30 /30

1.

Moderna, pero clásica

Sí, aunque parezca una paradoja, esta puerta con molduras se ha reciclado para crear una versión más actual, gracias a colgarla de un riel de hierro que la convierte en corredera. 

2.

Combina lacado y madera

¿Y qué nos dices de mezclar marco lacado con puertas de madera al natural? Quizás no se te había ocurrido esta posibilidad, pero mira lo bien que queda. 

3.

O píntalas

O al contrario. Si quieres renovar tus puertas sin obras ni grandes gastos, tu mejor opción es pintarlas. El look de tu casa cambiará por completo y de un plumazo o, mejor dicho, brochazo. Si quieres saber cuánto cuesta pintar las puertas, aquí tienes el presupuesto orientativo

4.

En gris antracita

Si hay un color neutro y elegante, ese es el gris oscuro. En esta habitación, la original puerta con molduras se ha fusionado con las paredes de la estancia, dando amplitud y continuidad. 

5.

Puerta corredera de granero

Las puertas de granero o barn doors tienen su origen en Estados Unidos, concretamente en la América rural. Como indica su nombre, estas puertas se usaban en las granjas porque, a pesar de ser grandes, se podían abrir y cerrar fácilmente al ser correderas. Si te gustan y quieres saber más sobre ellas, haz clic aquí

6.

Están pero no están

La separación entre salón y comedor es un clásico en pisos antiguos. Muchas veces se opta por derribar el tabique que separa ambas estancias, pero si de quiere conservar cierta independencia, estas puertas con estructura de hierro y cristal, resultan ideales. Son correderas, así que cada panel se monta sobre el otro, ocupando cero. 

7.

Puerta corredera con cuarterones

Esta puerta corredera con estructura de madera lacada en blanco y cristal al ácido para los huecos de los cuarterones es práctica y elegante a partes iguales. Conecta y separa a la vez, sin dejar rincones sin uso. El dibujo en cuadrícula ofrece una imagen muy racional y atemporal. 

8.

Con riel escondido

Si la opción de un riel tan protagonista es demasiado industrial para tu gusto, siempre puedes optar por esconderlo tras un panel de DM lacado en el mismo tono que la puerta, en este caso blanco roto. El tirador escogido hace que sea más fácil manipular el sistema. Puedes combinar diferentes tipos de puertas en un mismo proyecto, correderas o no, dependiendo de la necesidad del espacio. 

9.

Puertas que desaperecen

Es la opción más pulcra de todas: puertas corredras que se meten en el muro cuando se abren. Eso sí, requieres una pequeña obra, por lo que su coste es más elevando, aunque en muchas ocasiones el resultado lo merece. Butacas del estudio de Meritxell Ribé-The Room Studio, mesa auxiliar de ratán y alfombra, de Sacum.

10.

Lacada en blanco

Otra versión de la opción anterior, pero esta vez toda lacada en blanco. Puede ser de doble hoja, como esta, para comunicar espacios grandes, o de una sola hoja que se mete por un hueco del muro, para cubrir vanos más pequeños. Sillas de Sit Down, lámpara de techo de Marset, papel pintado Jungle de Laia Costafreda para Coordonné.

11.

Con espejo

Si le añades este plus a la puerta de tu dormitorio o vestidor, la convertirás en algo más que una puerta. Esta corredera que conecta dormitorio y living no puede resultar más práctica y decorativa. Su tirador negro, grande y robusto, es ergonómico. 

12.

Adiós pasillo

Si no te gustan estas casas con pasillos llenos de puertas, pásate a la maxipuerta que hace de pared. Esta gran idea se ha realizado a medida, con una puerta corredera abatible y acristalada, a modo de tabique separador con el comedor, con cristal al acido y carpintería en blanco.

13.

Con molduras

Las puertas con molduras siempre dan un toque chic y clásico al espacio. En esta ocasión, la puerta se adapta como un guante al hueco abuhardillado del baño. Se ha lacado en un tono crema, muy cálido. 

14.

A rayas

Ya se sabe: las rayas estilizan. Las puertas que dibujan franjas, ya sean verticales u horizontales, amplían a lo alto o ancho una estancia, además de ofrecerles un plus de estilo. 

15.

Reutiliza las puertas

Si has reformado un piso antiguo, no tires las puertas. Recíclalas y conviértelas en puertas correderas, pintándolas y colgándolas de un riel superior, con herrajes en negro. Quedan así de bien. 

16.

Puerta batiente con visillo

Le darás intimidad y estilo. Este tipo de puertas encajan a la perfección en estancias como la cocina, ya que les dan un aire country chic muy favorecedor. Si quieres ver saber cómo acertar con la elección de la puerta de la cocina, te lo contamos aquí

17.

Al natural

A menudo, decapando las puertas existentes te puedes encontrar auténticos tesoros. Se trata de quitar con una lijadora la pintura y dejar al descubierto la madera original. Eso sí, deberás asegurarte que son puertas macizas para llevar a cabo este trabajo. 

18.

En gris, a juego con el mobiliario

Buscar puntos en común entre estancias dará un mismo sentido a todo el proyecto decorativo. En este caso, las puertas se han lacado en un gris muy sutil a juego con el mobiliario de baño. 

19.

Una puerta escultural

Esta puerta corredera chapada en roble ha sido realizada por Une Proyectos. Además de estar hecha a la medida del espacio a cubrir, su diseño, con pequeñas hendiduras rectangulares, resulta escultural. 

