Cómo decorar una terraza pequeña: más de 50 ideas ingeniosas y estilosas

Y es que cuando el espacio escasea, lo mejor es destinar el espacio a un solo uso y centrarse en ese. ¿Zona de relax? ¿Comedor? ¿Solárium? Sea lo que sea que decidas, ten en cuenta tus gustos. Por ejemplo, si no te gusta comer fuera porque te acribillan los mosquitos, destínalo a solárium. Pero si lo que te privan son las reuniones con amigos y familia, hazte un salón exterior.

Aunque tu terraza sea pequeña, la intimidad es fundamental para poder disfrutarla de ella como se merece. Las plantas pueden ser un buen aliado para conseguirlo. Elige especies grandes, pero alargadas, que garanticen la privacidad en tu terraza pequeña, pero no que no se coman los metros del suelo. ¿Otra ventaja? Aportarán algo de sombra y con ellas conseguirás que el entorno se sienta más refrescante y con el aire más puro.   

Cuando el espacio escasea en el balcón, no es recomendable colocar elementos que lo empequeñezcan, como cañizo o un cobertor en la barandilla. Cierto que renunciarás a una intimidad total, y el espacio no estará cien por cien protegido del viento, pero conseguirás que tu terraza pequeña parezca más grande, ya que la vista no encontrará obstáculos. Elige también muebles de estructuras ligeras, de manera que el conjunto resulte más liviano.   

Dependiendo de los metros de tu terraza pequeña, podrás instalar más o menos plantas. Si tu terraza es pequeña, pero después de colocar unos cómodos sofás y unas mesas auxiliares (de aspecto liviano, ya sabes), te queda espacio para las plantas, no dudes en colocar varias macetas alrededor de la zona. Con ellas conseguirás bajar la temperatura del espacio, pero también elevar la decoración. Unas lavandas, unas rosas o un boj son un buen comienzo. 

Utiliza todo el espacio de tu terraza pequeña para un solo uso. Querer que tenga de todo: estar, comedor, zona de relax... es demasiado y solo conseguirás que el espacio esté saturado y sea incómodo. Por el contrario, elige un uso y no te cortes. Por ejemplo, si quieres emplear la terraza como un salón exterior, colocar un sofá y un par de butacas a juego que cierren el conjunto. Con todo mirando al exterior. Para darle unidad, añade una alfombra que albergue el conjunto. ¿Ves qué bien queda? Incluso en una terraza mini. 

Otra opción para tu terraza pequeña es instalar un comedor de exterior. Eso sí, tendrás que prescindir de todos los elementos que no formen parte del conjunto. Y, a la hora de elegir la mesa, decántate por una ovalada. Este tipo de mesas tienen espacio para varios comensales, al mismo tiempo que ofrecen un paso más cómodo y sin esquinas. Y es que las líneas curvas tanto de la mesa como del diseño de las sillas conseguirá un aire más armónico en tu terraza pequeña y la hará más atractiva y menos 'dura' visualmente.  

Uno de los principales problemas al decorar una terraza pequeña es elegir unos muebles con mucho peso visual que empequeñezcan el espacio. Lo mejor es apostar por piezas de diseño ligero y líneas sencillas. Asimismo, si la barandilla es de ladrillo, puedes convertirla en el soporte para un banco suspendido: no ocupará casi espacio y la aprovecharás como respaldo con unos cómodos cojines. Elígelos con diseños en color, que aporten cierta alegría. Y no te olvides de la calidez. Si la terraza está techada, las fibras naturales son una magnífica opción. 

Por muy pequeña que sea tu terraza siempre hay espacio para un mini sofá de dos plazas en el que sentarte cómodamente. En este caso, serán los complementos los que pongan el plus decorativo. Así, unas plantas mini sobre la mesa auxiliar y unos cojines con unas fundas con un estampado veraniego son clave para convertir una terraza anodina en todo un paraíso de color y confort. 

Si no quieres saturar la terraza de muebles que, además, después no vas a tener espacio para guardar, apuesta por un set plegable de mesa y sillas. Esto es especialmente importante en zonas costeras, donde el salitre de todo el año puede terminar estropeando tu mobiliario. Pero si es plegable, podrás almacenarlo en un rincón de tu casa durante la temporada de invierno, cuando no se pueda usar la terraza. También hay fundas que protegen este tipo de muebles. 

