8 /20

1.

Del metro a la cocina

 Las baldosas subway hace tiempo que abandonaron ls estaciones de metro para conquistar baños y cocinas. Armario de cocina, de Fustería Catot. Lámpara de mimbre, en Maisons du Monde.

2.

De madera

Las cocinas de madera son un clásico que nunca mueren. Para proteger la zona de la cocina se puede proteger con cristal (así es más fácil de limpiar). En el fregadero una placa de hierro protege y le da un toque vintage. Lámpara aplique, en La Fontaine. La mesa auxiliar es de Zag & Zig. El sofá y el puf, los encuentras en Lucky Mora Studio.

3.

Efecto cristal

Además de darle un poco de color -el verde- las baldosas de cerámica con efecto cristal son una opción fácil de limpiar y que además multiplica la luz. Los azulejos son de Porcelanosa. La campana, de Cata y la encimera es de Silestone.

4.

Belleza geométrica

Hace tiempo que las formas de las baldosas dejaron de ser exclusivamente cuadradas o rectangulares. Este salpicadero es una oda a lo hexagonal. Campana, de Bosch. El mobiliario es diseño de Abag.

5.

No sólo en el suelo

Gana originalidad y color en la cocina colocando un salpicadero tipo mosaico. Protegerás la pared de las salpicaduras y la humedad.

6.

La elegancia del mármol

 Encimeras, fregaderos y salpicaderos. El mármol vuelve a ser tendencia. Sin embargo, debes prestar especial atención ya que este material, al ser poroso, se mancha muy fácilmente (evita que entre en contacto con productos ácidos).

7.

Verano eterno

El azul y el blanco nos recuerdan la época estival y nos transportan cerca del mar. Fresco, luminoso y mediterráneo, así es este salpicadero con mosaico. Las baldosas son de Azul Acocsa. 

8.

¿Horizontal o vertical? ¡Diagonal!

Original, bonito y casi mágico. Coloca las balsodas a cartabón. Es decir, en diagonal respecto de las paredes. De este modo, conseguirás agrandar el espacio visualmente ya que crea un “punto de fuga”. Magia, verdad?  Mesa, sillas y cojines, e Ikea. Mantel de Bianhaus. La lámpara de techo, de El Jueves.

9.

Todo a la vista

El ladrillo no es sinónimo a estilo industrial... Puede ser contemporáneo, rústico, juvenil y cálido. Además, ofrece perfectas imperfecciones que añaden texturas auténticamente originales a tus paredes. El mobiliario, la encimera de madera y la grifería son de Ikea. La campana es de Pando, la mesa de Marta Steve, las sillas de Alarcón y el banco de Toca Fusta.

10.

Flores y más flores

Si tu estación del año favorita es la primavera y te gustan las flores, un salpicadero con baldosas de cerámica como éste, es idóneo para ti. La cerámica es una de las opciones más usadas gracias a la facilidad de limpieza y mantenimiento. El mobiliario es de Vicenç Gelador y la lámpara de techo, de Chamusquina. Tanto el pavimento como las baldosas son de Rajoleria Llensa.

11.

Pizarra, pulida o al natural

Esta roca natural destaca por su dureza y versatilidad en cuanto a colores y texturas. Junto al granito y al mármol, la pizarra ofrece un toque exclusivo y elegante.

12.

¡Sí se puede!

Si eres fan del papel pintado, puedes empapelar la cocina -y los salpicaderos- con el papel que te guste más. Eso sí, elige papel vinílico porque es resistente al calor y a la humedad. Aquí se ha combinado la encimera de mármol con papel pintado, de Güell Lamadrid. Lo encuentras en Coordonné.

13.

¡Sí, chef!

Un antepecho o todo un salpicadero de acero nos trasmporta a las cocinas profesionales de un restaurante. Fácil de limpiar y resistente al calor, el acero tiene un pero: se raya con facilidad. El mobiliario, similar al moderlo Varde de Ikea. La grifería es de Grohe.

14.

