Trucos y consejos para dar un look mediterráneo a tu casa. ¿Quieres saber cómo?

El estilo mediterráneo se caracteriza por dejar que la luz sea la protagonista. El blanco y el azul es el binomio que triunfa en este tipo de decoración, propio de las casas de veraneo, especialmente las ubicadas cerca de la playa. Estos también incluyen materiales naturales, piezas de artesanía y textiles como el lino y el algodón.  

Aunque la combinación del blanco y el azul es una de las máximas de la decoración mediterránea, también vale con emplear tan solo el color blanco, en su forma más pura y con matices más cálidos, como el blanco roto o hueso. Al fin y al cabo, si en el estilo mediterráneo la luz es protagonista, el blanco la multiplica y potencia.   

Para que el blanco sea protagonista, pero no resulte frío, necesita de la calidez y luminosidad del sol para brillar. Por eso, en la deco mediterránea, las paredes se abren en grandes ventanales que dejan que la luz entre e inunde absolutamente todo.    

Si las fibras naturales son un must en la decoración de salones, en el estilo mediterráneo son aún más importantes, ya que no solo ayudan a 'calentar' el blanco, sino que la mayoría son también piezas artesanales, otra de las máximas de esta tendencia que conquista las casas de la playa. Ayúdate también de piezas de madera maciza fabricadas por artesanos de la zona.    

Otra de las claves para conseguir un estilo mediterráneo es dejar que los materiales se luzcan en su aspecto más puro, al igual que en el estilo industrial. Un buen ejemplo es este salón mediterráneo, en el que la piedra de las paredes da carácter a una decoración sencilla y muy muy blanca. 

Para decorar una casa con estilo mediterráneo, no te olvides de añadir artesanía de la zona. Damajuanas, jarrones de cerámica o piezas esmaltadas en azul son el complemento perfecto de los materiales naturales y el blanco de este estilo.   

Aunque el blanco y el azul son el binomio perfecto, este tipo de decoración también pide algún tono cálido que ayude a subir la temperatura. Pero sin excederse, ya que este estilo tiene algo del minimalismo del estilo nórdico. Al fin y al cabo, no deja de ser una decoración destinada a viviendas vacacionales, en las que prima el confort, la comodidad y la sencillez.   

Si buscas una decoración mediterránea, pero no quieres un estilo muy marinero, limita los accesorios en azul. Destínalos para un ligero plaid en el sofá o incluye cojines con delicadas rayas azules , pero sin excederte.   

Si el blanco es protagonista y los materiales naturales suman calidez, al añadir ciertos detalles en azul conseguirás una decoración mediterránea al cien por cien. Y no te limites tan solo al azul marino, más propio de un estilo marinero. También otras tonalidades como el azul aguamarina o un azul más suave crearán un ambiente más desenfadado y relajado.   

Aunque la cocina de una casa mediterránea tiene una función más bien práctica, no tiene por qué dejar de ser decorativa. Emplea el blanco y la madera, pero añade también algún detalle en azul, como en esta cocina, en la que se ha decorado el antepecho con unos bonitos azulejos con motivos geométricos en blanco y varios tonos de azul.  

Cuadros de corales, peces o fotografías de la costa... Decorar con estilo mediterráneo implica también añadir algún detalle que te recuerde la frescura y luminosidad del mar.    

La clave para lograr un dormitorio súper mediterráneo es dejar que el blanco conquiste todas las piezas: desde las paredes hasta los muebles, pasando por la elección de las sábanas. Después, añade textiles en azul, como en este acogedor dormitorio. 

Si en un salón o comedor mediterráneo, la artesanía es protagonista, ¡en el dormitorio también! Y aquí no se trata de añadir cerámicas o jarrones. Decora las paredes con piezas que aporten calidez y se vea la mano artesana de la zona, como en esta puerta recuperada que decora la zona del cabecero.  

Paredes encaladas, un banco de obra, algún elemento de fibras naturales y, por supuesto, complementos en blanco y azul son básicos para decorar una terraza mediterránea con vistas al mar.  

Si hay algo típico en las terrazas mediterráneas son las cortinas tipo visillo, que además de proteger del sol durante el día y aplacar el viento por la noche, crearán una sensación de movimiento acorde al del mar.