En cuanto a los materiales, la madera es una opción infalible, pero tiene la desventaja de que necesita ciertos cuidados. En cambio, materiales como el acero pintado con pintura polvo es una opción resistente y que quedará genial en tu terraza. 

Si quieres una terraza que sea cambiante y que se adapte a cada momento, sin importar su tamaño reducido, puedes apostar por decorarla con un sofá y una mesa y añadir un par de puffs de fibras vegetales que sirvan bien como reposapiés o como asientos extra cuando recibas visitas. Podrás moverlos y colocarlos donde desees cuando no se estén utilizando y te darán servicio cuano sea necesario.  

Las líneas curvas son grandes aliadas de los espacios pequeños. Además de eliminar las incómodas esquinas, con las que es habitual darse algún que otro golpe, ofrecen un look más orgánico y liviano. Esta terraza, por ejemplo, agrupa varias buenas ideas que ya hemos visto. Un banco suspendido, una mesa redonda y, además, plegable, al igual que las sillas. Cómoda, funcional y versátil.   

Cuando no hay muebles, los espacios nos parecen todavía más pequeños. Partiendo de aquí (de verdad, ¡es cierto!) para crear una zona de comedor al aire libre que resulte muy ligera escoge un juego de silla y mesas plegables de jardín en hierro. Sí, esas de las antiguas casas de campo. Tendrás un rinconcito perfecto para desayunar el fin de semana, tomar el brunch, el drunch ¡y todo lo que inventen! Pero si eres de los que invita a menudo (a casa, claro) entonces prioriza una zona de comedor un poquito más amplia. Quizá tengas que renunciar a tener más de un ambiente en la terraza, pero mejor uno bien hecho que dos incómodos.

El momento sofá es, indiscutiblemente, uno de los más esperados del día. Pero, cuando es el de la terraza, el efecto “qué gusto” se multiplica. Para ahorrar espacio hay truco. O mejor dicho, ¡trucos! Si tienes una esquina, lo ideal es un sofá rinconero o de obra. Además de sumar asientos, es genial para cuando montes aperitivos o el momento de las copas de después de cenar (y también es perfecto para tumbarte a tomar el sol). Bancos, sofá de poco fondo y mesas de centro poco voluminosas o ligeras, para poderlas mover fácilmente, son otros de los mejores aliados.

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La combinación de materiales es uno de los éxitos de este pequeño porche: paredes de piedra, mesa de madera natural y textiles en lino y algodón. 

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A veces, contamos con un gran jardín, pero con poca zona para ubicar un salón o comedor de exterior. Es el caso de esta casa, donde se ha optado por crear un pequeño comedor en la terraza con una mesa redonda y sillas tipo director de estilo natural. El rincón tiene unas vistas magníficas y las lámparas de techo en blanco terminan de sumar el toque decorativo y original

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Cuando se abre la veda (léase cuando llega el buen tiempo) de repente la terraza es la reina de la casa. Llénala de plantas para que, cada vez que salgas, sientas que entras en otra dimensión: una jungla, la selva, el campo… Para que no quede monótono y se vea más natural, combina varias plantas de diferentes alturas y tipo de verde, y colócalas repartidas por toda la terraza. Si puede ser, también en distintos niveles: en el suelo, sobre un escalón, encima de la mesa… Además, las plantas también pueden convertirse en una valla natural para mantener la privacidad de los vecinos más curiosos (no los habrás visto, pero los tienes… ¡nunca falla!).

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Una idea genial para la decoración de una terraza pequeña es poner una barandilla de cristal, que amplíe las vistas y ayude a que el espacio se vea mucho más grande. Después, dependiendo del espacio del que dispongas podrás colocar un pequeño salón exterior, como en esta terraza, sin miedo a que resulte agobiante. 

Dos butacas de mimbre y una mesa auxiliar de un diseño superligero. Esta idea es para las terrazas más, más pequeñas. El conjunto servirá para que te relajes cómodamente con o sin compañía y también para una cena rápida o un desayuno de domingo. Si buscas una terraza con encanto, con esta idea lo conseguirás.  

Cuando una terraza es pequeña, una buena idea para no saturar el espacio es incluir muebles de diseño ligero. Las sillas plegables son una buena opción, pero también los diseños en acero inoxidable que resistan las inclemencias del tiempo y la corrosión salina, muy importante si tu casa está cerca de la costa. 

Cuando los metros escasean, no quieras colocar demasiadas piezas: con una cómoda butaca y una mesa auxiliar que te permita crear un rinconcito chill out en tu terraza para disfrutar de un buen libro o, simplemente, relajarte. 

