Ana Belén y Víctor Manuel: "Vivíamos en un callejón sin salida, sin vecinos, y si lo piensas ahora, da miedo"

Durante los años más convulsos de la Transición española, el hogar de Ana Belén (74 años) y Víctor Manuel (77 años), se convirtió en blanco de amenazas muy reales. Su casa en Torrelodones, una vivienda aislada al final de un callejón sin salida y rodeada de campo, fue objeto de atentados con explosivos perpetrados por la organización ultraderechista Fuerza Nueva. Por suerte, en el momento del ataque, ambos artistas se encontraban de viaje en La Habana.

En sus memorias, 'Antes de que sea tarde', Víctor Manuel describe el entorno con la mezcla de ironía y desasosiego que da el paso del tiempo: "Vivíamos en un lugar que si lo piensas ahora da más miedo que entonces, en la última casa de un callejón sin salida, lindando con la vía del tren y sin vecinos alrededor, como no fuese fin de semana o verano". Años más tarde, decidieron construirse una nueva casa en una zona más transitada, aunque no se desprendieron de la anterior.

Pero incluso la construcción del nuevo hogar, sufrió un intento de sabotaje: un artefacto explotó en la estructura, y aunque la Guardia Civil restó importancia al hecho, el recuerdo permanece como un símbolo del precio que a veces impone la visibilidad pública. Ahora, todo ha cambiado, su realidad es otra. Viven felices y acaban de cumplir 53 años juntos, celebrándolos en un hogar en el que ahora se respira paz.

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El cambio a una casa repleta de paz, cultura y vida

Hoy la pareja ha encontrado una estabilidad muy distinta. Residen en el barrio de Prosperidad, en el distrito madrileño de Chamartín, en una vivienda de tres plantas con jardín, ubicada en una calle tranquila y arbolada cerca del Parque de Berlín. El cambio, no solo es geográfico, sino también emocional: su hogar actual transmite armonía, cultura y vida.

Un hogar repleto de paredes con cuadros, muebles funcionales y una terraza que actúa como un segundo salón. Y es que su casa está pensada para vivirla. Lo moderno convive con lo sentimental en una vivienda luminosa y serena, donde cada rincón habla de una vida intensa y creativa, rodeada de fotos familiares, objetos de sus viajes, obras de artistas amigos...

También en sus memorias, el cantante aborda su papel como abuelo con humor y ternura: "Como abuelo soy extraordinario, no soy un abuelo que maleduca, pero para poner los límites están los padres. Si comen chocolate, es en mi casa". Una frase que resume cómo la casa, ese espacio que hace unos años fue inseguro y amenazante, se ha transformado hoy en un lugar de disfrute y reunión familiar.

Otra casita en Menorca

En una entrevista con Jordi Évole, la actriz y cantante se refirió a Menorca como su "refugio íntimo", un lugar donde desconectar y disfrutar de la calma. Y es que aquí cuenta con otra vivienda de la que no ofrece detalles concretos sobre la propiedad, pero sabemos que la elección de esta isla no es casual: su belleza serena y su carácter reservado hacen de ella el contrapunto perfecto al bullicio de Madrid.

De aquel callejón solitario a una casa llena de vida y nietos, el viaje de Ana Belén y Víctor Manuel es también una historia sobre cómo los hogares, como las personas, evolucionan, se curan y encuentran finalmente su lugar. ¡Una historia de evolución!

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