Núria Selva Villaronga, arquitecta, sobre las duchas de 2026: "No me gusta la luz fría en el baño, usa bombillas de 2.700k, ganarás en calma y confort"

Nos preguntamos que ofrecerá la ducha más allá de lo meramente funcional en la próxima temporada. "La ducha ideal en 2026 será un refugio sensorial dentro del hogar. Ya no se trata solo de higiene, sino de bienestar. En un mundo acelerado, necesitamos espacios que nos inviten a parar, a reconectar con el cuerpo y con el presente. Por eso, el diseño de la ducha dejará de ser meramente práctico para convertirse en una experiencia envolvente y emocional", comienza la arquitecta Núria Selva Villaronga -al frente de su estudio NSV Arquitectura & Interiorismo- la entrevista.

Ella imagina una ducha donde la luz cálida y regulable nos acompañe en función del momento del día. Donde el sonido del agua se combine con una temperatura controlada de forma intuitiva, y donde cada textura -del suelo, de las paredes, del grifo- nos hable de calma, de confort, de cuidado.

La tendencia es que la ducha se integre en el baño. En este sentido, la arquitecta consultada nos indica que "visualmente, la ducha se integrará con el resto del baño en una armonía continua, sin interrupciones ni elementos superfluos. Estará diseñada con materiales nobles y sostenibles, que envejezcan bien y aporten una estética serena. No será una zona delimitada, sino un rincón más del baño donde se respire orden, belleza y autenticidad", como en este proyecto diseñado por ella.

"En los últimos años hemos vivido una transformación silenciosa pero muy significativa en la manera de entender el espacio de la ducha. Antes era una zona funcional, casi residual dentro del baño. Hoy se ha convertido en un elemento central del proyecto, tanto desde el punto de vista estético como emocional", asegura Núria Selva.

Este cambio viene impulsado por una nueva conciencia: la de que el hogar debe cuidarnos. "Ya no buscamos solo belleza, sino espacios que generen bienestar. Por eso, diseñamos duchas más amplias, abiertas, con luz natural cuando es posible, con materiales cálidos que invitan a quedarse unos minutos más".

"Menos elementos, más integración visual, soluciones empotradas, revestimientos continuos y una fuerte conexión con el resto del baño y, si se puede, con el entorno natural", explica grosso modo Núria Selva lo que vendrá. El resultado es un diseño más consciente, sereno y conectado con la vida real de quienes lo habitan.

La arquitecta nos responde: "Las duchas a ras de suelo, abiertas y de inspiración spa seguirán ganando protagonismo". Este tipo de solución combina accesibilidad, limpieza visual y una estética serena que se adapta a viviendas de todos los tamaños.

Ya lo deja claro en este punto la arquitecta entrevistada. La integración y la continuidad visual serán fundamentales en la ducha que viene, la que se impone en 2026. "La eliminación de barreras -visuales y físicas- aporta amplitud, confort y una sensación de orden muy buscada". Aquí veremos duchas sin mampara, pavimentos continuos y revestimientos que envuelven el espacio. Todo para "crear un lenguaje más armonioso y envolvente",  asegura la arquitecta del estudio NSV. 

"En 2026 seguiremos apostando por materiales que no solo sean bonitos, sino también seguros, duraderos y agradables al uso diario. La tendencia es clara: buscamos superficies cálidas al tacto, de fácil mantenimiento y con propiedades antideslizantes que garanticen seguridad sin comprometer la estética", explica.

• Los platos de ducha de resina con cargas minerales seguirán siendo una opción muy recomendada. Permiten acabados tipo piedra natural o pizarra, tienen una alta resistencia al desgaste y su textura es antideslizante, sin resultar áspera ni fría. Además, su bajo espesor permite duchas a ras de suelo, mejorando la accesibilidad y la continuidad visual.
• Otra solución cada vez más valorada es el microcemento aplicado in situ. Su aspecto continuo, sin juntas, aporta una estética minimalista y contemporánea, ideal para crear atmósferas serenas. Combinado con tratamientos antideslizantes, puede ser una opción muy segura y personalizable.
• También veremos cada vez más porcelánicos técnicos de gran formato, que combinan belleza, resistencia y tacto suave. Son perfectos para proyectos que buscan una imagen más refinada o incluso para duchas que se integran visualmente con el resto del pavimento del baño. 

"En 2026, el azulejo de pequeño formato volverá con fuerza, especialmente en colores empolvados o con esmaltes artesanales que aportan textura, brillo sutil y una riqueza visual única", nos adelanta Núria Selva. 

Otros revestimientos de tendencia para la ducha:

• Ganarán protagonismo los revestimientos lisos y continuos, como el microcemento, los porcelánicos de gran formato, la piedra natural o incluso la madera tratada. Todos ellos responden a una búsqueda de naturalidad, calidez y elegancia atemporal, ofreciendo superficies que envuelven sin interrupciones visuales y que favorecen una lectura más calmada del espacio.
• Veremos un aumento en el uso de materiales sostenibles y saludables: pinturas minerales como la cal, técnicas artesanales como el Tadelakt o los pavimentos a base de yeso y cal. Estas soluciones, además de aportar belleza, permiten que las paredes respiren, regulan la humedad y tienen un impacto ambiental muy bajo.

Hemos querido preguntarle a la arquitecta por el papel que jugará la tecnología en el diseño de la ducha. Ella está convencida de que será cada vez más relevante: "La tecnología se integra de forma silenciosa para mejorar la experiencia con griferías termostáticas, controles digitales de caudal y temperatura, duchas con cromoterapia o iluminación regulable que se adapta al momento del día. Son recursos que aportan confort sin invadir la estética".

Griferías empotradas, de líneas depuradas y acabados en negro mate, acero cepillado o incluso tonos cálidos como el bronce. No obstante, también veremos propuestas en acero inoxidable o cromado, especialmente en baños más neutros o minimalistas, donde la grifería pasa a formar parte de un conjunto armónico y sereno. "Desde un punto de vista técnico, crecerá la demanda de griferías termostáticas y soluciones que favorecen el ahorro de agua y energía".

Incorporan vidrios texturizados o serigrafiados, que aportan privacidad sin renunciar a la ligereza visual. Las soluciones correderas también tendrán su lugar en baños más pequeños.

En 2026, más allá del propio espacio de la ducha, son los detalles los que transforman la experiencia. Estos son los que no pueden faltar para Núria Selva:

• Nichos u hornacinas y zonas de apoyo integrados. Ayudan a organizar geles y champús sin romper la continuidad visual. Bancos o asientos moldeados en el mismo material del plato de ducha, para ofrecer un descanso ergonómico y mantener la limpieza estética.
• Iluminación en capas y control de escenas. Aprovechar al máximo la luz natural y reforzarla a través de superficies claras. Iluminar a través de capas: combinación de iluminación general, acento (por ejemplo, un aplique empotrado en el nicho) y funcional (tiras LED indirectas en el perímetro).
• Sistemas que permitan la regulación y la creación de escenas programables (luces muy tenues para visitas nocturnas, luz neutra para el afeitado o maquillaje, ambiente cálido para la relajación al final del día).
• Iluminación indirecta y cálida. Para crear ambientes envolventes. Luz indirecta empotrada en techos o paredes que evite reflejos fuertes y cree un halo acogedor. La temperatura de color para focos y tiras LED con tonos cálidos (2.700–3.000 K) para favorecer la sensación de confort y calma.
• Tecnología integrada con naturalidad. Sensores de presencia, controles táctiles o por voz, cromoterapia y sistemas de sonido opcionales…