Incluso en terrazas pequeñas la sombra es un bien muy preciado que no podemos dejar de tener en cuenta. Si es cubierta, como la de la imagen, puedes colocar un toldo para terrazas (se bajan completamente creando cerramientos muy íntimos). Pero si es abierta puedes colocar una pérgola metálica con cañizo o un toldo de palillería (los que van con rieles en una estructura). ¡Las opciones son muchísimas!

No hay nada mejor para aprovechar el espacio en una terraza pequeña que planificar un banco de obra que no deje ni un solo centímetro sin aprovechar. Utiliza la pared de la barandilla si la que da a tu casa tiene una puerta de acceso que te lo impide. Añade después unos cómodos cojines y tendr��s un espacio acogedor y extra cómodo. 

Las plantas son un recurso perfecto para decorar una terraza pequeña, pero ante la falta de espacio, ¡colócalas en la barandilla! Puedes colgarlas de ella (hay soportes especiales para ello) o convertir la misma barandilla en una gran jardinera que decore, dé frescor y vitalidad al espacio.  

Si tu terraza, además de pequeña, no cuenta con cubierta, atenta a esta idea de decoración. Además, de un banco de obra, de los que ya hemos hablado, puedes añadir un pequeño porche de cañizo que dé sombra. No tiene que ser demasiado grande, aunque si la cubre por completo (y los estatutos de la comunidad lo permiten) estarás protegido a cualquier hora del día. 

Y de líneas sencillas que potencian la ligereza y la amplitud. En las terrazas pequeñas, menos es más. Por eso no se trata solo de elegir pocos muebles, estos tienen que ser funcionales y de aspecto liviano para que el espacio no se sienta saturado. Aquí un sencillo banco, con unas mesas tipo nido, que puedes mover cómodamente, y un par de puffs, bien para los invitados o para colocar los pies y relajarse cómodamente con una puesta de sol. ¿Quién da más?  

Esta terraza aunque parezca amplia no lo es. ¡Es el efecto del blanco! Desde los sofás hasta la pérgola de metal. Todo es blanco. La única nota de color la ponen los complementos en aguamarina, que parece fundirse con el océano de fondo. Si te fijas, los sofás de cuerdas son de color gris, de manera que potencia la elegancia del espacio sin saturarlo. 

¿Cómo conseguir el estilo de los rooftop más famosos de la ciudad? Envolviendo tu terraza en madera. Conseguirás que sea estilosa y acogedora a partes iguales. Si quieres que tenga un look unificado, utiliza el mismo tipo de madera y grosor de listones en suelos y paredes. También puedes revestir el sofá, si es de obra, o los maceteros con ella.

Que ocupan poco cuando están colocados, pero que guardados se reducen a la mínima expresión. Los muebles plegables son un must en terrazas muy mini. Además, así podrás guardarlos en cualquier sitio durante la temporada que no le deis tanto uso a la terraza. 

Si tu terraza es de pequeñas dimensiones, no intentes que te proporcione muchos servicios. Elige uno, bien como zona de relax o bien como comedor exterior, dependiendo del uso que le prefieras dar. Así, además, podrás disfrutar más cómodamente de tu terraza. Aquí, se ha destinado a un cómodo comedor exterior, dejando espacio alrededor de la mesa para poder pasar cómodamente.  

No tienen por qué ser todos los muebles de madera. O de ratán. O de acero. ¿Por qué no mezclar elementos distintos? Mira qué efecto más acogedor se consigue combinando todos esos elementos. Sin abusar de ningún material, pero realzando su presencia. 

Porque no debes conformarte con unos muebles sencillos y que no te digan nada. Si te gustan los espacios con personalidad, no dudes en añadir una silla Acapulco, como la de la imagen. Además, los muebles de cuerda, ¡están de moda! Y no necesitas hacer una gran inversión, hay muchas marcas low cost que tienen imitaciones muy logradas.

Son la clave de este pequen~o balco´n que parece una postal tropical. Las plantas de hoja ma´s grande son ave del paraíso. Debajo, helechos y, en el rinco´n, fatsia japo´nica (Aralia). A su lado, las butacas livianas quedan muy elegantes.

Ya hemos hablado de los muebles ligeros y bancos volados, pero hay más cosas que se pueden hacer para que una terraza pequeña parezca algo más grande. Una barandilla de cristal es un recurso fantástico para ampliar visualmente el espacio. Al eliminar barretas visuales parecerá que se multiplican los metros. 

