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1.

Adelanta el despertador

"A quién madruga Dios le ayuda" dice el refranero. Y no le falta razón, porque no hay peor manera de afrontar un nuevo día que yendo acelerado. Para evitarlo, puedes adelantar el despertador una media hora para disponer de más tiempo para las rutinas mañaneras, personales y familiares. Y ojo: no vale dilapidar ese margen para arañar minutos de sueño. 

2.

Estírate antes de levantarte

Sí, como un bebé. Con el tiempo, perdemos el reflejo natural de estirar, y es muy necesario para preservar la salud. La mejor posición para hacerlo es sentado en la misma cama. El gesto de desperezarse se convierte en un reflejo de bienestar que despierta los músculos, pone en marcha el cuerpo y hace circular la sangre. 

3.

Regálate una ilusión

Quedar con una amiga tras el trabajo, ir al gimnasio, salir a cenar con la pareja, hacer un paseo... Empieza el día con una ilusión, un proyecto o un pensamiento positivo. Aunque el día se presente complicado, ese "regalo" al finalizar la jornada laboral te dará energías para superar los obstáculos del día a día. 

4.

Haz la cama

 No te quitará más de tres minutos pero saldrás de casa sabiendo que no dejas el dormitorio manga por hombro. El periodista Charles Duhigg en su best-seller 'El poder de los hábitos' sostiene que hacer la cama se asocia con una mayor productividad durante el resto del día. 

5.

Bebe agua tibia con limón

 No se trata de una dieta milagrosa, aunque muchas famosas, entre ellas Gwyneth Paltrow o Beyoncé siguen este ritual matutino. Hazlo en ayunas y espera unos 30 minutos a desayunar. Con ello, depuras el organismo, eliminas toxinas, fortaleces el hígado y tienes una buena dosis de vitaminas y minerales. Un consejo: usa una pajita para que el limón no erosione el esmalte de los dientes. 

6.

Tu banda sonora preferida

 Hacer la cama, ducharse, vestirse... Acompaña tus rutinas matutinas de tus canciones preferidas y empezarás el día con más energía. La música tiene la capacidad de reducir la ansiedad, al rebajar los niveles de cortisol, la hormona relacionada con el estrés. Además, fortalece el sistema inmunológico, previene el envejecimiento cerebral y favorece la memoria.

7.

Haz ejercicio

Tú eliges cuál, pero está comprobado que es mejor dormir un rato menos, y salir a caminar, correr o hacer gimnasia en tu casa. El ejercicio físico hace que nuestro cuerpo produzca endorfinas, responsables de estimular los centros de placer del cerebro. Además, hacer ejercicio te activa y mejora tu estado de ánimo el resto del día.  

8.

Toma una ducha revitalizadora

A su función higiénica se suman beneficios para la salud. Se recomienda empezar la ducha con agua caliente y terminar con agua fría. Mientras que el agua tibia alivia el dolor de piernas y la fatiga mental, el agua fría en los pies y las piernas hace que las venas se contraigan y se active la circulación sanguínea. La ducha acelera el metabolismo y contribuye a eliminar toxinas y grasa acumulada. 

9.

Desayuna bien y con tiempo

Una cosa suele ir ligada con la otra: si vas con prisas es probable que desayunes poco (o nada) y mal. Y lo de que el desayuno es la comida más importante del día no es un tópico, porque desayunar bien mejora la concentración y nuestras habilidades intelectuales. De hecho, los nutricionistas sostienen que el desayuno debería aportarnos sobre el 25% de las calorías que necesitamos para nuestras actividades diarias. 

10.

Dedícale tiempo a los tuyos

La mañana es el mejor momento para preparar el día, hacer repaso de las actividades de cada miembro de la familia y compartir unos minutos sin prisas, televisiones ni pantallas. Y eso va para todos, peques y adultos. Embellece tu día y el suyo con unas risas, complicidades y no escatimes en mimos. ¿Sabías que un abrazo de 20 segundos puede liberar dopamina y oxitocina? Esto hará que te sientas mejor y reducirá el estrés.

¿Estás listo para salir a la calle? Un último consejo: hazlo con una actitud positiva.

- Ármate con tu mejor sonrisa: Piensa que si te esfuerzas por sonreír aunque no tengas ganas, estarás “engañando” a tu cerebro para que libere más endorfinas que, a su vez, te harán sentir más feliz y alegre.

- Reduce el estrés matutino: Si el camino hasta el trabajo te estresa, piensa en cómo hacerlo más placentero. ¿Vas en transporte público y tanta gente te agobia? ¿Has pensando en hacer el camino a pie? ¿O en bici? Valora la distancia y el tiempo que deberías invertir, a veces es mejor esos 10 minutos de más y llegar al trabajo relajado.

- Bandasonorízate: La música, además de incidir directamente en el estado anímico, nos ayuda a "aislarnos" de nuestro entorno. Si por la mañana necesitas estar solo con tus pensamientos, acompañar el camino al trabajo con tu música te ayudará a crear una burbuja de contención de tu entorno.

Y no olvides dedicarte nos minutos para ti durante la jornada laboral. Hacer una pausa de unos minutos puede repercutir positivamente en ti y en tu trabajo. Y es que está demostrado que, simplemente por el hecho de levantarte del puesto de trabajo y cambiar de postura, ya se produce una descompresión que te permitirá relajarte y retomar tus tareas con una mejor concentración.