20.

Puertas plegables para un aire industrial

En este proyecto de Jeanette Tresig se quería integrar la cocina en el ambiente común, sin perder luz, pero preservando a los espacios de living de olores. La mejor opción: puertas plegables con perfilería metálica en negro, hechas a medida. 

21.

Las clásicas doble hoja

Este tipo de puertas dobles se suelen encontrar en las estancias principales de pisos antiguos, donde el vano de paso a cubrir es ancho. Dan un aire muy señorial al espacio y permiten mucho juego. Piensa bien hacia donde quieres que abran, para no dejar rincones sin uso o que topen con muebles. Estructura de madera y cuerpo de cristal, opaco o transparente, es la versión más clásica, que permite el fluir de la luz. 

22.

Persianas de madera plegables, también en el interior

Sin duda una apuesta arriesgada, pero que queda genial en casas de estilo mediterráneo. Se trata de llevar las típicas persianas de exterior a estancias interiores, para comunicarlas con originalidad. Al ser plegables, abiertas apenas ocupan espacio y conectan (o cierran) habitaciones, dejando pasar la luz en la medida que se desee. 

23.

Puertas pintadas en rosa

Puede resultar una opción un tanto arriesgada, pero pintar las puertas en un tono llamativo hace que las conviertas en protagonistas absolutas del espacio. Si optas por esta alternativa, unifica el tono de todas las puertas de casa para que tengan coherencia. 

24.

A juego con las vigas y los complementos

Otra de las ventajas que tiene pintar las puertas es que puedes elegir tu tono preferido y luego coordinarlas con complementos decorativos y textiles. En este dormitorio, el azul crea una escena relajante. 

25.

¿Una puerta giratoria en casa?

Si el espacio lo permite, mira lo espectacular que queda. Abre y cierra espacios desde un eje central instalado en el techo, resulta ligera y se convierte en todo un tabique móvil en el distribuidor. 

26.

Efecto camaleón

Si escoges una puerta que se mimetice con su entorno, lograrás el efecto camaleón y solo delatará su presencia el tirador. Para dar continuidad a los espacios, ya sea como en este caso en madera o bien si la escoges en blanco sobre paredes blancas. 

27.

Decapada en verdes y azules

La puerta de este baño posee una gran personalidad. Es en sí misma un objeto decorativo que da paso a un aseo no menos original y encantador. Las puertas sirven para aislar espacios pero, si las escoges con estilo, también son capaes de decorar. ¿Te atreves con este DIY?

28.

Tres hojas de cristal

O las que hagan falta. Este tipo de puertas correderas son las más ligeras por las que se puede optar. Dejan pasar luz y vistas a sus anchas, pero no ruidos y olores. Este espacio ha sido diseñado por Del Pino & Del Valle Arquitectura e Interiorismo.

29.

La opción con la que nunca te equivocarás

Blanca y lisa, con tirador cromado mate anti-huellas. Es la opción más sobria, apta para todos los gustos. Es un tipo de puerta con la que irás a lo seguro, sin arriesgar. Además, el blanco da luminosidad y amplitud a los interiores, y no pasa de moda. 

30.

Estilo rústico

Con manillas en forja, proporciona más calidez que el color blanco. Esta puerta recuperada pesa lo suyo, tanto literal como visualmente, así que lleva la batuta en cuanto al estilo del espacio. 

Piensa un momento: ¿cuánto hace que no renuevas las puertas de casa? Son las grandes olvidadas en decoración, pero el papel que desempeñan es muy importante, tanto a nivel práctico como estético.

La amplia variedad de puertas disponible abarca no solo todo tipo de acabados, sino también de estructuras, que incluyen desde las más económicas de interior hueco y acabado melamínico hasta las más costosas de madera maciza. Entre medio, destacan las de aglomerado con acabado lacado o de chapa de madera natural, que son la opción más habitual por la buena relación entre precio y prestaciones.

Cuestión de precio

Las puertas practicables son más económicas que las correderas debido a que éstas últimas incluyen o bien un kit de revestimiento para el cajón metálico, o bien un mecanismo de corredera vista. Algo similar ocurre con las puertas acristaladas, adecuadas para zonas que no cuenten con una entrada directa de luz natural.

Siempre será más caro un producto que tenga características especiales, entre las que se pueden contar también bisagras ocultas o pivotantes, herrajes de acero inoxidable o manijas de latón macizo en lugar de estándar.

Las puertas lacadas en blanco son las que actualmente más se instalan. Su principal ventaja es que contribuyen a aportar luminosidad a los espacios y se trata normalmente de modelos en MDF macizo de alta densidad, lacados en blanco.

Las puertas de madera maciza son las más caras, aunque a su favor tienen su belleza y durabilidad. Sus precios varían mucho en función de la variedad de madera escogida. Las de pino serían las más económicas, mientras que las más caras son las de nogal.

Las más costosas son las fabricadas a medida, en maderas nobles, por lo que optar por medidas estándar, es decir, 203 cm de alto por anchos de 62,5, 72,5 ó 82,5 cm, será una ventaja. Cuando se tiene un presupuesto ajustado, lo más aconsejable es atenerse a estas dimensiones ya que la fabricación a medida encarece notablemente el precio final.

Cuando las puertas no pertenecen a una misma tirada, puede pasar que la tonalidad del lacado no sea el mismo o que el veteado de la madera sea distinto, así que, ya que te pones, cámbialas (o píntalas) todas de golpe.