Aires modernistas

Las baldosas hidráulicas típicas de los pisos modernistas se suben por las paredes de la cocina. Eso sí, si lo usas como salpicadero, la mejor opción es una imitación cerámica ya que resiste mucho mejor el calor que el hidráulico original. El mobiliario y la encimera son de Cocinas Cobo. La mesa, en Maisons du Monde y las Sillas son de Kenay Home. Las lámparas de mimbre, las encuentras en Hanbel.

15.

Nunca pasa de moda

 Quizás es uno de los revestimientos más "clásicos" a la hora de elegirlo para la cocina, pero eso no quiere decir que esté obsoleto. El mosaico ofrece atemporalidad y los encuentras de distintos tamaños y colores. Su punto fuerte: se adapta a cualquier forma que tenga la pared. Alfombra, de Sisal. Lámpara de techo, de Philippe Starck para Años Luz.

16.

El hermano pequeño del mosaico

El gresite, esas pequeñas piezas de vidrio a las que estamos tan acostumbrados a ver en el fondo de las piscinas, también se usa en baños y cocinas. Combínalos con otros materiales, como una encimera de mármo Macael. El mobiliario es de Biotti y la vitrocerámica y el horno de Electrolux.

17.

Un nuevo ingrediente

¡Quién iba a decir que se le podría sacar tanto jugo al cemento! Suelos, muebles, paredes e incluso encimeras y salpicaderos. Porque no todo tiene porqué ser gris, el cemento ofrece muchas otras tonalidades que pueden ir a juego con tu cocina. Los muebles son de Santos y la lámpara de techo es de Cottage Little House.

18.

Rompe moldes

La manera de colocar las baldosas no tiene por qué seguir unas directrices. Sigue tu propio patrón y combínalo, te puede servir para hacer una separación visual de la zona del antepecho y el resto del salpicadero.

19.

Sin juntas

Los aglomerados son resistentes como las piedras naturales y mucho más económicos. Y además, no tienen juntas que se ennegrezcan con el tiempo. Los encuentras en todos los colores y texturas imaginables. Mobiliario, de Santos. La encimera y el antepecho son de Silestone. Los taburetes, de Ondarreta.

20.

Blanco y negro

Según los acabados que elijas, la cocina puede tomar un caliz totalmente distinto. En este caso, elegir el blanco y el negro y conservar un aire tradicional y rústico se consigue con materiales como el granito negro mate de la encimera y las baldosas, también en mate, del salpicadero. El suelo, de piedra caliza envejecida, también aporta su granito de arena.

No es fácil planificar la cocina de tus sueños. Sí que puedes tener una idea del estilo que quieres, el color, abierta o cerrada... Pero la elección del salpicadero condicionará toda la cocina. Increíble pero cierto.

Por suerte, has podido ver distintos tipos de cocinas y por lo tanto una gran variedad de salpicaderos para coger un poco de inspiración a la hora de decidir cuál puede ser el idóneo para tu cocina.

Desde los materiales hasta los acabados existen un amplio abanico de salpicaderos con los que podrás revestir las paredes de la cocina según tus gustos. A modo de resumen ten en cuenta:

  • Cerámica: práctica, fácil de mantener y limpiar (un gran qué). Es camaleónica ya que imita cualquier material que te puedas imaginar y hay de muchos tipos (tridimensionales, tipo metro, hexagonales...).
  • Mármol: elegante, distinguido y natural. Para las cocinas blancas es el socio perfecto. Eso sí, es una de las opciones más cara y tienes que cuidarlo mucho ya que se mancha muy fácilmente.
  • Vidrio templado: Es una opción a tener en cuenta, sobre todo, si tu cocina es de tamaño reducido. Aporta luminosidad a la cocina.
  • Acero inoxidable: Ideal para los fans de la restauración. Si quieres que tu cocina emule la cocina de un restaurante tres estrellas, apuesta por un salpicadero de acero. Fácil de limpiar, higiénico y resistente al calor. Su punto débil: es muy vulnerable a las rayadas.

Y ahora que te has podido inspirar con los salpicaderos de nuestra galería, ¿ya sabes qué tipo de suelo elegir? ¡Te ayudamos!

a