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1.

Mejor bañera que ducha

Siempre que puedas, apuesta por una bañera si tienes niños pequeños en casa. No solo el baño será más divertido, sino que será más seguro para él y más cómodo para ti para bañarlo durante los primeros años, cuando aún necesite ayuda. 

2.

Elige un pavimento antideslizante

Uno de los principales peligros en el baño son los resbalones dentro y fuera de la bañera. Lo mejor es apostar por un suelo antideslizante, que presenta cierta rugosidad en la superficie que facilita el agarre. La nueva generación de suelos cerámicos antideslizantes, como los desarrollados por Porcelanosa con la tecnología Nanoker, logran que la textura de la superficie de la baldosa sea uniforme y suave al tacto. 

3.

Apuesta por una mampara de seguridad

Si optas por el cristal, elige un vidrio de seguridad templado. No solo es hasta cinco veces más resistente que uno convencional, sino que en caso de rotura, el vidrio se cuartearía en trozos con cantos redondeados evitando que os pudierais cortar. En cuanto al grosor, hay mamparas de 4, 6, 8 y hasta 10 mm de grosor, según la perfilería. 

4.

Si tienes ducha, elimina los obstáculos

Siempre que puedas, planifica la ducha a ras de suelo y prescinde del típico escalón para acceder a ella. Así minimizarás las posibilidades de que el peque se resbale al salir de la ducha mojado. En cualquier caso, opta por un modelo de plato con un acabado antideslizante.

5.

Evita quemaduras con una grifería termostática

Estas griferías permiten regular la temperatura del agua para que esté entre los 36 y 38ºC de una forma constante y es habitual que presenten un sistema de seguridad que impide superar los 38ºC por defecto. También es interesante que la grifería se mantenga fría-templada al tacto, es la manera de evitar que los niños puedan quemarse. 

6.

Organiza los jabones a su alcance

Cuando empiezan a bañarse "solitos" es importante que sus productos de higiene y juguetes estén a su alcance para que puedan cogerlos sin tener que ponerse de puntillas o hacer malabarismos que pueden desembocar en un resbalón. Siempre que puedas, mantén separados sus jabones de los tuyos, evitarás que pueda usarlos por confusión o curiosidad.   

7.

Sin resbalones al salir

Las alfombrillas a pie de ducha no solo evitan que el suelo se ponga perdido de agua y que la pisada sea más agradable, sino que son el mejor antídoto contra resbalones. Procura escoger un modelo que tenga una base antideslizante, así favorecerás el agarre de la alfombrilla en el suelo. De no tenerla, estos protectores se venden a rollo y son facilísimos de instalar: basta con cortar a la medida deseaada y pegarlos.   

8.

Facilita su acceso al lavamanos

Un taburete o un escalón, como en este baño, ayudará a que los más pequeños puedan llegar solitos al lavamanos y así incentivar su autonomía a la hora de lavarse los dientes, las manos… 

9.

Atención con los enchufes

Agua y electricidad son una mala combinación, y si hay niños pequeños de por medio, más aún. Cubre los enchufes que estén a su alcance con protectores y mantén lejos de sus manitas aparatos eléctricos como el secador. 

10.

Pon a buen recaudo el botiquín

Lo prohibido parece llamar a los peques como un imán: basta con decir "esto no se toca", que de cabeza van. Por eso la mejor manera de evitar sustos es reunir todos los medicamentos fuera de su alcance y en un armario o caja cerrada con llave o candado. 

El baño, junto con la cocina, son dos de las estancias donde los peligros parecen acechar en cada esquina cuando hay niños pequeños en casa. Por eso la prevención es básica para minimizar los posibles accidentes, que en la mayoría de los casos, tienen al agua como principal protagonista.

En este sentido, y además de los consejos mencionados, no está de más reforzar la seguridad dentro de la ducha o la bañera con una alfombrilla o un set de figuras antideslizantes de PVC. Con esto te aseguras que el peque, sobre todo en la ducha al estar de pie, no resbale, y además conviertes el baño en un espacio de juego y diversión, ya que hay infinidad de simpáticos diseños. Otra buena opción, sobre todo si el espacio de la ducha es amplio, es contar con un taburete o similar para que el niño pueda sentarse mientras lo aseas.

Y un último consejo pero no por ello menos importante: evita los cerrojos en el baño, porque jugando jugando el peque puede cerrar la puerta y no saber cómo abrirla desde el interior. Toda precaución es poca.