La curva es un recurso geométrico que dulcifica (y mejora) la percepción del espacio. Un interior de formas curvas se percibe como agradable y acogedor y, en cierta medida, es un espacio que "abraza y acoge", en palabras de la arquitecta Laura Ortín, fundadora del estudio L'aura Ortín Architecture for Happiness. Hemos hablado con ella, y con otra reconocida arquitecta, sobre qué ventajas tiene vivir en espacios curvy y por qué diseñan interiores en los que las formas redondas son protagonistas.

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1.

Las curvas nos ayudan a disminuir el estrés

00535780_ALT_00001594 Salón con estores y cortinas en beis

Piso de la interiorista y pintora Andrea Soler. Salón con sofá de Eichholtz y cojines de La Maison. Alfombra, de BSB.

El Mueble

Para la arquitecta Laura Ortín, "las curvas son un elixir emocional, ya que disminuye el estrés, la ansiedad y la sensación de inseguridad". 

2.

La curva nos resulta familiar y nos conecta con la naturaleza

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Cocina del piso en Torres Blancas de la arquitecta María Lozano.

Germán Saiz / cortesía: María Lozano. DLab.

María Lozano, arquitecta y fundadora del estudio TheDreamLab, vive rodeada de curvas. El interior de su colorista piso en Torres Blancas, Madrid –una de las obras señeras de Sáenz de Oíza–, es una oda a lo redondo. "La naturaleza es intrínsecamente redonda, orgánica, curva –dice. Es el hombre con su ansia por racionalizar y hacer espacios eficaces el que tradicionalmente ha construido con líneas y ángulos rectos. En esa búsqueda por lo funcional perdemos la esencia de sentirnos abrazados por un espacio flexible, blando, cálido y familiar", continúa.

3.

Las formas redondas son acogedoras y producen sensación de alivio y seguridad

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Baño del piso en Torres Blancas de la arquitecta María Lozano.

Germán Saiz / cortesía: María Lozano. DLab.

Lozano, que ha firmado proyectos en Madrid, Nueva York o Shanghái, incide en que "vivir en un espacio con curvas es agradable, acogedor y extremadamente inspirador". La arquitecta asegura que estar constantemente rodeada de una arquitectura rompedora y poco convencional la incita a buscar alternativas más atractivas en todos sus proyectos.

También para Ortín las curvas significan “alivio, seguridad y calma; al contrario que las geometrías rectas y puntiagudas que nos transmiten peligro e incomodidad”, dice. Esa es la principal razón por la que a la arquitecta le gusta diseñar interiores en los que las curvas son protagonistas, como la casa ‘Curvy’ o la casa ‘Almez’, en Madrid y Murcia, respectivamente.

4.

Espacios más amplios y transiciones más suaves

Casa Curvy

Casa Curvy. Proyecto: Laura Ortín Architecture for Happiness.

David Frutos / cortesía: Laura Ortín Architecture for Happiness

En general, ¿qué aportan las curvas a un interior? “En el estudio utilizamos las curvas como un recurso geométrico para mejorar la percepción espacial. Visualmente, los espacios parecen más amplios”, explica Ortín. Además, la arquitecta explica que les ayuda “a suavizar transiciones, recorridos, ya que al no haber picos o esquinas nos sentimos acompañados y con tendencia a fluir. Y, por supuesto, se crean ambientes más amables al aumentar la percepción de belleza, seguridad, pregnancia y atracción”.

5.

Casas que te abrazan

Casa Almez

Casa Almez. Proyecto: Laura Ortín Architecture for Happiness.

David Frutos / cortesía: Laura Ortín Architecture for Happiness

No hay duda de que la experiencia del usuario en una vivienda con curvas es emocionante. Ortín cuenta que quienes viven en casas con formas redondeadas aseguran que, en cierta forma, la casa "les acompaña, les abraza y les acoge". También les aporta tranquilidad. "Hemos vivido habitualmente en espacios ortogonales que no nos han permitido habitarlos como lo que realmente somos: seres orgánicos", concluye Ortín.

6.

Cómo amueblar una casa redonda

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Piso en Torres Blancas de la arquitecta María Lozano.

Germán Saiz / cortesía: María Lozano. DLab.

Para Lozano, en una vivienda convencional dónde todos los ángulos son rectos es mucho más fácil colocar mobiliario estándar, pegándolo siempre a las paredes. La arquitecta afirma que en una vivienda con paredes curvas la cosa se complica, pero cree que lo más importante cuando se decoran espacios redondeados es “aceptar la curva, aprovecharla y ponerla en valor”.

7.

¿Y cómo distribuimos los muebles?

Muebles en una casa redonda

Proyecto de Meritxell Ribé

El Mueble

Según Lozano, en la distribución del mobiliario hay dos opciones: "colocarlo en el centro del espacio, casi a modo de isla flotante rodeado de las curvas, o diseñarlo a medida para que funcione con las curvas existentes".

Aunque en la primera opción necesitaremos disponer de unos metros cuadrados extra, si se prefiere mobiliario a medida será necesaria la ayuda de un diseñador, pero tendremos la oportunidad de "vivir en una casa única y extremadamente inspiradora", cuenta. Lozano apunta un truco que nunca falla: "optar por piezas de mobiliario más escultóricas para ensalzar aún más el juego de las curvas".

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