Los mejores productos para limpiar el polvo correctamente

Limpiar el polvo de los muebles, del suelo y de nuestra casa es una de las tareas más sencillas y que más hacemos. Sin embargo, mantenerlo a raya ya no es tan y tan fácil. Parece que se duplica por momentos y, sobre todo en los meses de verano, si pasamos temporadas fuera de vacaciones, al llegar nos encontramos la acumulación de varios días o semanas.

Por esta razón, te mostramos los mejores productos para eliminar y limpiar el polvo de los muebles, y de cualquier superficie de tu hogar.

LOS MEJORES PRODUCTOS PARA LIMPIAR EL POLVO DE TU HOGAR

Existen varios productos prácticos y, algunos, caseros que podrán ayudarte a controlar el polvo que se acumula en tu casa. Plumeros de lana, paños antiestáticos y hasta zumo de limón. ¡Aquí los tienes!

1. LA MAGIA DEL TRAPO DE MICROFIBRA

Sí, para tener la casa libre de polvo y suciedad es muy importante contar con un trapo de microfibra diario. Este es uno de los mejores productos que te ayudará a evitar que el polvo se acumule y se transporte por el aire, causando, entre otras cosas, reacciones alérgicas.

Además, es la mejor opción para limpiar los muebles de madera maciza de tu casa. Recuerda que, no obstante, una vez utilizados los trapos, deberás limpiarlos con agua y jabón para terminar de eliminar cualquier partícula que se haya quedado incrustada.

Los paños de microfibra también funcionan muy bien en las pantallas de dispositivos electrónicos como televisores u ordenadores que emiten mucha electricidad estática. Ten en cuenta que estos aparatos no pueden ser rociados por un producto limpiador, así que deberás aplicarlo sobre el paño.

2. PRUEBA CON LOS PAÑOS DE POLVO ANTIESTÁTICO

Los paños o trapos de polvo antiestático son telas especialmente diseñadas para recoger el polvo de las superficies. Asimismo, están preparadas para eliminar el polvo y la electricidad estática de las pantallas y diversos tipos de equipos. Pero también limpian muy bien el polvo de habitaciones, estantes, espejos y otras superficies.

3. EN CONTRA DEL PLUMERO CLÁSICO

Por más que te esfuerces, en ocasiones, al limpiar el polvo puede darte la sensación de que solo estás removiéndolo y que tarde y temprano volverá a aparecer en otro sitio. Esto, de hecho, suele pasar con el plumero clásico. Pero hay otro tipo de plumeros que sí pueden ayudarte a acabar con el polvo.

Los plumeros electrostáticos, con cabezales de usar y tirar, garantizan la máxima higiene y el polvo queda atrapado de forma más eficaz. También funcionan muy bien los plumeros de lana, que sirven para alcanzar zonas estrechas, limpiar persianas o lámparas y quitar el polvo de objetos delicados. Bastará con sacudirlo de vez en cuando para seguir usándolo.

4. COSAS QUE NO CAMBIAN: VINAGRE BLANCO y agua

La solución de vinagre blanco con agua es una de las mejores alternativas para quitar el polvo y desinfectar. Te permitirá ser efectiva y, a la vez, ahorras.

Suele emplearse para limpiar los azulejos porque, aunque a veces no lo vemos, es una de las zonas donde más polvo se suele acumular. Además, este producto es un gran antibacteriano natural, así que te ayudará a evitar que proliferen los gérmenes en tu hogar.

5. PURIFICADORES DE AIRE CONTRA EL POLVO

Los purificadores de aire son dispositivos diseñados especialmente para la filtración de aire, incluida la recolección y retención del polvo. La misión de un purificador de aire es eliminar elementos presentes en el aire: polen, ácaros, polvo, humo... en general, de contaminantes. Como consecuencia, devuelve un aire más limpio y, en algunos casos, con menos olores, ya que atrapan las partículas responsables de este.

Para retener estas partículas, primero capturan el aire del ambiente empleando un ventilador y, tras atravesar un sistema de filtrado donde quedan atrapadas las impurezas, el aire vuelve a la habitación.

No obstante, no son perfectos, pues requieren la sustitución de estos de forma periódica para que cumplan su misión. Asimismo, el punto de partida a la hora de elegir un purificador de aire será precisamente su grado de retención de polvo.

6. LAS TOALLITAS DE BEBÉ TAMBIÉN SIRVEN

Cuando no hay paños a mano ni tampoco dónde humedecerlos con agua, las toallitas del bebé pueden ser una buena opción para deshacerse del polvo que se suele acumular en las teclas del ordenador, los muebles de madera y otras superficies. Además, resultan ideales por su aroma refrescante, aunque siempre puedes optar por las toallitas sin olor.

7. BICARBONATO DE SODIO CONTRA EL POLVO

El bicarbonato se puede usar para limpiar superficies, en especial las de metal. También puede ser efectivo para quitar el polvo de los muebles. Además, ayuda a protegernos de los ácaros del polvo y otras partículas y gérmenes que pueden ser perjudiciales para la salud.

Una vez hayas rociado los muebles con el bicarbonato de sodio, puedes pasar el trapo o paño de microfibra para eliminar los restos de suciedad acumulada.

8. PRUEBA CON EL ZUMO DE LIMÓN

Si quieres usar algo un poco más natural, el zumo de limón es una buena opción para pasar a una limpieza más ecológica y poco contaminante. El limón muchas veces se utiliza como un limpiador, y va muy bien para dar brillo a los muebles y para protegerlos de las partículas del exterior.

9. EL ASPIRADOR, TU MEJOR ALIADO

Si estás desesperada por ganarle la batalla al polvo, el aspirador es la herramienta más eficaz. Aparca la escoba de una vez y acostúmbrate a aspirar con frecuencia suelos y alfombras. Los aspiradores equipados con filtro HEPA (High Efficiency Particulate Air) atrapan hasta las motas de polvo más pequeñas.

También puedes hacerte con un aspirador de mano, para dejar impecables de polvo las tapicerías y otras superficies similares. O bien un robot aspirador, que eliminará el polvo del suelo y otras suciedades sin que tengas que hacer ningún esfuerzo.

POTENCIA LA LIMPIEZA CON GLICERINA

Puedes usar la glicerina para que el paño con el que limpies el polvo sea más efectivo. ¿Cómo? Añade unas gotas de glicerina al trapo o bayeta que uses para limpiar, al menos una vez por semana. Para que funcione bien, debes dejar que el trapo absorba el líquido antes de usarlo. Así no se generarán grumos y aprovecharás mejor el producto.

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