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La puerta batiente de toda la vida

 La forma en que se relacionan los espacios entre sí, el tamaño del hueco y la distribución de los muebles marcará la definición del sistema de apertura más cómodo en cada caso. La puerta batiente, que se abre hacia fuera o dentro mediante bisagras, es la opción más común y económica, ya que no requiere obras.

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¿Hacia dónde se abre?

 Fíjate muy bien hacia donde quieres que abra (dentro o fuera), no solo por una cuestión de ergonomía, sino por no dejar rincones en desuso muy grades o topar con muebles o radiadores en el acceso. 

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Abre paso a la luz

Si escoges un modelo de puerta con una parte acristalada, no entorpecerás el paso a la luz natural. Si deseas privacidad (cuando los cacharros sucios aún andan por medio), puedes poner un visillo fino como solución para ocultar sin restar luminosidad. 

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Sin nada que ocultar

Para lograr una imagen más actual, unir ambientes (sin mezclar olores), obtener más luz y amplitud, las puertas como esta, batiente pero con la parte superior acristalada son ideales para la cocina. Mobiliario diseñado por Jeannette Trensig. ¿Qué puerta te conviene más?

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De dos hojas

Si el hueco de entrada a la cocina es grande, no bastará con una puerta batiente de una hoja, sino que deberás recurrir a las de dos. Más ligeras y versátiles, ofrecen mucho juego. 

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La puerta corredera superficial

Con una puerta corredera te ahorras 1,5 m2 de superficie y además no dejas zonas desaprovechadas por el giro de la puerta. ¿Te dan pereza las obras de instalación? La corredera superficial es la única puerta que te permite una instalación sin obra. Se cuelga de un riel anclado en la parte superior del marco y se desliza por fuera. 

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Correderas XL

 Que las puertas correderas regalan espacio de pared y suelo, lo teníamos claro, ¿pero también de techo? Pues sí. Se consiguió que esta cocina pareciera mucho más grande llevando las puertas hasta el techo. El efecto óptico conseguido es el de techos más altos y con ello, mucho más espacio.

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Tabiques móviles

 ​Las hojas pueden llegar a ser de dimensiones importantes: las hay de hasta 3 m de ancho. Esto permite llevar a cabo proyectos muy versátiles de distribución de ambientes, uniendo o separando cocina y comedor, ya que son auténticos tabiques móviles. 

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Las puertas correderas empotradas

 Son las más sutiles, ya que la hoja queda oculta en el interior de un tabique de obra, en una estructura doble realizada con paneles de cartón yeso o bien con una estructura prefabricada. De este modo, además de resultar más sólidas y estancas, pueden aprovecharse las paredes con total libertad.

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Materiales para la estructura

 Las más sencillas son huecas, cuyo interior se forma con un cartón de nido de abeja, que se reviste con chapa de DM. Son menos resistentes y aíslan menos del ruido. Las más robustas, aislantes y de mayor peso y resistencia son las macizas, que pueden ser de madera natural, de tablero aglomerado o de DM. 

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Las puertas de vidrio

 Son una opción que te permite no solo un mantenimiento nulo, sino la opción de jugar con vidrios transparentes, opales o de color. Se pueden elegir tanto para sistemas practicables como correderos. Conviene que sean templados o de seguridad.

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Hojas fijas+móviles

Las hojas se pueden combinar con paños fijos, tanto en los laterales como en el dintel. En este resulta útil instalar un paño de vidrio, como en la imagen, para no perder la continuidad del techo y ganar luz natural.

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Materiales para los marcos

Los más resistentes a la humedad, algo imprescindible cuando se trata de una puerta para cocina, son los de madera. Otras alternativas son los de DM hidrófugos y los de aluminio.

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Los acabados

El aspecto final de la hoja se elige en base a una idea de conjunto. Si buscas puertas que se integren cien por cien en el resto de la decoración, elige acabados que se puedan pintar o modelos acabados de fábrica. Si llevan tapajuntas, tienes dos opciones para las mismas: que sean del mismo color de la hoja o, por el contrario, que se destaquen, pintándolas en un color que contraste o integrándolas en la tonalidad de las paredes.

