El polvo es un conjunto de partículas microscópicas que flota en el aire y se deposita sobre los objetos, formando una capa de suciedad que requiere ser eliminada. Así, mínimo un par de veces a la semana es necesario retirarlo del hogar, ya que de lo contrario la suciedad se va acumulando. Y aunque los principales problemas de su acumulación se reduce a que tu hogar tenga un aspecto abandonado y sucio, puede ser perjudicial si tú o algún familiar padece problemas de salud respiratoria. Es el momento de descubrir los trucos más efectivos para limpiar el polvo y conseguir que tu casa luzca perfecta.

Cómo hacer un antipolvo casero

  • Así amortizarás mejor el tiempo que empleas en limpiar la casa. Este producto retrasa la aparición del polvo, evitando que se asiente sobre las distintas superficies.
  • Para una buena limpieza, sigue este orden: comienza aplicando el antipolvo por la parte alta de los muebles y termina con las inferiores, para no manchar lo que ya está limpio.
  • Truco: crea tu propio antipolvo casero para muebles de madera. Usa: 1 taza de agua, 1/4 de taza de vinagre blanco y 2 cucharaditas de aceite de oliva. Aplícalo con un aerosol.

Cómo quitar el polvo y limpiar menos

Ventila antes de limpiar

  • Así evitarás que el polvo vuelva a depositarse en los muebles. Con unos 10 minutos es suficiente para que ni el calor ni el frío, según la época del año, influyan en la temperatura interior.
  • Hazlo por habitaciones para que el polvo no se mueva y esté 'controlado'. Piensa que si lo haces a primera hora de la mañana, el aire será más limpio.
  • Truco: cierra las ventanas una vez que hayas ventilado, así no se moverá.
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Cómo quitar el polvo de los muebles barnizados

  • Los muebles barnizados y pulidos son los que menos polvo desprenden, debido a la 'capa' que crea su acabado.
  • Para su limpieza usa una bayeta de microfibra. Si estás acostumbrada al plumero, elige uno electroestático, nunca el clásico, porque lo único que hace es mover el polvo de un sitio a otro.
  • Truco: humedece la bayeta, ya que el agua actúa como un imán, y hace que el polvo se pegue a ella.

Después, aspira bien

  • Olvídate de la escoba y recurre al aspirador. Con la escoba no eliminas el 100% del polvo y encima lo levantas y lo cambias de lugar. No olvides aspirar debajo de las camas, de los muebles y del sofá.
  • Si vas a comprar un aspirador, elígelo con filtro HEPA, ya que son capaces de atrapar partículas muy pequeñas (de 0,5 y 2 micras), por lo que garantizan una limpieza más profunda.
  • Truco: insiste en las zonas con cables, como la parte de atrás del mueble de la tele o el ordenador. Allí suele acumularse mucho polvo y, en ocasiones, nos olvidamos de limpiar esas zonas.
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Friega el suelo

  • Friega el suelo a menudo. Con ello te asegurarás de acabar de recoger las partículas que se hayan podido escapar. Piensa que si el suelo no está completamente limpio de polvo, al andar por casa lo moverás e irás a parar a sitios donde antes no había.
  • Truco: cuando friegues el suelo, hazlo con la fregona bien escurrida para que no quede húmedo. Empieza desde el fondo de la habitación y continúa en el mismo sentido hacia la entrada.

Dos aparatos que te ayudan:

  • El robot aspirador escanea la casa e identifica el nivel de suciedad del suelo. Los hay que incluso pasan una mopa húmeda para una mayor limpieza.
  • El purificador de aireque filtra el aire y nos libra del polvo, el polen y otras sustancias en cuestión de segundos.
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Euronics

¿Cómo quito el polvo de los libros?

  • Libros bien ordenados. Para evitar que el polvo se cuele entre los ejemplares, colócalos juntos, sin hueco entre ellos.
  • Haz una limpieza anual. Para limpiarlos en profundidad, saca los libros de la estantería uno a uno y cepíllalos bien.

Qué debes evitar para tener menos polvo

  • Lacar los muebles. La suciedad se adhiere más a ese tipo de superficies. Lo más recomendable es que uses las nuevas pinturas antipolvo.
  • El exceso de adornos. Las decoraciones recargadas acumulan polvo. Mejor que sean sencillas, con pocas cosas y dejando libres esquinas.
  • Tener muchas alfombras. Parecen tener un imán para el polvo y las bacterias. Evítalas sobre todo en dormitorios infantiles y, donde las tengas, aspíralas a menudo.
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Si tienes alergia a los ácaros, extrema la limpieza

Aunque no lo veamos, el polvo se a acumulando en los tejidos. Lávalos a menudo.

  • Las cortinas cogen muco polvo, aunque no lo parezca. Lávalas cada 15 días, o retrásalo a una vez al mes si cada vez que pasas el aspirador al suelo, las alfombras y los muebles tapizados, las aspiras también.
  • Lava las mantas y fundas del colchón, cada 15 días. La de la almohada, como mínimo, una vez a la semana, aunque lo ideal sería hacerlo con mayor frecuencia: cada 3 días, como las sábanas.
  • Y recuerda: hay que lavarlo todo con agua a una temperatura mínima de 60 ºC, que es a partir de la cual mueren los ácaros. Y si el tejido no lo admite, lavarla en seco a un mínimo de 55 °C.

Además, lava la ropa guardada cuando la saques.

  • En mantas, edredones, incluso la ropa de vestir de temporada, el polvo se va almacenando convirtiéndola en un vivero de ácaros. Siempre que la saques para usarla, lávala antes. Y ya sabes, a 60 °C.
  • Cuando vayas a guardarla, lávala también y métela en bolsas al vacío: al extraer el aire y quedar cerradas herméticamente, estará a salvo del polvo y otros alérgenos.
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Cómo mantener el polvo a raya en la habitación de los niños

Si quieres que el cuarto de tus hijos esté libre de polvo, la regla principal es no acumular objetos.

