Loreto Prieto, interiorista: "Colocar la lavadora en la cocina es una mala idea porque rompe la estética"

"Esta tendencia responde a una evolución natural en la manera de entender el hogar y sus funciones. La cocina ha dejado de ser únicamente un espacio de trabajo para convertirse en el corazón social de la casa, un lugar de encuentro, de disfrute, y de diseño cuidado. Por eso, cada vez se busca liberar este ambiente de elementos que rompan con esa estética o generen ruido visual, como es el caso de la lavadora", explica la interiorista Loreto Prieto. Este es un proyecto de cuarto de lavado diseñado por su estudio (Ledesign4u).

Hemos querido saber cuál es el espacio perfecto para ubicar la lavadora si no es en la cocina, y Loreto Prieto nos explica que no hay un único lugar, sino que "el sitio ideal depende mucho del tipo de vivienda y del estilo de vida de quienes la habitan". Aunque, sí que considera que hay algunas ubicaciones clave por ser especialmente funcionales y estéticas, como en el lavadero, el interior de un armario, en el baño o en un trastero.

¿El motivo? La interiorista insiste en el uso de hoy de la cocina como espacio social, de reunión y disfrute. "En mi opinión, la lavadora en la cocina rompe la estética de la cocina e interfiere con otras actividades", menciona. Aunque hay lavadoras cada vez más silenciosas, siguen generando ruido, especialmente en el centrifugado. Esto puede resultar molesto si la cocina está integrada al salón o se usa como espacio de reunión.

Este concepto de "separar funciones" hace referencia a que cada vez se valora más dividir las zonas limpias y de vida (cocinar, comer, socializar) de las zonas de trabajo o servicio (lavar ropa, planchar, almacenar productos de limpieza).

Como estamos intentando "sacar" la lavadora de la cocina, ¡hay que buscar un hueco para este electrodoméstico imprescindible! ¿Puede parecer misión imposible reubicarlo en un piso pequeño? Para Loreto Prieto hay tres ubicaciones posibles: en un armario empotrado en el pasillo o entrada, en el baño dentro de un armario empotrado o en el tendedero o terraza cubierta.

Ya desde hace tiempo, ubicar la lavadora en el baño es algo habitual en muchos países. Es práctico por en el baño ya hay tomas de agua y desagüe. Se puede integrar en un mueble bajo o en una columna vertical. Y no deja de ser un espacio de limpieza. Es cómodo, además, porque al quitarse la ropa para una ducha, la lavadora queda a mano para ponerla.

Colocar la lavadora en un lavadero independiente o zona de colada es perfecto. Si la vivienda cuenta con un espacio, podrás ubicar lavadora y secadora, armario para los detergentes, una zona de almacenaje, un pequeño fregadero… Se puede crear ese cuarto de lavado en una galería o patio cubierto, en trasteros o en un espacio robado a la vivienda.

Ese armario puede estar en una zona de paso. Con las puertas cerradas nadie sospechará que allí hay un armario de limpieza que oculta la lavadora y, quizá, la secadora. Es una opción compacta que puedes solucionar con puertas abatibles o correderas.

Ten en cuenta que para el funcionamiento de la lavadora necesitarás que haya toma de agua, enchufe y desagüe. Si vas a ubicar la lavadora en un armario, además, piensa que necesitas un fondo mayor de 60 cm para el mueble, puesto que las lavadoras son voluminosas, los frentes (en los electrodomésticos que no son de integración) sobresalen y los tubos también ocupan un espacio en la parte trasera.

Si por espacio o instalaciones, la lavadora debe permanecer en la cocina, existen formas inteligentes de integrarla:

• Con panel para integrarla. Ocultar la lavadora tras una puerta que combine con el resto de los muebles de cocina. Visualmente, desaparece.
• Integración bajo encimera. Colocarla bajo encimera y alinearla con el mobiliario, cuidando que no rompa el ritmo estético del conjunto.
• Crear una zona de lavado dentro de una torre con lavadora, secadora y almacenamiento vertical, rematada con una puerta. 
• Zona técnica separada. Diseñar un pequeño espacio cerrado dentro de la cocina (tipo despensa-lavadero), con puerta opaca o de cristal esmerilado, para separar físicamente el área de lavado del resto.