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1.

La pintura es más fácil de renovar

Tanto la cocina como el baño son dos estancias a las que damos mucho uso y sometemos a constantes cambios de temperatura. Por eso, si cada cierto tiempo necesitas o quieres arreglar la cocina, opta por la pintura. Es mucho más cómodo y fácil ya que no requiere hacer obras y además, siempre resultará más económico.

2.

Los azulejos son más higiénicos

Los microbios, ácaros y otros microorganismos que pueden provocar alergias no tienen ninguna posibilidad de sobrevivir en los azulejos si éstos se limpian con regularidad. En cambio, en la pintura es más fácil que aparezcan; para evitarlo, debes optar por pintura antimoho.

3.

Pintura y azulejos, combinación ideal

Dicen que de la unión nace la fuerza. La función de los azulejos ha sido desde siempre la de proteger la zona de aguas y la de cocción, si bien es cierto que, además, ahora aportan un plus estético. Cuando se combinan con la misma tonalidad que las paredes y el mobiliario, consigues un resultado lleno de armonía.

4.

Los azulejos no sólo combinan con pintura

La gran variedad de azulejos que existen en el mercado hacen que sea difícil obviarlos para revestir las paredes de la cocina. Si bien es cierto que han perdido terreno, combinados con pintura o incluso con papel pintado aportan un plus a la decoración y se adaptan a cualquier estilo.

5.

Sustituye las baldosas por una cenefa

Si eres reacio a alicatar las paredes, apuesta por una cenefa. Aportarás carácter a tu cocina sobre todo si apuestas por azulejos con efecto patchwork que creen un collage único. Además del efecto estético, a nivel funcional es perfecto ya que los azulejos protegerán la pared de las salpicaduras en la zona de aguas y de cocción.

6.

Un foco de atención

Coloca los azulejos como antepecho frente a la zona de cocción y crearás un foco de atención que le dará mayor fuerza visual a tu cocina. No es necesario hacer obras, ya que con unas losetas sintéticas de PVC con acabado en cerámica se puede hacer en un pispás.

7.

La pintura se adapta a las nuevas tendencias

Y los azulejos también, pero podríamos decir que con la pintura todo es mucho más rápido. De este modo, si quieres seguir las tendencias del momento con la pintura es mucho más fácil. Por ejemplo, esta cocina pintada de verde olivo que invita a una casa slow y a un ambiente más natural.

8.

El color y el tamaño están muy relacionados

El problema de la pintura y también de los azulejos es que, dependiendo de lo que mida la cocina, tendrás un abanico de colores más amplio para elegir o no. Es decir, si tu cocina es pequeña, no podrás apostar por colores muy oscuros como el negro a no ser que tengas luz natural a raudales. 

9.

¿Ni pintura ni azulejos?

Si no sabes por cuál decantarte, siempre hay una tercera vía. Existen otros revestimientos que han entrado con fuerza en las cocinas, como por ejemplo el microcemento o la madera, y que crean espacios muy actuales y tremendamente personales.

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Ni pintura ni azulejo: cristal

Pues sí, un frente de cristal para la zona de fuegos es perfecto, ya sea para proteger los listones de madera blanca de esta cocina, o la pintura. El cristal es fácil de limpiar y mantener, y evita que el trozo de pared se manche de salpicaduras de aceite y salsas.

En cuestión de revestimientos en las paredes, los azulejos son, seguramente, los que más historia tienen (se remontan a casi 2000 años). Así que sí, funcionan y cumplen su cometido, que no es otro que proteger las paredes, pero es que además, los azulejos también cumplen con la razón estética y puedes conseguir que tu cocina sea única.

¡Pero ojo al dato! Si bien la cocina (y también el baño) siempre se han "forrado" de azulejos, en los últimos tiempos la pared "desnuda" ha ido ganando terreno. Es decir, la opción de pintar las paredes de la cocina en lugar de alicatarlas ha ido subiendo puestos en el ranking.

El hecho de que las cocinas abiertas son tendencia también influye en que ahora no se alicate toda la estancia, ya que cocina y comedor deben quedar integrados de manera armónica en el resto de la casa.

Sin embargo, la opción más habitual –y de las que mejor funciona– es combinar azulejos con paredes lisas (de colores vivos, con papel pintado o en tonos neutros) y decorar el frente de la zona de fuegos y los salpicaderos. Otra opción es alicatar media pared y pintar hasta el techo el resto.

Pintura y azulejos no son los únicos elegidos

Lo cierto es que lo último de lo último (más allá de cubrir al menos una de las paredes en un tono intenso o negro) es la madera, el mármol, el cristal y el microcemento. Eso sí, los azulejos no renunciarán tan fácilmente a su reinado, y si no, ¿qué me dices de los azulejos sirena? Imposible resistirse, ¿verdad?