Durante años, los platos de ducha a ras de suelo, se han impuesto como la opción favorita en los proyectos de renovación de baños. La idea de eliminar barreras visuales, ganar continuidad y lograr un efecto minimalista, sedujo a muchos. Sin embargo, en la práctica, no siempre resultan tan cómodos como parecen. De hecho, el agua suele filtrarse, siendo ésta su principal desventaja, provocando incomodidades y problemas de mantenimiento. ¿La buena noticia? Existen alternativas actuales que solucionan estos inconvenientes sin renunciar a un diseño moderno, funcional y estéticamente impecable.
Frente a las duchas tradicionales o incómodas bañeras, hoy encontramos propuestas mucho más prácticas y estilosas, como elevar el área de ducha de manera sutil pero efectiva. Esta elevación o cambio de nivel en el área de la ducha, mantiene la comodidad de acceso, refuerza la sensación de diseño pensado al milímetro, y también sigue permitiendo ese efecto de amplitud visual, poniendo fin, sobre todo, a ese inconveniente que tanto evitamos: las filtraciones de agua.
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