“Lo mejor para dejar los cristales relucientes es el papel de periódico”. Seguro que esto lo ha sentenciado alguna vez tu abuela. Y si no ha sido la tuya, otra en algún lugar del planeta lo ha dicho. Porque las abuelas se pasan los trucos de unas a otras. Pero ¿por qué no alimentarlos de generación en generación? Ya basta de que los disfruten solo los que tienen abuela en plena facultades para compartirlos o de que se queden en la familia. ¡Toca compartirlos! Solo los trucos, las abuelas son intransferibles.
Y la mayoría de los trucos tienen como protagonistas casi milagrosos productos de uso común, nada de rarezas imposibles de encontrar. ¿Qué más se puede pedir?
Productos básicos que tienes en casa y sus usos
- El vinagre. Además de aderezar las ensaladas, desinfecta y desengrasa. Mezcla una parte de vinagre con una de agua, mete la mezcla en un pulverizador y úsala para limpiar cristales y espejos.
- El limón. Uno de esos productos multiusos de limpieza. Elimina el óxido superficial, comprúebalo: echa un poco de sal en la zona, aplica el zumo del limón y déjalo actuar unas horas. Luego frota bien y ¡listo!
- La sal. Hará que tus pantalones preferidos dejen de desteñir cada vez que te los pones. Mételos en un barreño con agua y sal para fijar el color.
- La leche. ¿Quién diría que tan blanquita como es quita las manchas de bolígrafo? Tienes que sumergir la zona afectada en leche caliente y dejarla reposar unas horas. Después, lava la prenda como habitualmente.
- La cebolla. Cruda o cocinada, las abuelas recurren a ella mucho. Por ejemplo, para eliminar la costra quemada del fondo de la cacerola. Pon un poco de agua a hervir con un puñado de sal gorda y unas tiras de cebolla. Unos minutos después de que llegue a ebullición la costra se despega sola. ¡Magia!

Y ahora 5 trucos que quizá tu abuela no tiene controlados y tendrás que ser tú quien la ilumine:
- Limpieza del microondas. Lo usas a diario y lo limpias superficialmente. Pero para que se limpie por dentro, corta un limón en trozos, ponlo en una taza y añade canela. Pon la mezcla en el micro a calentar durante 5-10 minutos a potencia mínima. El limón desinfecta y limpia y la canela elimina malos olores.
- Quitar las manchas de rotulador permanente del suelo. En la época de tu abuela ni existían. Pero ahora los nietos pueden hacer alguna trastada. Aplica un poco de laca o desodorante en aerosol sobre el garabato y lava con agua.
- Tapar con el corcho una botella de vino. Sobra un poco de vino y cuando quieres volver a colocar el corcho que traía la botella… ¡es imposible! No hay manera de que entre. Mételo en una taza con agua (se quedará flotando). Déjalo 3 minutos y luego prueba a introducirlo en el cuello de la botella. Estará blandito y no pondrá resistencia.
- Hacer que el agua de las patatas hierva antes. Porque tu abuela no tenía prisas pero nosotras todo lo hacemos corriendo. Si añades a la olla en la que cocerás las patatas una de ellas pelada hará que el agua hierva antes que si todas las patatas tienen la piel.
- ¿Suciedad en el fondo del hervidor de agua? Este 'cacharro', como diría tu abuela, se ha convertido en imprescindible para ella y su hora del té. Si tiene las paredes del recipiente algo ennegrecidas, pon a hervir agua con un limón cortado en varios trozos y desaparecerán las manchas.
