El acto peligroso que mucha gente hace sin querer tras terminar una lavadora y que podría pasarte factura

La lavadora, sin lugar a dudas, es uno de los electrodomésticos más importantes y costosos que tenemos en casa. No solo es una inversión económica, sino que también desempeña un papel crucial en nuestra rutina. Por lo tanto, es esencial que entendamos la importancia de cuidar y mantener nuestra lavadora en óptimas condiciones durante el mayor tiempo posible.

Conservar este electrodoméstico durante muchos años se traduce en un ahorro económico a largo plazo. A menudo, nos enfocamos en la limpieza y el mantenimiento básico de la lavadora, como limpiar el filtro o no sobrecargarla. Sin embargo, es importante reconocer que existen pequeños gestos cotidianos que, de manera inconsciente, pueden dañar el funcionamiento de este aparato. Por ejemplo, el uso excesivo de detergente o la falta de mantenimiento regular pueden causar daños internos y acortar su vida útil. Además, lavar objetos inapropiados, como zapatillas deportivas con suelas de goma, puede provocar vibraciones y dañar los componentes internos.

Sin embargo, además de estos conocimientos básicos que generalmente tenemos en mente, existe un gesto en particular que es probable que estés realizando sin darte cuenta de lo perjudicial que puede ser. Por esta razón, hoy te lo contamos para que puedas corregirlo antes de que sea demasiado tarde.

¡Manos a la obra!

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¿POR QUÉ ES NECESARIO LIMPIAR LA LAVADORA?

Mantener la lavadora en buen estado es esencial para asegurar su funcionamiento óptimo a lo largo del tiempo. Esto implica llevar a cabo una serie de tareas de mantenimiento regulares que pueden marcar la diferencia en la vida útil y el rendimiento de este electrodoméstico. Uno de los aspectos más importantes es el cuidado del cajetín del detergente, que debe limpiarse periódicamente. La acumulación de residuos de detergente en esta área puede obstruir los conductos y afectar negativamente la eficiencia de lavado de la máquina.

Además, es crucial prestar atención a la goma de la puerta de la lavadora. Tras cada lavado, es recomendable limpiar y secar esta parte para evitar la formación de moho debido al exceso de humedad. La humedad constante en la goma puede dar lugar a olores desagradables y, lo que es más importante, a un entorno propicio para el crecimiento de moho y bacterias, lo que podría afectar la higiene de la ropa lavada.

Para un mantenimiento más profundo, se aconseja realizar al menos un par de lavados vacíos al año, utilizando un producto específico diseñado para limpiar la lavadora. Esto ayudará a eliminar los depósitos de cal y otros residuos acumulados en el interior de la máquina. 

¿QUÉ RECOMIENDAN LOS EXPERTOS PARA NO ESTROPEAR LA LAVADORA?

Un gesto que frecuentemente pasa desapercibido, pero que los expertos recomiendan encarecidamente evitar, es cerrar la puerta de la lavadora una vez finalizado un ciclo de lavado. Cerrar la puerta después de usar la lavadora atrapa la humedad residual en su interior. Esta humedad atrapada proporciona un ambiente propicio para la proliferación de bacterias y moho en el tambor. A medida que estos microorganismos crecen, pueden generar malos olores desagradables y, en casos más extremos, contribuir a posibles averías en la lavadora, afectando tanto su eficiencia como su durabilidad. Por lo tanto, es importante recordar mantener la puerta entreabierta después de cada ciclo de lavado para permitir que el tambor se seque adecuadamente y prevenir problemas futuros. 

¡Pruébalo!

Trucazo económico y muy eficaz para eliminar el moho de la goma de la lavadora // CON VÍDEO