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1.

Marrón claro + blanco = extra de calidez

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Aplicado en un tono claro, el color marrón más el blanco le dará a tu salón un aspecto luminoso, cálido y acogedor. Cuanto más oscuro sea el color marrón, más se convertirá en punto focal de la estancia. En este salón, proyectado por la interiorista Asun Antó, están perfectamente equilibrados: la estantería, el suelo y los textiles en un suave color beige templa al blanco puro de paredes, sofás y complementos deco.

Librería, diseño de Molins Design. Cestos de fibras y jarrón, en Carolina Blue. Los cuadros son de Marta Ballvé y la lámpara procede de Coton et Bois.

2.

Añádele tonos rosados para darle estilo

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¿Crees que el color marrón oscuro es triste y aburrido? ¡Nada de eso! Dinamízalo con tonos dorados y coral y apuesta por tejidos con textura, como el terciopelo. En este salón que respira calma, la interiorista Lucía Mariñas lo ha hecho dándole a la estancia un toque señorial y muy chic. ¿Quieres conocer el resto del piso?

Sofá y mesa de centro, de Lucía Mariñas Interiorismo. Butaca de terciopelo, mesa auxiliar y sillas del comedor, de Westwing Now. Lámpara de sobremesa, de El Ocho.

3.

Juega al contraste

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Aquí tienes un buen ejemplo de que el negro combina bien con el marrón cuando contrasta con él. Fíjate en la mesa de este comedor: su sobre de madera clara contrarresta sus patas oscuras. Igual ocurre con las sillas, su estructura clara aligera el asiento de piel negra. ¡Ojo al detalle! Unos cojines en tonos pastel y un trío de lámparas bien combinadas suavizan aún más la estancia. ¿Un truco más? Utiliza el blanco en paredes para darle más luminosidad. 

4.

Mix & Match

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A la hora de decorar no solo has de tener en cuenta la combinación de colores, también de texturas y acabados. En esta cocina diseñada por Asun Antó se ha jugado con dos tonos de marrón, uno más oscuro y otro más claro, pero si te fijas los materiales son diferentes —madera y lacado—y uno de ellos es mate y el otro brillante. La guinda la ponen las lámparas de cobre suspendidas ¡fabulosas! El resultado es sumamente enriquecedor, como el resto del acogedor piso.

Muebles lacados y de madera diseñados por Molins Design. Encimeras, de Inalco. Lámparas de cobre, de Original BTC Ltd.

5.

Neutros bien proporcionados

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Ya sabes que el blanco es el neutro por naturaleza. Y ¿qué le ocurre cuando le sumas otro neutro, como el negro o un marrón color café, como en este caso? Que le da glamur a la estancia. Y si no fíjate en este salón y su acertada mezcla de blanco, beis y chocolate tan bien equilibrada. La luz del primero y la conexión con la naturaleza de los tonos tierra son la clave. ¿No te parece una combinación perfecta? 

Mesa de centro, modelo Vintage, mesas auxiliares, lámpara de sobremesa, modelo Indra, y alfombra, todo de El Corte Inglés. Cortinas, de Gancedo.

6.

Marrón y verde, lo más natural

Salón pared verde y sofá marrón

Sobrio, elegante y sofisticado. ¿Quieres que tu salón reúna estas características? Entonces, toma nota: coloca un sofá chester de cuero marrón y actívalo con un verde intenso en textiles y paredes, como en la foto. Aunque este es un color frío, puedes subir la temperatura de la estancia con beis y dorados. 

7.

Beis y gris, un toque atemporal

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Además del verde, ¿hay otros colores que combinan con el marrón? Sí, por ejemplo, el gris: otro neutro. En este discreto comedor diseñado por Elena Eyre, los armarios vajilleros pintados en un suave gris se complementan a la perfección con el beis de la madera y las sillas de fibra. Un toque de naranja en el mantel es suficiente para energizar la zona.

Mesa de herencia y restaurada. Sillas, de Little House. Lámparas, de Other Lamps. Flores de Colvin. Mantel, platos y ensaladera, de Conchita Plasencia. Individuales de Sacum.

8.

Marrón y amarillo ¡qué bien se complementan!

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¿Tu comedor es monocromático? ¿En él abundan solo tonos neutros? Necesita entonces una llamada de atención (o varias). Mira cómo lo han solucionado aquí: unas cortinas y unas lámparas suspendidas en un marrón chocolate sacan a la estancia de su zona de confort. Unas mimosas amarillas sobre la mesa ponen fin a la monotonía. Y en la pared, un cuadro con verdes y azules intensos actualizan el entorno.

