra. También puedes abrigar visualmente el dormitorio revistiendo la pared del cabecero con papel pintado –los hay de diseño textil que resultan muy acogedores–, con lamas de madera si buscas darle más personalidad o pintar esa pared de un color intenso, que arrope más el espacio. Y los pequeños detalles también cuentan, como las velas, que crearán además una atmósfera más íntima y agradable. Las hay led que simulan muy bien las naturales y son más seguras.

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1.

Textiles furry, un must para un dormitorio invernal

Dormitorio abuhardillado de invierno.

Mesitas de noche de Ethnicraft y taburetes de Bon Vent. 

El Mueble

Los complementos de pelo o furry son un gran aliado para dar un look invernal a un dormitorio. No solo son muy agradables, gustosos y abrigados, sino que visualmente logran subir unos grados la temperatura del ambiente. En este dormitorio, decorado por Carmen Caubet, los encontramos en la alfombra y en el cojín decorativo de la cama. 

2.

Hibernar en el dormitorio rodeada de madera

Dormitorio de invierno abuhardillado con madera y textiles.

Cabecero de obra. Butaca y lámparas, de Sophie Bataglia. Alfombra, de Little House.

El Mueble

No hay nada como la madera para sentirte cálida y protegida dentro de tu dormitorio. El estilo cabaña es quizá el que mejor representa la deco de invierno dentro de casa. ¿No te apetece meterte en la cama, arrebujarte con el edredón y disfrutar de unas vistas nevadas, como las de la imagen? ¡Seguro que sí!

3.

Un dormitorio abrigado por la madera, el cuero y las telas

Dormitorio de invierno con cabecero de madera y cuero.

Cabecero diseño de la decoradora y apliques de Secto. 

El Mueble

Un techo de madera es ya, de por sí, garantía de calidez. Pero si, además, vistes el espacio con un cabecero de madera y cuero, como aquí lo ha hecho la decoradora Carmen Caubet, y lo completas con complementos furry y textiles abrigados, como lanas, felpas o terciopelos, el resultado no podría ser más invernal. 

4.

Un dormitorio con efecto entelado

Dormitorio de invierno con papel pintado efecto textil.

Papel pintado, de Flamant.

El Mueble

Si abrigar la cama con textiles hace el dormitorio más acogedor, ¿por qué no entelar la pared del cabecero? Y esto es lo que hicieron en este dormitorio las decoradora de Marina & Co. Eligieron un papel pintado textil en espiga que arropa la cama y hace más cosily el espacio. 

5.

Un dormitorio invernal en blanco con textiles abrigados

Dormitorio blanco de invierno.

Cojín de pelo de Zara Home, lámpara de Sacum y papel pintado de Leroy Merlin. 

El Mueble

¿Quién dice que el color blanco no es para el invierno? Sir ir más lejos, ¡la nieve es blanca! La clave es elegir blancos con matices cálidos –que tienda a amarillo y nunca a azul– y apostar por texturas y textiles abrigados. En este dormitorio, se ha elegido una alfombra de lana de pelo largo y la cama se ha vestido generosamente con varias capas de textiles calentitos. 

6.

Alfombras gustosas

Dormitorio de invierno con papel pintado en el cabecero.

Cabecero, de Tejidos Julián Sánchez. Revestimiento de papel pintado, de Cole & Son. Banco, de Sandra Marcos, Alfombras, de IKEA.

El Mueble

Meterse en la cama y entrar en calor al minuto será posible si eliges la ropa de cama adecuada: sábanas térmicas o de microfibra tipo coralina, mantas de lana, borrego o nórdicos más ligeros. Y cuando estés fuera de ella, coloca una alfombra de pelo para que la primera pisada sea lo más agradable posible. Puedes colocar una grande que cubra toda la superficie de la cama, una a cada lado o a los pies. También puedes aprovecharla para sentarte sobre ella, si tienes una ventana mirador, como la de la imagen. 

7.

Paredes más cálidas revestidas ¡de moqueta!

Dormitorio con pared revestida con papel con textura.

Cabecero revestido con tejido de moqueta de KP.

El Mueble

La decoradora Bàrbara Serra no dudó en sumar calidez a este dormitorio con una idea tan original como efectiva: revestir la pared del cabecero con un tejido de moqueta que destaca por su diseño de espiga. Estiloso, acogedor y muy cosily

8.

