Un jardín vertical que llena de frescura Si el CaixaForum de Madrid fue el primer edificio de España en atreverse a introducir un jardín vertical en su fachada, este piso de 300 metros cuadrados en el centro de Valencia le ha seguido los pasos, pero en versión doméstica. “Es como tener el oxígeno metido en casa”, nos cuenta su dueña. Y es que el gran mural verde de la terraza define esta vivienda de hechuras clásicas, que la estilista Sol van Dorssen ha redecorado para llenar de calidez. Butacas de Honoré, en Smallable. Mesa de Taller de las Indias. Portavelas de House Doctor. Cortinas de Yutes y alfombra de KP. Flores y plantas de Fernando Hijo. Telas, colores y materiales que aportan calidez “Me encontré un espacio neutro y algo frío que quise alegrar y aligerar. Lo conseguí a través de las telas, los colores y materiales como el lino de las cortinas, la madera de teca y de olmo de algunos muebles, las alfombras 100% de lana y el ratán de butacas y sillones”, nos explica la estilista y decoradora Sol Van Dorssen. ¿Otro acierto? Los rincones de trabajo que han conseguido tanto en el salón como en el dormitorio –que verás más adelante–. “La dueña tuvo la idea de esconder un escritorio detrás del sofá, que por cierto retapizamos para actualizarlo”, explica Sol. Sofà tapizado por Kravat 2. Cojines de LaMaison. Mesa de Taller de las Indias y puf de TC Collection. Mesitas Millán de Triggo. Cuadro de Laura Prat. La artífice del cambio La interiorista y estilista de El Mueble Sol Van Dorssen ha sido la encargada de convertir una vivienda fría en un espacio urbano en el que la calidez se ha hecho protagonista. “Puedo decir que ahora tengo una casa que me transmite sobre todo serenidad, que combina su espíritu antiguo y a la vez renovado con la luz natural que entra durante todo el día. La elección de textiles de Sol fue un acierto y la sensación de tener la vegetación en casa, una gozada cuando vives en una ciudad”, matiza la dueña Una terraza para vivirla Además de la ansiada calidez, otro detalle fue fundamental para hacer una casa ultra cómoda: pensaron la terraza como una zona de estar interior, con un sofá y butacas de bambú llenos de cojines, mesitas de metal doradas y una alfombra en el suelo. ¿El resultado? “Ahora la terraza es completamente versátil y posee, además, un cerramiento de cristal y un sistema tipo persiana en el techo que se puede abrir o cerrar según la temperatura o el uso. ¡Se aprovecha todo el año!”, sigue Sol. Muebles de Vical Home, en Catalina House. Cojines de Sacum, Zara Home y Coco-Mat. Mesitas de Triggo y alfombra de KP. Jardín vertical diseño de Paisajismo Urbano. Piezas clave y mucho verde Dentro del piso, los altísimos techos volvían más fría la vivienda y la estilista optó por poner piezas clave: una consola de madera lavada del comedor, debajo de dos enormes espejos envejecidos que llegan casi hasta las molduras superiores. Mesa de Ethnicraft. Consola, sillas de rejilla, vasijas, espejo y jarrón con vela en Triggo. Sillas tapizadas de Slum. Vitrina negra de El Taller de Carola. Vistas camufladas con naturaleza En la búsqueda de esa ansiada calidez, los elementos se suman para crear un ambiente acogedor. A la consola, la mesa de comedor y los espejos envejecidos se une el árbol artificial colocado en el rincón, que también impide las vistas a la pared del patio. Mesa Bok de Ethnicraft. Sillas de rejilla Atenas de Triggo. Butacas Zilen de Sklum. Árbol artificial de Catalina House. Cortinas de Yutes y ramos de Fernando Hijo. Una cocina de color que aporta contraste ¿El contraste de color? Lo pone la cocina en gris antracita tipo industrial, aunque está suavizada con madera. Vemos la madera en el office, en una mesa con unas sillas de ratán y en parte de la isla y la encimera. Los muebles de la cocina fueron diseñados por la dueña en colaboración con Kravat 2. Bandeja, jarra y pasteleros de Catalina House. Detalles que marcan la diferencia Y para los armarios altos, un detalle muy bien pensado: “Una pequeña escalera de acero inoxidable permite acceder a las alacenas superiores y es a la vez un elemento decorativo que se puede mover a lo largo de los armarios”, matiza la interiorista. Mesa de madera de Kravat 2. Sillas de Sika Design. Lámpara GT5 de Santa & Cloe y escalera movible. Una zona de trabajo con vistas El punto romántico se reservó al dormitorio, en el que, a diferencia de lo que se hizo en el salón, el arco divisorio fue quien marcó la zona para el mini despacho, que disfruta de vistas a la ciudad y es súper tranquilo. Cabecero de La Maison, mesilla de Cristal en Catalina House. Butaca Victorine II de Habitat y aplique de House Doctor. No faltan los espacios versátiles “Durante el confinamiento necesitaba leer y escribir fuera del salón en algunos momentos del día”, nos cuenta la propietaria. Escritorio de Taller de las Indias con bandeja de Natura Casa y planta de Fernando Hijo. Silla y flexo de Triggo. Un baño con vocación atemporal En el baño, se utilizó el mismo revestimiento para las paredes y el faldón de la bañera, creando un espacio unificado, con cierto corte clásico y que no pasará de moda. Bañera y lavabo de Corian de Creaciones Parma. Velas de Ikea y toallas de Catalina House. Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en www.elmueble.com, suscríbete a nuestra newsletter .