Sillas, en Cado. Armarios, de DM, realizados a medida por el Estudio Miriam Marín.

9.

Con colores claros le resta seriedad

CORTINA MARRÓN

El color marrón no solo se obtiene mezclando azul, rojo y amarillo. Admite otras combinaciones: rojo y negro, rojo y verde o amarillo, negro y magenta. Cualquiera de ellas da como resultado ese color pardo que depende de cómo le de la luz se torna grisáceo, e incluso, verde. Es el que se ha elegido para confeccionar las cortinas de este salón, muy bien acompañadas por beis, grises, verdes y mostazas. Recuerda que en un mismo ambiente puedes elegir hasta 4 colores diferentes, siempre y cuando sean dos oscuros y dos claros.

Sofá y mesa de centro de Flexform.

10.

El marrón también relaja

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El color marrón es un buen transmisor de calma, por eso, es perfecto para decorar salones y dormitorios. La interiorista Asun Antó lo ha elegido en el dormitorio de esta casa. Para ello ha utilizado un cabecero de madera XL en un beis clarito que contrasta con la ropa de cama en color café, gris y ligeros destellos dorados. Así, el dormitorio respira un look muy natural que es lo que se buscaba.

Cabecero, mesillas y lámparas, de Cado. Banqueta, de Catalina House. Ropa de cama, de La Maison.

11.

Marrón oscuro con tonos pastel

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Aquí tienes justo el ejemplo contrario a la anterior imagen, se ha optado por un cabecero en marrón oscuro con mesillas integradas mientras que en la ropa de cama y en el banco, a los pies, se ha optado por colores más claros: verdes, beis y rosas pastel que lo dulcifican. ¡No te pierdas el papel pintado detrás del cabecero! Se ha elegido en un tono marrón suave, a juego con las cortinas, y en un estampado discreto, que frena en seco la contundente presencia del mueble de la cama.

Mobiliario diseñado por Chari Manzano y Marta Herrera. Papel pintado, de Casamance.

12.

Con rojo ¡qué subidón!

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Si al verde le añades más porcentaje de rojo dará como resultado ese tono marrón azafranado que levantará el ánimo de cualquier estancia. Aquí, se ha optado por decorar el recibidor con este color creando una falsa sensación de zócalo rematado por molduras. Para aligerarlo, la parte superior se ha pintado en un beis clarito, a juego con la consola de madera. Apuesta por objetos cobrizos, caobas y canelas en su decoración.

13.

Mezcla tostados ¡y a triunfar!

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Si buscas el significado del color marrón puede que encuentres connotaciones negativas porque simboliza lo caduco, lo marchito, la vejez... Entonces ¿por qué tiene tanto éxito en moda y decoración? Por sus múltiples tonalidades. ¿Acaso no te encanta ver el campo con esos tonos ocres y pardos en otoño? Ahí tienes la respuesta. Mezcla en tu casa distintas tonalidades de marrón y ¡verás qué éxitazo! En este salón se han combinado diferentes tostados y se han revitalizado con toques anaranjados y púrpuras.

Sofás de Tapicería Esteve. Mesa de centro de Hada y auxiliar, de India & Pacific. Alfombra de sisal de Ikea y pufs redondos de Merc & Cia.

14.

¿El marrón y el negro combinan? Sí, en los tonos adecuados

Jarrón tipo damajuana con forma orgánica en color marrón
Kave Home

Otra manera de decorar el recibidor radicalmente opuesta a la anterior imagen: deja las paredes en blanco y coloca un aparador bajo de color marrón oscuro, como este de nogal. Réstale seriedad con una decoración informal: unas damajuanas en un tono ahumado, un cuadro apoyado en la pared que armonice... Importante: cuanto más oscuro sea el color marrón, más difícil será su combinación con el negro. Inclínate mejor por los camel. Si vas a mezclar ambos, házlo con mesura, como aquí donde el negro en el marco o en la estructura del mueble es casi imperceptible.

 

15.

Chocolate con leche, sí rotundo

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Una forma muy sutil de utilizar el color café con garantía de éxito es hacerlo en estampados clásicos y atemporales. Aquí se han utilizado rayas marrones en las tapicerías de la butaca y los cojines, imitando el color de la mesa de centro. Funcionaría igual de bien si hubieras elegido un print floral o de cuadros. El blanco roto del sofá, la vitrina y las cortinas inundan el salón de luz. Una vez más, la mezcla de blanco y marrón nos da una lección de su buena sintonía.

Sofá, de Taller de las Indias, tapizado con tela de Les Créations de La Maison. Butaca de K.A. International, tapizada con tela de la misma forma. Mesa de centro, de Cometa Lledó.