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¿Qué me puede costar?

 El mundo de las puertas de interior es muy amplio y existen soluciones para todos los bolsillos. Las más baratas valen en torno a 120 euros (IVA incluido), montadas tipo block y con la manilla incorporada. Tanto los modelos acristalados como los de tipo corredero resultan hasta un 30% más caros.

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Conexión con gusto

En lugares en los que no se quiere obstaculizar el paso de la luz pero se quiere garantizar una cierta privacidad, las correderas de vidrio matizado son la mejor opción. Aunque las hay completamente lisas, los modelos con grandes cuarterones como éste, pueden aportar una nota industrial al ambiente.

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¿Cómo se instala una puerta corredera?

Hay varios sistemas, pero todos se basan en una guía superior con rodamientos y un guiador inferior que le da estabilidad. Las diferencias están en el lugar donde se instala la guía y en si la hoja tiene un deslizamiento sobrepuesto u oculto. Si necesitas un cierre más hermético convendría elegir un sistema de deslizamiento empotrado.

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Puertas pivotantes

La apertura pivotante deja las paredes intactas y libres de molduras, gracias a que gira sobre un eje vertical. Es útil también para repartir el ancho de hoja entre dos espacios. Este sistema permite cerrar vanos amplios con una única hoja, lo que aporta limpieza visual al espacio y simplifica la apertura. 

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Puertas plegables

 Se componen de un número determinado de hojas con varias opciones de plegado. Su mayor ventaja es que cuando están plegadas ocupan poco espacio y permiten una buena comunicación visual entre ambientes, por eso, conviene emplearla en vanos amplios y en donde no sea posible instalar una corredera. Estas, en blanco, separan el comedor del pasillo y con sus cuarterones de cristal permite pasar la luz del exterior al comedor.

La puerta de la cocina es quizás la que más se abre y cierra, tras la de la entrada (y la del frigorífico, ejem). De ahí la importancia de escoger un modelo que, no solo quede perfecto en la decoración, sino que también resulte extremadamente funcional.

Si tu cocina es oscura, ves directamente a las puertas de cristal, para que la luz natural se cuele. Este material también es el mejor para conectar espacios y lograr mayor sensación de amplitud. Si lo que buscas es privacidad, las batientes o practicables y las correderas, en todas sus variantes, con un acabado de madera o DM serán las más apropiadas. ¿Que quieres que pase inadvertida? Píntala del mismo tono que la pared. ¿Que deseas que destaque? Píntala de otro color o recurre al acabado envejecido o decapado, tipo rústico-vintage.

Y si no puedes cambiarte la puerta de la cocina, un truquillo: ponle un tirador nuevo y le darás un toque distinto.

¿Qué medidas has de tener en cuenta?

  • Las practicables de una hoja, tienen anchos de 62,5 cm, 72,5 cm y 82,5 cm, con alturas de 203 cm.
  • Las puertas dobles cubren anchos de 125 y 145 cm.
  • Para cocinas y baños se suele usar la de 72,5 cm. Atención a los muebles que hay que pasar por estos huecos o si en la casa hay personas que necesitan silla de ruedas.
  • Para que las correderas empotrables se puedan instalar hay que contar con el cerco, el ancho útil de paso y el ancho del esqueleto en el que se oculta la hoja. Por ejemplo, para 70 cm de ancho de paso tienes que considerar 153 cm.
  • Hay huecos que, por su tamaño o diseño, vas a necesitar una solución a medida. Si tienes que cerrar un vano amplio, considera los sistemas correderos colgados de techo o los pivotantes.

Aquí y aquí podrás ver los tipos de puertas que están de tendencia. Apuestas diferentes que le pueden dar un nuevo aire a tu cocina de inmediato. Una opción u otra ¡quedan de miedo!