  • Guarda los juguetes y peluches en cajas con tapa, en un baúl o en cajones para resguardarlos del polvo. Y ve retirando los objetos que ya no usen.
  • Las toallitas húmedas son estupendas para quitar el polvo a objetos que tocan continuamente, a veces con las manos sucias, como los interruptores o el ordenador: limpian y, además, desinfectan, tenlas a mano.
  • Elige telas que sean lavables para la ropa de cama y las cortinas.
  • Prescinde de enmoquetar la habitación. Si quieres tener alfombras, escógelas lavables. Las hay que se pueden poner en la lavadora incluso a 50 °C.
  • Si no se pueden lavar, aspíralas a diario, ya que ahí los niños se tumban y juegan. Y mucho mejor si el aspirador tiene filtro antiácaros.

Importante también limpiar a fondo los juguetes.

  • Para eliminar por completo la suciedad de los juguetes de plástico, ponlos en el lavavajillas.
  • Y los juguetes electrónicos, quedan impecables si les pasas un paño mojado con agua y jabón neutro o una toallita húmeda.
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¿Funciona el truco de congelar los peluches?

  • Es cierto que si metes un peluche en el congelador durante 24-48 horas (por favor, ten la precaución de ponerlo antes dentro de una bolsa de plástico para que no se estropee) matarás el 95% de los ácaros. Pero permanecerán allí junto con sus excrementos, que es lo que más alergia produce.
  • Para que el peluche quede realmente limpio tendrás que lavarlo después; aunque no hace falta que sea a una temperatura alta, puede ser con agua tibia.
  • Así que antes de comprar un peluche, asegúrate (mira la etiqueta) de que se puede lavar. Es cuestión de salud.
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Cómo mantener el polvo a raya en el dormitorio

Una barrera antialérgenos en la cama

  • La cama es uno de los lugares preferidos de los ácaros porque se alimentan de las escamas cutáneas que nuestra piel va eliminando cuando dormimos. Para evitarlo, protege el colchón con una funda hipoalergénica.
  • Las fundas de 'tejido no tejido', de polipropileno, tienen una estructura muy densa que impide el paso de estas partículas y de los ácaros. Si además llevan cremallera, la barrera será prácticamente infranqueables. Las hay también para las almohadas (en euroallergy.com).
  • Rocía la cama cada 2-3 días con espráis purificadores, que absorben la humedad y los alérgenos, evitando el desarrollo de ácaros. Los puedes encontrar en farmacias.

Elige bien la ropa de cama y los rellenos de almohadas y edredones

Opta por sábanas, colchas y mantas de fibras sintéticas, o que tengan una alta proporción de ellas, porque acumulan menos polvo.

  • Si prefieres sábanas y colchas naturales, ten en cuenta que deberían ser 100% de algodón: son las únicas que se pueden lavar a más de 60 °C.
  • En cuanto a los rellenos de almohadas y edredones, se ha recomendado durante años que fueran sintéticos. Sin embargo, recientes estudios han demostrado que plumas y plumones son una buena barrera antiácaros; el calor que proporcionan las plumas y la rápida deshumidificación que se produce cuando se ventila el dormitorio, hace que no sean un buen hábitat para estos bichitos, ya que necesitan humedad para vivir.
  • Aun así, asegúrate al comprarlos de que cumplen la norma europea EN 12935, que obliga a someterlos a largos procesos de higienización, limpieza y esterilización antes de poder utilizarlos como relleno.
  • Si tienes que cambiar el colchón, elige uno que no sea de muelles (son huecos en su interior), sino de esponja, látex o viscoelástico (son macizos). Y recuerda protegerlo siempre con una funda antiácaros.
¿Lavas la almohada?

El colchón y la almohada, libres de ácaros

El colchón es uno de los refugios favoritos de los alérgenos así que airéalo a diario y aspíralo cada semana.

  • Cada día, antes de hacer la cama, airea bien el colchón. Establece un día fijo a la semana para cambiar las sábanas (mejor que no todas las camas a la vez) y lávalas pronto para que no se te acumulen. Ese día aprovecha para aspirar el colchón.
  • Dale la vuelta una vez al mes, y ponle una funda (lávala cada dos meses a alta temperatura para acabar con los ácaros que se hayan ido acumulando).
  • Si tienes vaporeta, haz una limpieza profunda del colchón de vez en cuando. Ponlo de pie, pasa la manguera de vapor de arriba a abajo y deja que se seque.

Almohadas limpísimas...

  • Ventílalas a diario igual que los colchones, y sacúdelas para que suelten el polvo y la humedad que hayan podido coger durante la noche.
  • Úsalas con una funda adecuada, mejor si es antiácaros, que las proteja de la suciedad y del uso diario.
  • Tanto si son sintéticas como si son de plumas, las almohadas deben lavarse al menos dos veces al año en la lavadora. Eso sí, tienes que seleccionar un programa corto, especial para prendas delicadas, y lavarlas casi en agua fría, sin centrifugar para evitar en lo posible que se apelmacen.

Qué hacer para que el polvo no entre en casa

  • La mayor cantidad de polvo acumulado en la casa entra desde el exterior, por eso es mejor ventilar a primera hora de la mañana o a última de la tarde, cuando hay menos movimiento en la calle.
  • Si sellas las rendijas de las ventanas o el hueco de debajo de la puerta con burletes, también evitarás que se cuele el polvo.
  • Y una buena costumbre: cambia los zapatos por zapatillas al entrar en casa.

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