Decorar con plantas de interior es una buenísima costumbre llena de beneficios, desde subir el ánimo hasta mejorar la concentración pasando por limpiar el aire de nuestras casas. Antes de decantarte por una de ellas, es conveniente que valores tu grado de implicación, tu mano con la jardinería y las condiciones de luz y temperatura de tu hogar. Si te van las plantas tropicales, el cóleo es sin duda una de las más bonitas gracias al variado colorido de sus hojas, y bastante asequible en lo que a cuidados se refiere. 

Características del cóleo

Unos de los principales rasgos distintivos del cóleo (Solenostemon sp.) son sus hojas aterciopeladas y variegadas, es decir, con distintas tonalidades cromáticas. Las hojas presentan formas variadas según la especie: dentadas, lisas, lanceoladas o en forma de corazón, entre otras.

También conocido como cretona, esta planta de porte semiarbustivo procedente del sudeste asiático, puede alcanzar el medio metro de altura si está en maceta, uno si lo cultivas en tierra.

¿Cómo se cuida la planta de cóleo?

Aunque no es una planta difícil de cuidar, el cóleo requiere unos cuidados básicos para crecer sano y fuerte, ya que es algo delicado en algunos aspectos. Mucha luz, nada de sol directo, vigilar las temperaturas extremas y prestar especial atención al riego y a la humedad ambiental son las claves a tener en cuenta.

¿Dónde poner un cóleo?

Por regla general, cuando hablamos de plantas tropicales solemos hablar de plantas de exterior que se adaptan muy bien a interiores. El cóleo necesita mucha luz para conservar su intenso color, pero nunca de forma directa.

  • También es una planta muy sensible que no lleva demasiado bien las temperaturas extremas, ya sean altas o bajas. ¿Lo ideal? Entre 10 °C y 20 °C.
  • Lo mejor es que la mantengas en interior lo más estable posible, evitando corrientes de aire, calefacción y aire acondicionado.
  • A modo de anécdota, te diremos que hay quienes consideran que el cóleo es una planta que atrae a la mala suerte si se coloca en interior.
  • Si prefieres no arriesgarte, para evitar esas malas energías puedes colocarlo cerca de una ventana o directamente en el jardín, siempre y cuando se trate de un clima templado.

¿Cuántas veces se riega el cóleo?

Dentro de los cuidados del cóleo, el riego quizá sea el punto más delicado. Aunque todo dependerá del entorno donde lo ubiques, al igual que sucede con la mayoría de las plantas, sus necesidades de agua serán mayores en verano que en invierno. Eso no quiere decir que debas encharcarla, sino que la tierra nunca esté completamente seca. 

coleo cretona hojas

Hojas del cóleo. 

Chris Linnett / Unsplash

La importancia de la humedad ambiental

En la mayoría de hogares, el cóleo se encuentra en interior. Si bien en los meses de verano solemos estar muy atentos a sus necesidades de agua para compensar las altas temperaturas, en invierno es importante prestar atención a la humedad ambiental para que sus hojas estén hidratadas y presenten buen aspecto, además de mantener a raya a ciertos insectos.

Para conseguirlo puedes pulverizar sus hojas, colocar un platito con agua y gravilla, o colocar varias plantas juntas.

Sustrato y abono

El cóleo no destaca por una predilección concreta hacia un tipo de suelo, así que en principio puedes aprovechar un sustrato universal que ya tengas en casa. Si tienes que comprarlo, entonces si puedes escoger uno algo suelto para facilitar el drenaje, y mejor todavía si tiene un pH ligeramente ácido.

Por el contrario, sí que necesita ser abonado regularmente. Aplica un abono líquido cada dos semanas durante la primavera y el verano, siguiendo siempre las indicaciones del fabricante. Una mayor dosis de la requerida podría quemar la planta.

¿Hay que podar el cóleo?

El cóleo es una planta muy frondosa y llena de vigor. Para mantenerse así, necesita que la podes una vez al año, generalmente en otoño. ¿Cómo? Pinzando las hojas de más de 15 centímetros que estén muy espigadas, lo que le hará ganar volumen. Puedes aprovechar para reproducirla por esquejes.

Por otro lado, el cóleo florece en otoño y en invierno, aunque sus flores en forma de espiga carecen de valor estético. Este es el motivo de que suelan eliminarse para no restarle fuerza.

Cuándo y cómo trasplantar

El cóleo es una planta de crecimiento rápido con lo que pronto te puedes encontrar con que la maceta se le ha quedado pequeña. Aprovecha para hacerlo al principio de la primavera, cuando las temperaturas sean favorables, y añádele tierra rica en nutrientes si crees que necesita refuerzo. 

  • Si la acabas de comprar, espera una semana para trasplantarla. Lo ideal es que primero se aclimate a su nuevo entorno.
  • No te olvides de los agujeros en la maceta para que drene bien.
  • Desenreda las raíces con cuidado y retira el sustrato apelmazado que puede frenar su crecimiento.
  • Recuerda que nada más trasplantarla puede ponerse algo mustia hasta que pasen unos días.
Cóleo.

Hojas del cóleo. 

Rebecca Niver / Unsplash

Enfermedades y plagas más comunes

El cóleo es una planta con pocas plagas y enfermedades. Los problemas que suele tener son los provocados por falta de luz o exceso de sol directo. En cuanto a plagas y hongos, deberás iniciar un tratamiento en cuanto detectes su presencia.

  • Si no recibe suficiente luz, sus hojas comenzarán a apagarse y pueden empezar a caer. Si tiene demasiada, sus hojas se quemarán. Basándonos en esto deberás acercarlo o alejarlo de la ventana.
  • En cuanto a las plagas, un ambiente muy seco puede provocar la aparición de pulgón, cochinilla, araña roja o mosca blanca. Los hongos que más atacan a esta planta son Rhizoctonia y Pythium.

Cómo recuperar un cóleo

Si notas que tu cóleo no tiene el mismo aspecto saludable que de costumbre, tendrás que valorar cuáles son las causas, como luz inadecuada, falta de humedad o presencia de plagas. Estos son algunos de los remedios que te pueden ayudar.

  • ¿Necesita agua? Riega por inmersión durante 10 minutos sumergiendo la maceta en un bañera o recipiente lleno de agua, y luego deja que drene. 
  • ¿Te has pasado con el agua? Trasplántala con tierra nueva y seca.
  • ¿Necesita humedad? Coloca la maceta sobre un plato con agua y piedras, de tal manera que no toque directamente el agua.
  • ¿Está seco? Pódalo y protégelo. Ve regándolo y puede que en primavera vuelva a brotar.

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