Un look invernal con una ropa de cama con cuadros tipo tartán

Dormitorio de invierno abuhardillado.

Cabecero de madera de castaño y mesitas de noche, de la Constructora Era Carrola. Alfombra, en Velafusta. 

El Mueble

El tartán o los textiles que imitan su diseño a cuadros son un clásico del invierno. Por eso, son una apuesta infalible para transformar tu dormitorio en un refugio en el que hibernar. Este dormitorio, proyectado por Carolina Juanes, cuenta, además, con un gran aliado: la madera. Y por partida doble, en el cabecero tipo murete, de castaño con estas preciosas tonalidades, y en el techo a dos aguas, de roble, que parece iluminar el espacio. 

9.

Invierno en el campo

Dormitorio de casa de campo con cama con dosel.

Cama con dosel, diseño de la decoradora y escritorio en La Bòbila. 

El Mueble

Este dormitorio, decorado por la estilista de El Mueble y decoradora Gabriela Conde, es acogedor en invierno y refrescante en verano. Y la clave es la acertada paleta de colores, con este verde caqui cambiante según la luz, que la decoradora ha llevado al arrimadero y al papel pintado de efecto textil. La butaca de cuero envejecido da un plus de calidez. 

10.

Mix de textiles

Dormitorio de invierno con vigas en el techo.

Cabecero tapizado con tela de Güell-LaMadrid. Mesitas de noche, en Taller de las Indias. Lámparas, de Artemide, en Avanluce. Papel pintado, de Vescom.

El Mueble

Los dormitorios modernos combinan textiles de diferentes formas, texturas y colores. Es la clave para hacer de él un espacio más acogedor y atractivo durante los meses de invierno. La decoradora Bárbara Aurell ha mezclado en esta habitación plaids y cojines de lino y lana, lisos y estampados, en tonos grises y granates. ¡Triunfo total!

11.

El techo protector

Dormitorio de invierno con techo de madera.

Cabecero realizado a medida. Puffs, en Calma House.

El Mueble

Los espacios abuhardillados dan sensación de recogimiento y más si tienes como techo un revestimiento de madera potente, como este de la imagen. La interiorista Jeanette Trensig ha elegido el blanco, en el armario y el cabecero con las mesillas integradas, para jugar al contraste. Una cama bien abrigada en tonos suaves potencia el ambiente cálido.  

12.

Revestimientos con texturas calentitas

Dormitorio de invierno con vigas en el techo.

Puffs, de Fiorira Guardino, en Marina & Co. Apliques, de Marset. 

El Mueble

Como bien marcan las tendencias, en 2024 se van a llevar las texturas en las paredes. Aplícate el cuento en tu dormitorio de invierno y apuesta por un revestimiento que le imprima calidez. ¿A qué crees que la pared del cabecero de esta imagen es madera? Frío, frío. ¡Es papel pintado! Lo han elegido las interioristas Laia y Marina Reguant y han acertado de pleno. Fíjate en la perfilería de la ventana y las mesillas voladas: son de madera, a juego con las vigas. 

13.

A buena temperatura

Dormitorio de invierno on ropa de cama abrigadita.

Banqueta, de Sandra Marcos. Espejo, en India & Pacific.

El Mueble

En tu dormitorio de invierno no puede faltar una chimenea. Si no es real, puedes colocar una decorativa. La sensación de bienestar va a ser la misma. En esta habitación, el interiorista Pablo González respetó la piedra vista en una de las paredes, que sirve como termostato natural de temperatura. Las mantas en lana y borrego y el armario empotrado de madera decapada le dan cierto aire rústico al ambiente.

14.

La pisada más abrigada: un suelo de moqueta

Dormitorio de invierno abuhardillado de casa de montaña.

Cabecero de cuero de anticuario y butaca de Carina Casanovas.

El Mueble

Todo en este dormitorio dice "invierno". Desde el espacio en sí, la buhardilla de una cabaña de montaña, hasta la decoración, que ha buscado hacer más abrigado y calentito este espacio bajo cubierta. Por eso la decoradora María Lladó vistió el suelo de este dormitorio con una confortable moqueta de lana que garantiza una cálida pisada al pie desnudo. 

15.

Cabeceros tapizados

Dormitorio beige con cabecero tapizado.

