Bárbara Aurell, interiorista, sobre la decoración con cuadros: "Para mí, una obra tiene que enamorar: es una vibración íntima que no se negocia"

El arte lleva formando parte de nuestras vidas y nuestros hogares durante siglos. Pueden cambiar las tendencias y las formas de ver el diseño y la arquitectura, pero las obras de arte no son reemplazadas con nada.

Y es que no solo cumplen un rol decorativo, sino también sensible: son representativas de nuestras emociones más profundas. Es la percepción de la interiorista Bárbara Aurell, fundadora del estudio Espacio en Blanco: "Cuando hablamos de cuadros, a menudo pensamos en decoración. Pero para mí, colgar una obra en una pared es mucho más que eso. Es establecer un vínculo. Es elegir qué emoción quieres que te acompañe cada día". 

En esta entrevista, tuvimos el honor de conversar con la diseñadora de interiores, coleccionista y comisaria. Descubre sus mejores consejos para darle sentido a la decoración de tu casa a través de los cuadros.

La fuerza emocional de decorar con cuadros

Un rincón de lectura donde el color destaca como protagonista.

PREGUNTA: ¿Qué papel juegan los cuadros a nivel emocional o narrativo en un proyecto de interiorismo?

Bárbara: "El arte da alma al espacio. Tiene una fuerza narrativa y emocional que va mucho más allá de la estética. En mi estudio, cuando integramos una obra en un proyecto, lo hacemos como quien introduce un nuevo personaje en una historia. No se trata de combinar, sino de convivir. De permitir que esa pieza dialogue con la arquitectura, con los materiales, con la luz, con quien habita el lugar. Para mí, una obra tiene que enamorar. Es una vibración íntima que no se negocia. O sientes el flechazo, o no es para ti".

Crear una composición de cuadros: todo un arte

Pareja de cuadros que adornan la pared principal del sofá.

P: ¿Qué consejos darías para crear una composición equilibrada, sin sobrecargar?

Bárbara: "El equilibrio nace del diálogo entre las obras. No se trata de repetir estilos o colores, sino de encontrar un hilo narrativo, un lenguaje compartido.

Si decides hacer una composición de varios cuadros, tiene que haber un hilo invisible que los una. Como una conversación entre piezas. Que se escuchen, que se acompañen. Que, aunque distintas, parezcan parte de una misma colección. Una pared con arte debe respirar y contar algo. No hace falta que sea evidente, pero sí debe haber un sentido detrás. Como en una colección bien comisariada, incluso en casa, cada obra tiene su lugar y su razón de ser".

La altura de los cuadros debe resultar cómoda para poder observarlos.

P: ¿Qué criterios sueles seguir para decidir la altura, el formato o la composición?

Bárbara: "Siempre empiezo por el punto de vista humano: el centro del cuadro debe estar a la altura de la mirada, normalmente +/- 170cm. Esa proporción genera armonía.

En cuanto a la composición, si se trata de una sola obra, debe tener su peso específico y su proporción con el entorno. Si hablamos de varias piezas, trazo una línea imaginaria y compongo en torno a ella, generando ritmo visual, pausas, contrapuntos. Como si fuera una pequeña curaduría doméstica".

Los errores más comunes que debes evitar

Elige cuadros con sentido.

P: ¿Cuáles son los errores más comunes que ves al decorar con cuadros en casa?

Bárbara: "Uno de los errores más comunes es tratar una obra de arte como un simple elemento decorativo. A veces se llenan las paredes sin criterio, como si “tener arte en casa” fuera una cuestión de cantidad. Y lo que se consigue es justo lo contrario: el espacio se desdibuja, y la fuerza de cada pieza se diluye.

Una obra necesita aire. Necesita su propio espacio, su silencio, para expresarse. Como cualquier objeto de diseño bien elegido, el arte necesita intención. No es cuestión de colgar por colgar. Es cuestión de sentir qué te transmite. Y si no te mueve nada por dentro, quizá no es la obra que debe estar contigo". 

"Una obra no se cuelga para que combine: se cuelga para que te hable. Para que dialogue con el espacio y con tu manera de habitarlo. Esa es la mirada que tengo como interiorista, pero también como coleccionista y comisaria: el arte en casa no es un accesorio, es una declaración íntima de quién eres", Bárbara Aurell

Los favoritos de la interiorista

Cada obra necesita su espacio para lucir sus detalles.

P: A ti personalmente, ¿qué tipo de cuadros o decoración de pared te gusta más para decorar interiores?

Bárbara: "Mi colección personal habla mucho de lo que soy: hay piezas que trabajan el blanco, los vacíos, los volúmenes, el gesto mínimo. Otras evocan arquitectura, otras parecen casi papel en suspensión. Pero también hayexplosiones de color, materiales inesperados, formas que casi se escapan del marco. Me interesa lo sutil, lo que insinúa sin gritar. Pero también lo que me remueve, lo que me confronta, lo que me emociona.

Cada obra tiene su alma. Cada una llegó en un momento distinto, con un flechazo distinto. Y detrás de cada una, hay una historia.

Me atraen los artistas que me hacen detenerme y mirar de nuevo. Los que, con poco, lo dicen todo. Como coleccionista, no sigo modas: sigo emociones. Una colección se construye con tiempo, con criterio, con escucha. Y, sobre todo, con verdad".

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