El truco definitivo para que los mejillones tigre queden riquísimos: la receta española fácil y crujiente, perfecta para Navidad

Se acerca la hora de la comida, pero antes llega el momento favorito de muchos: el aperitivo. Este es uno de los momentos más destacados del fin de semana, cuando puedes disfrutar de un refresco, una cerveza o un vermut, acompañados de unas patatas, aceitunas y berberechos. Todo suena delicioso, ¿verdad? Sin embargo, existe una receta que quizás hayas pasado por alto y que deberías probar: los mejillones tigre, también conocidos como las croquetas de mejillón. Esta exquisitez culinaria es una tradición en muchas regiones de España, pero a menudo es una gran olvidada en los hogares. Te aseguramos que una vez que los pruebes, se convertirán en una de tus opciones favoritas tanto para el aperitivo como para un plato principal.

A muchísimas personas les encantan las croquetas. Ese placer gustativo al degustar un alimento crujiente por fuera y supercremoso por dentro. ¡Irresistibles! Ahora bien, el placer se intensifica cuando las croquetas son de marisco. ¡Se me hace la boca agua con tan solo imaginarlo!

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La receta de los mejillones tigre o croquetas de mejillón. ¡Irresistibles!

Atenta, porque esta es la receta infalible para que los mejillones tigre te queden espectaculares. Verás que esta es la versión con jamón serrano, pero puedes obviarlos o sustituirlos por el toque extra que prefieras. 

Los mejillones tigre de @patcocinillas. ¡Qué pintón!

Ingredientes (para 6 personas)

• 1 kilogramo de mejillones
• 250 gramos de jamón serrano
• 100 gramos de vino blanco
• 1 cebolla pequeña
• 40 gramos de harina
• 2 huevos
• 1 hoja de laurel
• Pan rallado
• 25 gramos de mantequilla
• 100 mililitros de agua
• 300 mililitros de leche
• Aceite de oliva
• Sal
• Pimienta

Elaboración

Paso 1.  Cocción de los mejillones:

• Limpia los mejillones, retirando las incrustaciones de las conchas y cortando las barbas con unas tijeras.
• En una cazuela grande, calienta 100 ml de agua con una hoja de laurel. Cuando hierva, añade los mejillones y el vino blanco.
• Cocina a fuego alto y retira los mejillones a medida que se abran. Reserva los mejillones y el caldo de la cocción por separado.

Paso 2.  Preparación de la bechamel:

• Pela la cebolla y rállala.
• En una sartén, calienta una cucharada de aceite de oliva y una cucharada de mantequilla.
• Sofríe la cebolla rallada hasta que esté dorada. Agrega la harina y tuesta por unos momentos, revolviendo constantemente.
• Cuando la mezcla empiece a tomar color, sazona ligeramente con sal y pimienta.
• Sin dejar de remover, añade gradualmente el caldo de los mejillones y la leche, mezclando hasta obtener una bechamel espesa y suave.

Paso 3. Preparación del relleno:

• Saca los mejillones de las conchas y reserva la mitad de las conchas.
• Pica finamente el jamón serrano y los mejillones cocidos, y agrégalos a la bechamel. Rectifica la sazón con sal y pimienta, y mezcla bien.

Paso 4. Relleno y fritura:

• Rellena las conchas de mejillón con la bechamel preparada y espera a que el relleno se enfríe un poco. Luego, colócalas en la nevera para que cojan consistencia.
• En un bol, bate los huevos y coloca el pan rallado en un plato hondo.
• Pasa cada mejillón relleno primero por el huevo batido y luego por el pan rallado.
• Fríelos en una sartén con aceite caliente hasta que estén dorados.
• Escúrrelos sobre papel absorbente y sírvelos como aperitivo o plato principal. ¡A disfrutar!

Mejillones tigre.

3 Trucos clave para que los mejillones tigre te queden de 10

Ahora ya sabes la receta, ¡guardarla! Pero debes tener en cuenta estos trucos extra para que la receta te salga perfecta.

• Selecciona mejillones frescos. Es esencial comenzar con mejillones frescos y asegurarse de limpiarlos cuidadosamente. Descarta aquellos que estén abiertos y no se cierren al tocarlos.
• Deja enfriar antes de rebozar. Deja enfriar los mejillones tigre antes de comenzar el proceso de rebozado. Esto permitirá que la bechamel se endurezca, facilitando el manejo durante el rebozado.
• Ten en cuenta la temperatura del aceite. Asegúrate de que el aceite esté bien caliente, pero sin llegar a humear. Si el aceite está demasiado frío, los mejillones absorberán más aceite y podrían abrirse durante la fritura.

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