Cabecero de lino, diseñado por las decoradoras. Lámpara flexo, de Blanc D'Ivoire.

El Mueble

Los cabeceros tapizados son, sin duda, los mejores para los dormitorios de invierno. Y no solo porque proporcionan calidez y elevan la decoración de la estancia, sino porque será el mejor apoyo si eres de las que leen un ratito en la cama antes de dormir. Las interioristas Loreto Valbuena y Cristina Afán de Ribera han elegido este de lino en un cálido tierra, a juego con la ropa de cama en tonos mostaza.

16.

Con sabor nórdico

Dormitorio abuhardillado blanco.

Cabecero diseño de la decoradora y realizado por Vallés Carpintería.

El Mueble

Este dormitorio, proyectado por la decoradora Marta Prats, respira un aire de cabaña de montaña, pero en realidad es urbano. Revestido de madera, la decoradora la blanqueó, pero dejando a la vista las vetas y nudos, para aligerar el espacio pero sin renunciar a la calidez y a esa voluntad de refugio invernal. 

17.

Cojines imperecederos

Dormitorio de invierno con paredes de madera.

Dormitorio principal perteneciente a la cabaña de madera construida por Chalets Nordika. Lámpara aplique, de Sophie Bataglia.

El Mueble

Los cojines de tacto agradable y tonos neutros son únicos para aumentar la sensación de calidez en los dormitorios de invierno. Apuesta por materias primas como terciopelo, algodón, viscosa, lana, pelo... que son fáciles de combinar y perdurables en el tiempo. Son los que ha elegido la decoradora Isabelle Mattera en este dormitorio tan apetecible. ¡Dan ganas de meterse en la cama y apoyar la cabeza en ellos!

18.

Colores cálidos para un dormitorio más invernal

dormitorio con cabecero tapizado y luz suspendida.

Dormitorio con cabecero tapizado y luz suspendida.

El Mueble

El color tiene un gran poder para transformar un espacio y despertar sensaciones y emociones. Por eso, si buscas darle a tu dormitorio un look muy acogedor y envolvente, los tonos tierra son un gran aliado, con el plus que nos vinculan con la naturaleza y resultan muy confortables. Aquí, el equipo de Deulonder revistió las paredes con un papel con efecto textil de un tono topo, arropando el espacio. El mismo acabado textil lo encontramos en la lámpara de pantalla de cristal, que ofrece una luz tamizada más cálida.

19.

La clave está en el equilibrio

Cabecero orejero tapizado y pared de rayas en gris.

Cabecero, lámpara y papel pintado, de Coton et Bois. Mesillas de noche, de India & Pacific.

El Mueble

El gris del papel pintado y el cabecero tapizado daban un aspecto un tanto frío a este dormitorio que la interiorista Asun Antó logró caldear. ¿Cómo? Introduciendo colores cálidos, como la madera de las mesillas de noche y los tonos mostaza de la ropa de cama. Un equilibrio de tonalidades que hace disfrutar de una temperatura ambiente óptima.

20.

Los aliados más cálidos

Dormitorio con cabecero de obra con hornacinas.

Cabecero de DM, diseño de Pía Capdevila. Aplique, de Faro.

El Mueble

¿Quieres atemperar una estancia demasiado fría cromáticamente? Apunta cuáles van a ser tus aliados: madera, dorado, fibra y tonos tierra. La interiorista Pia Capdevila los ha utilizado con acierto. Gracias al suelo de madera, las mesillas de noche doradas, la cesta de fibra y la ropa de cama marrón, Pia ha conseguido subir unos grados la temperatura de este dormitorio.

21.

¡Quédate a cuadros!

Dormitorio de invierno con ropa de cama roja.

Papel pintado, de Leroy Merlin. Mesita de noche, de Catalina House. Cesta, de Matèria. Cojines, de Zara Home. 

El Mueble

Los estampados de cuadros son muy de invierno. Adóptalos en tu dormitorio en tonalidades cálidas, como estos cojines y ropa de cama de la imagen muy bien combinados en marrón chocolate y granate. Si a ello le sumas un revestimiento con textura, una mesilla de noche en madera y una lámpara de fibra subirá la temperatura de la estancia al instante.

22.

¡Qué calentita estarás viendo caer la nieve!

Dormitorio de invierno abuhardillado.

Dormitorio de invierno abuhardillado.

