12 productos para casa que NUNCA le recomendarías a tu mejor amiga

En un principio, creíste que estas perchas eran imprescindibles para mantener en orden tus fulares, así que te hiciste con ellas. Pero cuando las recibiste y te pusiste a colocarlos, te diste cuenta de que te sobraban la mayoría de los agujeros, ¡porque no tenías tantos fulares! Resumiendo: las perchas se quedaron tristes y solas al fondo del armario, y tus fulares volvieron al cajón donde siempre estuvieron.

Este es el típico regalo que alguna vez hemos hecho o nos han hecho (con la mejor intención del mundo), pensando que pondrían solución a nuestro estrés crónico a base de amasar un trozo de goma. Por supuesto, para encontrar dicha pelota tenemos que llamar a Paco Lobatón, porque desapareció hace tantos años que puede que haya acabado en una dimensión paralela, al más puro estilo Matrix.

¿En qué momento pensaste que comprar una máquina para hacer bolas de Takoyaki era buena idea? Probablemente, el día que las descubriste en el restaurante de moda. El problema es que ahora tienes que buscarle un hueco a ese mamotreto de máquina. Aunque también tienes otra opción: deshacerte de ella.

Últimamente, Instagram está lleno de influencers haciéndose fotos en la cama con antifaces de seda, en plan: ''mira qué cool soy para dormir''. Y ahí vas tú, rauda y veloz, a comprarte ese carísimo antifaz que, al final, se quedará en tu mesita de noche.

Asúmelo, es mucho más fácil (y cómodo), pedir la pizza a tu restaurante favorito que ponerte a hacerla cuando te entra el antojazo. Por no hablar de que necesitas tener siempre a mano los ingredientes (y salir de casa un sábado a las 21:00 con el moño y el chándal para ir al súper a por una base de pizza, como que no apetece a nadie).

Cuando lo viste en la tienda, pensaste que ese soporte para las botellas de vino le daría a tu cocina un toque extra de estilo, pero la verdad es que lo único que bebes en casa es agua, café y zumo, así que mételo en una cajita y regala el soporte a alguien que sí beba vino.

Basta con leer el nombre para darse cuenta de que no es el mejor regalo que hacerle a tu mejor amiga, por no mencionar que su utilidad es bastante... dudosa.