Una terraza pequeña también puede presumir de ser todo un vergel. Si dejas que unas trepadoras, como la hiedra o la buganvilla, se suban por las paredes, disfrutarás de su belleza, pero también de todos los beneficios que aportan las plantas. Y es que el espacio ganará en frescura y actuarán como barrera ante el calor. 

Vale que una terraza es perfecta para sacarle todo el partido con las buenas temperaturas, pero es no significa que no puedas utilizarla el resto del año. Para ello, la elección de los textiles es clave. Mantas de lana, de pelo o de borreguito sumarán calidez al ambiente y te ayudarán a estar mucho más a gusto. 

Aunque pienses que en tu terraza no cabe nada, ¡estás equivocada! Si no te atreves con muebles más contundentes, instala un par de bancos volados haciendo una L. Después recuerda de llenarlos de muchos cojines para que los asientos sean extra cómodos. Y será suficiente para disfrutarla como se merece.

¿Sabías que materiales como el pavimento cerámico o el composite queman más? Si vas a utilizar mucho tu terraza y te gusta andar descalza, apuesta por unas baldosas de madera. Hay algunas en clic superfáciles de instalar. Eso sí, tendrás que darles un tratamiento anual para que se mantenga en buen estado. ¡Pero queda taaan bien que seguro que no te cuesta nada!

Es que en las terrazas pequeñas (en cualquier espacio mini, en realidad), las paredes son un recurso más para dar calidez. Por eso forrar una pared con listones de madera subirá la temperatura y la hará menos fría.

Cambiar el sofá por un banco es una solución ingeniosa para decorar una terraza pequeña. Si lo haces volado ocupará muy poco espacio y la terraza parecerá más grande. Un truco: hazlo con la misma madera que en la pared para conseguir continuidad visual.

Asi´ es este balco´n proyectado por la interiorista Asun Anto´. La calidez la aporta la madera con la que revistieron el suelo y el banco. El color, los cojines de rayas y los estampados, algunos de ellos vintage. Y la frescura, los arbustos, que dan intimidad en las jardineras y decoran en las macetas.

Un sofa´ en esquina y un taburete econo´micos, combinados con cojines de lino de rayas, plantas de diferente forma y taman~o, una alfombra bonita y una mesita de rata´n han llenado de encanto este balco´n. La interiorista Meritxell Ribe´-The Room Studio no necesito´ nada ma´s para este mini salo´n de exterior.

Sin problema. Pues una mesa con la misma forma será perfecta. Forra el patio con madera, en el suelo y en las paredes, y dale luz con los muebles en blanco y mantelería clara. Aquí siempre tendrás mesa reservada. ¡Descubre más ideas para decorar tu terraza (sea cual sea su tamaño y forma)!

 El suelo y la barandilla son de madera de ipe, muy resistente a la intemperie. Si no la aceitas, con el tiempo coge un tono gris muy romántico, que hace juego con las sillas de metal y la mesa vintage.

La madera reviste, crea los bancos y protege la terraza de miradas ajenas. Una buena solución para planificar espacios recogidos. En los bancos, los respaldos de colchoneta consiguen darles look de sofá.

Un espacio pequeño puede invitar al relax tanto como el exterior más espectacular. ¿Cómo? Con colchonetas y cojines mullidos y tejidos de tonos frescos y luminosos.

La fiebre por el sol tiene un tiempo limitado. Cuando llevamos mucho rato expuestos, apetece un descanso. Así que si tu exterior es muy soleado necesitas un toldo o una pérgola. No ocupan espacio y te permitirán aprovechar al máximo esta zona, con lo que estarás ganando metros cuadrados en casa.

¿Tienes una esquina? Pues conviértela en un salón exterior con un sofá rinconero. Una base de madera, colchonetas mullidas y muchos cojines. La valla de madera no solo mantiene la intimidad, sino que se convierte en el respaldo del sofá.

¿Terraza mini? Un reto muy bien superado en esta azotea. Las mesas de jardín en hierro son suficientes para un desayuno, para hacer el aperitivo e incluso una cena íntima. 

A la hora de decorar una terraza pequeña las plantas de alturas y verdes distintos crearán un efecto de profundidad. Como lo lees. Tu terraza parecerá más grande, siempre y cuando tengas en cuenta dejar las zonas de paso bien despejadas.