El Mueble

Si a tu dormitorio abuhardillado le añades un revestimiento de madera y una ventana de tejado le darás calor y encanto de inmediato. ¿Te has dado cuenta lo bien que se llevan el azul y el beis en la ropa de cama? Elige el primero para las sábanas y el segundo en las mantas, como ha hecho aquí la decoradora Angie Escur Pujol. ¡Verás qué exitazo! 

23.

Un dormitorio muy acogedor en verde musgo

Dormitorio en color verde musgo con banco, ventilador y molduras.

Banqueta, de Mercader de Venecia. Ventilador, de Faro. 

El Mueble

El verde es un color frío, pero en función de las tonalidades y de los pigmentos con los que se combine, puede adquirir un matiz muy acogedor. Es lo que ocurre en este dormitorio, decorado por Cristina Mas Mir, donde el verde ha contagiado también a la ropa de cama, creando una atmósfera serena y, a la vez, muy elegante.

24.

Mantas artesanales

Dormitorio con cabecero tapizado.

Cabecero y taburete, de Rue Vintage 74. Mesita de noche, de Decolab.

El Mueble

¿Compartes la cama? Si es así, habrás notado que no todos tenemos la misma temperatura corporal. Lo mejor en estos casos es que dejes a mano una manta a los pies para que se la eche el más friolero, como apunta el decorador Rubén de Matea en este dormitorio. Hazte con una manta Maragata del Val, cien por cien lana pura de oveja, que encontrarás en realfabrica.com y ¡ríete del invierno!

25.

Mesillas de noche muy equilibradas

Dormitorio de invierno con cabecero de lino.

Cabecero de lino, de Alto Interiorismo.

El Mueble

Las mesillas de noche vuelven a tener protagonismo en los dormitorios de invierno. Son el perfecto comodín para dejar los libros de lectura, las gafas o el despertador. Si te consideras una persona ordenada, elige modelos con cajones, como las de la imagen en madera y metal. Este proyecto firmado por Alto Interiorismo combina la pared de piedra vista con el cabecero tapizado y tonos fríos con cálidos en la ropa de cama logrando templar la temperatura ambiente. 

26.

Estampados que llenan de energía

Dormitorio de invierno con estampado de cuadros.

Mesita de noche, de Ethnicraft, en Carolina Juanes. Cabecero, diseño de Ventura Estudio.

El Mueble

Versión súper fresca de los cuadros escoceses en un dormitorio juvenil. La decoradora Carolina Juanes ha elegido los colores rojo y gris que se funden en la ropa de cama y en la tapicería de la butaca. Todo bajo la omnipresencia de la madera clara que le da calidez a este ambiente invernal.

27.

Las flores anuncian el final del letargo

Dormitorio elegante con espejo y mural en el cabecero.

Escritorio, de anticuario. Funda nórdica, cojines y manta, de Zara Home.

El Mueble

De nuevo un mural vegetal en la pared, un cabecero tapizado, ropa de cama en tonos soft y un toque de dorado logran caldear la atmósfera de este dormitorio principal. ¡No te pierdas el detalle floral en las mesillas y el escritorio! Son un buen anuncio de que la primavera está a la vuelta de la esquina.

28.

¡Que no falte una manta gustosa!

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Cabecero de madera, diseño de Luderna Design. Lámpara, en Its About Romi.

El Mueble

No hay nada como una manta de pelo, ya sea de lana o mohair, para subir la temperatura —también visual— del dormitorio. Ponla a pie de cama, como aquí, y verás cómo la habitación se ve más abrigada.

29.

Super cálido con un look de cabañita

Dormitorio de invierno en una cabaña.

Dormitorio principal con revestimiento, de madera.

El Mueble

Todo en este dormitorio invita a acurrucarse bien a gustito mientras en el exterior nieva. Si a la cabaña con paredes de troncos —que dan un look muy auténtico de refugio de montaña— le sumamos una cama abrigada con mantas de mohair, lino y muchos cojines, el resultado no podría ser más acogedor.  

30.

Un dormitorio arropado por un techo abuhardillado

dormitorio-rustico-techo-inclinado.

Mesita de noche, de Ethnicraft. Alfombra, en India & Pacific.

