Una casa familiar en la "INVERNALIA española": elegante, luminosa y con una cocina de revista. ¡Con isla y office!

"Partimos de espacios pequeños y muy compartimentados", explica la interiorista, y sigue "cambiamos por completo la distribución, tiramos paredes y, en tan solo tres meses, conseguimos terminar la reforma integral". Al tratarse de una casa de dos plantas, se ha dividido de tal forma que todos los espacios comunes -cocina, comedor, salón y baño de cortesía- y la suite principal, quedan en la primera planta; y los otros dormitorios, un baño y un gimnasio, quedan en la planta menos uno. 

En el salón, se han colocado dos sofás -formando una L- y un sillón orejero alrededor de una mesa de centro. Además, una de las paredes laterales se ha pintado de ocre, rompiendo con la frialdad del blanco y aportando un extra de calidez. Seguramente, esta es la habitación más acogedora de toda la casa, no solo por la decoración, sino por -tirando a rústico- la madera. 

Sin duda, la cocina se ha convertido en el centro neurálgico de nuestras casas. Lo que comenzó como un simple pasatiempo durante el confinamiento, se ha consolidado como una nueva rutina, y reunirnos alrededor de los fogones es algo muy habitual.

"Crear un ambiente participativo y de comunicación para toda la familia era prioritario", asegura Ana Picó. Así mismo, se decidió crear una cocina amplia, con su isla central y abierta a un bonito y práctico office. Además, se han usado puertas de forja acristaladas para evitar el aislamiento y comunicar de forma elegante todas las zonas comunes.

En la misma línea, y buscando siempre muebles duraderos, se han escogido materiales naturales y resistentes como la madera de roble y cerezo, como en el mueble desayunador. "La calidad y durabilidad es lo que buscamos para nuestros clientes", apunta la interiorista. 

"Los espacios abiertos son nuestra mejor baza para crear espacios de comunicación para todos los miembros de la familia", afirma Ana. ¡Y para nosotros también lo son! Las puertas de los muebles de la cocina están lacadas y los interiores dejan ver las vetas de la madera natural.

En ambos baños, al ser pequeños, se ha apostado por un papel pintado en las paredes con un estampado claro para aportar luminosidad y estilo a partes iguales. Además, unos muebles hechos a medida se han encajonado en el rincón disponible y ahora ofrecen mucho espacio de almacenaje. 

Y enfatizando en la decoración, se ha decantado por los colores claros, neutros y atemporales, que transmiten paz y armonía. ¿Lo mejor? La paleta cromática a base de blancos y crudos potencia la luz que entra por los grandes ventanales que rodean la casa. En pequeñas notas, el azul y ocre se cuelan en textiles y cuadros, como en esta habitación. 

Como en el otro baño, el mueble ha sido diseñado a medida por el estudio para aprovechar más el espacio. Una gran ducha con mampara es la joya de la corona de esta estancia. 

Grandes proporciones, mucha luz natural y techos altos, factores clave para una buena distribucio´n. Ah, y see ha ampliado la cocina, ahora abierta al comedor. ¡Ideal!