¿Cuál de estas fórmulas para ocultar los radiadores te ha gustado más? Seguramente, la mejora más sencilla e inmediata para que los aparatos calefactores conserven un aspecto impecable es renovarlos con pintura. Este recurso es ideal tanto para protegerlos y actualizarlos como para que adquieran un efecto decorativo impactante: resaltarlos o, al contrario, mimetizarlos en los ambientes.
Píntalos con esmaltes específicos para radiadores, productos formulados para dichas aplicaciones, por lo que aguantan perfectamente las altas temperaturas (80-90ºC) que alcanzan estos aparatos. No emiten olores, no hay riesgo de que se cuarteen o de que se formen ampollas y, por lo general, no necesitan imprimación previa: se dan directamente sobre la superficie. Además, secan con rapidez. Las principales marcas de pinturas cuentan con este tipo de esmaltes y en el bote se indica para qué aplicaciones están destinados.

Taparlosradiadores con objetos u ocultarlos detrás de las cortinas puede entorpecer la circulación del aire caliente. Para evitarlo, puedes colocar paneles reflectantes detrás de los radiadores, muy efectivos a la hora de “rebotar” el calor hacia la habitación. Puedes encontrarlos en centros de bricolaje.
Asimismo, puedes mejorar la sensación de confort sin elevar más grados la temperatura aumentando la humedad relativa del aire en la vivienda. Basta con colocar sencillos sistemas de humidificación o evaporadores para radiadores. Una humedad del 50 a 60% es muy recomendable en invierno. Y, por último, comprueba si los radiadores calientan lo suficiente. Si no es así, quizás sea necesario purgarlos; es decir, eliminar el aire que haya quedado atrapado en el sistema.
Con estas soluciones seguro que los radiadores ya no serán un problema ni un estorbo en tu decoración, sino más bien ¡un plus de estilo!