El Mueble

La arquitectura también puede ayudar, y mucho, a que un dormitorio se vea más abrigado. Un dormitorio abuhardillado, con sus techos inclinados, siempre se verá más acogedor que uno convencional. En este proyecto de la decoradora Carolina Juanes las lamas de madera de techo, suelos y paredes se pintaron en blanco. 

31.

Abrigado con cortinas tupidas

Dormitorio rústico con vigas y grandes ventanales.

Banqueta, alfombra, escritorio modelo Frame, de Ethnicraft. Silla de Becara. Todo en Mujika Interiorismo. 

El Mueble

Con estos grandes ventanales al monte, este dormitorio podría resultar frío, sobre todo en invierno. De ahí que una buena manera de arroparlo sea con unas caídas de tela tupidas que, además de vestirlos, suman confort y aislamiento térmico. Precisamente fue lo que hizo el decorador Iñaki Mujica. 

32.

Un extra de calidez con una pared revestida de madera

dormitorio con pared de madera.

Apliques y mesita de noche, de Maisons du Monde. 

El Mueble

Es una opción que no solo abriga el dormitorio, sino que decora y suma carácter a la estancia. Luderna ha elegido para este proyecto revestir la pared del cabecero con una madera vieja de castan~o y roble a la que le aplicaron un barniz ultramate para darle un toque especial.

33.

Un dormitorio urbano con vocación de cabañita

Dormitorio con chimenea y baño abierto.

Biombo y cestas del baño, de Maisons du Monde. Armario bajolavabo de madera de pino reciclado con lavamanos de hierro natural, diseño de Marta Torres, realizado por Tenuee Barcelona. Espejo, de Metalistería Jofre Catalán. 

El Mueble

Aunque no lo parezca, este dormitorio con baño integrado está en el centro de la ciudad de Barcelona. Pero Marta Torres lo ha decorado como si fuera un refugio de montaña, con mucha presencia de madera, no solo en el suelo, sino también en el techo. Una chimenea tipo estufa le da ese punto rústico. 

34.

Un dormitorio en blanco... ¡y tan acogedor!

Dormitorio blanco y beig con paredes y suelo de madera blanca.

Cabecero, de Union Square. Mesitas de noche, lámpara de pie y alfombra, de Rivièra Maison. 

El Mueble

¿Quién dice que un dormitorio en blanco no puede verse abrigado y muy acogedor? Este, con un total look, se ha arropado con madera que, aunque pintada, da un extra de confort al espacio, y con textiles gruesos, como la gran manta de ochos en lana. 

35.

Las maderas intensas ¡qué cálidas son!

Dormitorio rústico de invierno con techo de madera.

Cabecero, cortinas y lámpara, de Cado. Mesita de noche, de La Maison. Banqueta, de Catalina House. 

El Mueble

No es ningún secreto que las maderas con tonalidades marrones o rojizas resultan visualmente más cálidas que las más blanquecinas. De ahí que se empleen, tradicionalmente, en las casas de montaña. En este dormitorio decorado por Jeanette Trensig, suelo, techo y carpintería se han unificado en una madera de tonos medios que sube la temperatura de la estancia. 

36.

La calidez de un suelo de madera

Dormitorio con vigas, ventilador.

Techo con vigas de madera y suelo de parqué. Cama de herencia familiar. Sofá y alfombra, en Cado. Ventilador de techo, de Inthal.

El Mueble

La madera es un material cálido a la vista y al tacto. Si la colocas en un pavimento, al pisarla en invierno con el pie descalzo, el calor se mantiene en la superficie y hace que sea mucho más agradable. 

37.

Con un cabecero tapizado de terciopelo

Dormitori de incierno con cabecero tapizado de terciopelo.

Cabaña reformada por Piriaran. Cabecero y aplique, en MIV Interiores. Butaca, en Scandi.

El Mueble

Un cabecero tapizado de terciopelo, como este, siempre se verá más confortable que uno de obra. La interiorista Bárbara Aurell, además, lo ha combinado con una ropa de cama gustosa y lo ha revestido de madera. El resultado no puede ser más envolvente. 

38.

...O uno de cuadros escoceses

Dormitorio con papel pintado escocés.

Papel pintado escocés, de Leroy Merlin. Aplique, de Vermissen.

El Mueble

El color verde intenso y el papel pintado de cuadros del cabecero, junto con las maderas de tonos oscuros y la estructura de cabaña, se alían para abrigar este dormitorio con vistas a la montaña, decorado por Dröm Living. 

39.

Con la madera como protagonista

Dormitorio con vigas de madera.

Banqueta y lámpara de sobremesa, de Angel des Montagnes, en Carmen Caubet. 

El Mueble

En techos, suelos y paredes, la madera reviste por completo este dormitorio, proyectado por Carmen Caubet, como si lo abrazara. ¿El resultado? Un dormitorio súper acogedor con espíritu de refugio. Si además, lo vistes con textiles abrigados ¿quién querría salir de la cama?

40.

Alíate con las alfombras gustosas

Dormitorio abuhardillado de invierno abrigadito.

Dormitorio principal con techo de madera abuhardillado.

El Mueble

Si los textiles son importantes a la hora de abrigar la cama, también lo son las alfombras. Además de hacer visualmente más acogedor un ambiente, favorecen una pisada mullida. Las de pelo, como esta, son ideales para andar descalzos. El proyecto es de L'Estudi D'Àneu.

41.

Elige una iluminación cálida

Dormitorio abuhardillado cálido.

Cabecero de madera, realizado a medida, diseño de la arquitecta. Mesita de noche, en La Cabaña D'Aran. Lámpara de pie, de Azul-Tierra. Techo de madera de pino.

El Mueble

La iluminación artificial juega un papel muy importante a la hora de caldear visualmente un espacio. Alíate con luces cálidas, de unos 2.700 °K, su luz un tanto amarillenta parecida a las antiguas bombillas incandescentes hará que el dormitorio se vea más acogedor y envolvente. Si, además, enciendes algunas velas como aquí, crearás un ambiente más íntimo. Buhardilla reformada por la arquitecta Cristina Carbonell. 

42.

Juega con los colores para abrigar el dormitorio

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Cabecero, tapizado de lana, realizado a medida. Pared revestida de papel pintado, de Flamant. Estores, de Cortinas Sant Jordi. Alfombra, de IKEA.

El Mueble

La ropa de cama da mucho juego a la hora de sumar calidez al dormitorio. No solo por las texturas, sino también por los colores. Y un buen ejemplo es este dormitorio decorado por Carolina Juanes. Imagínatelo con textiles blancos o azules. ¿Verdad que se vería fresquito? La apuesta de tonos caldera y rosas abriga el espacio y le da, a la vez, un matiz muy femenino. 

43.

Arriésgate con un gris oscuro

Dormitorio con paredes negras y ropa de cama roja.

Butaca, en La Redoute Interieurs. Taburete, en Catalina House.

El Mueble

Si quieres que un espacio generoso se vea más acogedor, apuesta por colores intensos. Tienen el poder de acercar visualmente las paredes y hacer más recogidos estancias amplias que podrían verse desangeladas. Aquí, la decoradora Miriam Barrio ha optado por pintar las paredes de un gris oscuro casi negro que envuelve todo el dormitorio y lo hace más abrigado y elegante. El toque de color coral de la ropa de cama le quita seriedad. 

44.

Texturas muy abrigadas para arropar el dormitorio

Dormitorio con vigas blancas y ropa de cama azul.

Banqueta de madera de pino, de Azul Tierra. Butaca, de Gems, tapizada con tela de Les Creátions de La Maison. Alfombra, de Matèria. Lámpara de sobremesa decapada, de Velafusta.

El Mueble

Una gustosa manta de mohair de la que no querrás desprenderte, abrigados cojines de lana, suaves sábanas de lino... ¡Esta cama te abraza y no te suelta! Y por si fuera poco, la madera que envuelve suelo, techo y paredes hace aún más acogedor este dormitorio con vocación de refugio. 

45.

Abrigado con los textiles

Dormitorio con vigas blancas.

Cama, de Gervasoni. Escritorio y banco, en Flamant.

El Mueble

Los textiles son básicos para que un dormitorio se vea y se note abrigado. Aquí, por ejemplo, el Estudio Lizarriturry Tuneu ha vestido una habitación muy amplia con una ropa de cama donde priman los neutros. Al llegar la primavera bastará con renovar los textiles para que el dormitorio se vea más fresco. 

46.

Una chimenea que "abriga" incluso apagada

Dormitorio verde con chimenea.

Lámpara, en Cado. Espejo, en Sacum. 

El Mueble

Vístela con velas y verás cómo se transforma en un elemento súper decorativo. La chimenea hará más acogedora y arropada la habitación, como en esta de la imagen. 

47.

Acogedor en tonos fríos

Dormitorio con madera y alfombra.

Banqueta y alfombra, de La Redoute. Cabecero realizado a medida por Vicenç Torrent. Lámparas apliques, de Lámpara y Luz.

El Mueble

Puede parecer una contradicción, pero si juegas con la madera, como aquí, crearás un conjunto visualmente arropado. Y además resultará muy versátil: con una ropa de cama ligera se verá más fresco en verano. 

48.

Un dormitorio más arropado con un cabecero muy original

dormitorio-cabezal-de-madera-y-ropa-ocre.

Banqueta, de Deco Lur Sofá. Lámparas apliques, de Marset, en Susaeta Iluminación.

El Mueble

La casa en la que está este dormitorio está en el Cantábrico y la decoradora Begoña Susaeta tenía claro que era necesario abrigarla; por eso en el dormitorio no dudó en subir el laminado del suelo y el techo para crear un cabecero muy original que, además de decorar, hace más acogedora esta estancia con vistas al mar. 

49.

Un dormitorio muy envolvente gracias al papel pintado

Dormitorio elegante con papel pintado.

Cama y mesita de noche, en Coton et Bois. 

El Mueble

Un dormitorio con papel pintado siempre se verá más acabado y arropado. Y este, decorado por Mª Ángeles Morral, es buena prueba de ello. Aquí se han combinado dos papeles diferentes, pero al compartir colores y un diseño clásico, combinan a la perfección. Además, ayudan a hacer más acogedora la estancia, recogiéndola visualmente. 

50.

En blanco y muy acogedor

Dormitorio moderno invernal.

Mobiliario, realizado a medida, diseño de Iñaki Mujika. 

El Mueble

Sí, el blanco también puede crear ambientes abrigados, sobre todo si lo arropas con la madera, como aquí con las vigas del techo y el suelo, y vistes la cama con textiles mullidos y cálidos. Es un proyecto de Iñaki Mujika.

51.

Piezas con dosis de optimismo

Dormitorio de invierno con puff de color amarillo de capitoné.

Puff de color amarillo, en capitoné.

El Mueble

En los dormitorios de invierno suelen imperar los tonos neutros, pero no estaría de más que eligieras una pieza determinada en un color vibrante que le aporte calidez y alegría. Puede ser una alfombra, una lámpara, un cuadro... Es lo que se ha hecho en este dormitorio juvenil: animarlo en un periquete gracias a la presencia del taburete amarillo. Junto a la manta de lana en gris forman el tándem perfecto. 

52.

Un dormitorio arropado por las telas

Dormitorio con vigas, ropa de cama y chimenea estilo vintage.

Mesita de noche, cajonera y apliques, de La Jaula del Grillo. Sofá, de La Casa de los Tomillares.

El Mueble

Empezando por las ventanas, que la decoradora Carolina Sánchez-Vadillo ha vestido con una combinación de estores y unas caídas muy tupidas hasta el suelo, hasta las tapicerías y la ropa de cama.

53.

Todo al blanco... o casi todo

Dormitorio de invierno en blanco.

Dormitorio de invierno en blanco.

El Mueble

Acertarás de pleno si eliges para tu dormitorio de invierno una decoración en blanco, tanto en mobiliario como en ropa de cama. Pero si te cansas de este ambiente tan gélido, introduce un mueble con color o elige un nórdico de doble cara, como se ha hecho aquí con el escritorio o la funda estampada. Lograrás romper la monotonía cromática.

54.

En tonos rojizos y caldero, calidez extra

Dormitorio en tonos rojizos.

Escritorio Gustaviano, de Becara. Silla antigua francesa de herencia familiar. Pavimento de madera de pino envejecida. Cortinas, de Seda.

El Mueble

El rojo con un matiz caldera y el rosa fucsia de los textiles y tapicerías, empleados en este dormitorio por la decoradora Rosa María Escofet, son la clave de su calidez. Si necesitas subir la temperatura de tu habitación, no lo dudes: alíate con textiles y cojines en tonos cálidos y verás cómo reaparece, de inmediato, más abrigado.

55.

La fuerza del dorado

Dormitorio con lámpara de araña y molduras.

Cabecero, de Coco-Mat. Mesitas de noche, de Guáimaro. Lámparas, en Rocosa Madrid.

El Mueble

En este dormitorio rendido al total black se ha dispuesto un edredón en azul turquesa que refresca aún más el ambiente. Para atemperarlo, Ramisa Projects & Fun han elegido piezas en dorado, como la lámpara de techo o los portavelas en las mesillas de noche, que le dan el toque de calor necesario. 

56.

En busca de la armonía cromática

 Dormitorio con cabecero pegado a la ventana.

Cama y banqueta, de Miki Beumala.

El Mueble

Si eliges para tu dormitorio un cabecero tapizado y un banco a los pies de color oscuro, ya sabes que deberás optar por una ropa de cama en tonos neutros y soft. La interiorista Laura Mas combinó sábanas blancas con colchas y cojines en cálidos mostaza. Así logró caldear un ambiente demasiado sobrio. 

57.

Con un papel pintado que simula cuero...

Dormitorio con vigas en el techo de madera.

Mural en la pared, a modo de cabecero, y lámpara flexo, de Marina & Co. Mesita de noche y banco, diseño de Jorge Laucirica, de Integra.

El Mueble

Sí, la madera suma calidez igual que la doble cortina, pero la clave de este dormitorio para que se vea tan abrigado es, sin duda, la pared del cabecero. Su textura suave y agradable al tacto se debe al papel pintado que la cubre, un modelo súper original que, a simple vista, parece cuero... aunque no lo es. Lo han elegido las decoradoras Laia y Marina Reguant. ¡Y menudo acierto!

58.

¡Qué cama más mullida!

Dormitorio elegante invernal con alfombra de fibras.

Mesita de noche, butaca y chifonier, de Cottage Little House. Lámpara de techo, cortinas y pavimento de parqué, de Home Deco. Alfombra de yute natural, en Filocolore. Escalera, de La Maison. 

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¿Frío, yo? En esta cama, ¡nunca! Y es que la decoradora Judith Farrán la ha vestido sin escatimar en nada: sábanas, edredón, mantas y plaids. Además, los cojines hacen de la cama un lugar súper apetecible. 

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Un dormitorio al calor del fuego

Dormitorio invernal con alfombra de fibras y chimenea encendida.

Alfombra de yute, de La Casa de la Abuela. Espejo y banqueta, de El Trastero de Macarena. Butaca de roble tapizada en lino, de Fernando Moreno. 

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Contar con una chimenea en el dormitorio es un lujo. No solo porque crea una sensación de confort y resulta agradable ver el crepitar del fuego, sino porque es un refuerzo muy útil a la calefacción. Incluso, en climas suaves, puede ser un sustituto. En este dormitorio abuhardillado, la decoradora Vanda Jewiiss no ha dudado en incluirla.

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Un papel con efecto textil

Dormitorio con cabecero de cama efecto textil.

Cabecero, mesita de noche y lámpara de techo, diseño de la decoradora. 

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La moda de los papeles pintados ha dado un paso más y ha llegado a composiciones que simulan, de manera muy lograda, textiles. Esta, no solo es una opción de tendencia, sino que es un recurso perfecto para vestir la pared del cabecero y sumar un extra de calidez al dormitorio. Aquí lo ha elegido la decoradora Natalia Gómez Angelats con gran acierto.

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Un cabecero oscuro como protagonista

Un dormitorio con cabecero oscuro.

Un dormitorio con cabecero oscuro.

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Te hemos hablado de que puedes jugar con las tonalidades para conseguir un dormitorio de invierno. Sin embargo, a veces solo es necesario mantener una armonía en tonalidades claras y hacer protagonista a un cabecero oscuro que marque y sujete así la cama. Además, un dormitorio de esta forma es muy atemporal, por lo que cuando llegue la temporada de calor, solo tendrás que cambiar la ropa de cama por textiles ligeros y listo.

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Con muebles de época

Sabemos que la madera es un material esencial en cualquier estancia de invierno, sobre todo en el dormitorio. A veces, mezclar el mobiliario de madera como sillas, cabecero o marcos, con muebles de otras épocas (en el caso del banco de la imagen), puede quedar así de clásico y estiloso. Nos encanta la mezcla de las diferentes tonalidades de la madera y de la sensación de calidez que inspira. ¡Un diez!