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1.

De casa de verano a residencia habitual

"Esta es una casa en el campo, en el Penedès, que fue propiedad de mi abuelo. Tiene 100 años y ha sido parte de la historia de mi familia durante tres generaciones. Estuvo pensada como casa de verano, y ahora, después de reformarla, he decidido vivir aquí todo el año", nos cuenta Andrés. 

EN EL JARDÍN. La mesa y las sillas son de Unopiù. Las lámparas son de Alsina Sech. Las campanas de cristal provienen de Azul Tierra.

2.

Largas reformas pero que han valido la pena

"Hemos tardado unos dos años y medio en actualizarla, y en el proceso fueron naciendo muchas ideas. Rehabilitamos y también hicimos cosas nuevas. El acceso a la casa es complejo, no podían llegar vehículos grandes, por lo que parte del trabajo fue muy minucioso". En la foto vemos un salón que no parece de campo, sino sofisticado, con chimenea, molduras y una mesa-puf de capitoné.

El sofá es de La Maison. Las mesitas auxiliares provienen de Azul Tierra.

3.

¡Qué vistas!

"El salón quise que se abriera al paisaje. Así que mandé a hacer la ventana grande, que es nueva y da a la terraza. Debajo, el banco está hecho a medida, con un mueble casi secreto, para guardar los aparatos audiovisuales. Delante de la ventana pongo un proyector ¡y así no me hace falta tener tele en el salón!", nos cuenta Andrés. 

EN EL SALÓN. La alfombra es de Gra. Como mesa se ha puesto una banqueta de tela capitoné de La Maison. La bandeja es de Sacum.

4.

El rincón del relax

¿Su momento favorito? "Me encanta tumbarme en el sofá, mirar hacia fuera y ver la puesta de sol", relata Andrés. ¡Envidia sana.  

BAJO LA VENTANA. La bancada y los cojines fueron hechos con telas de La Maison.

5.

Un salón con tonos acorde

El salón sigue los mismos tonos que la cocina, en blanco y verde agua. "Aquí y en toda la casa quise que hubiera presencia de madera, para recordar la zona donde estamos", explica Andrés muy orgulloso. 

EN EL SALÓN. El plaid beige es de La Maison. Pack de libros antiguos de Coton et Bois.

6.

El aire provenzal del comedor

El comedor tiene un aire provenzal muy acorde con el resto de la casa. La lámpara situada justo en el medio de la mesa es muy curiosa y original. Sin olvidar el cuadro, de tonos fuertes que resalta notablemente. Un comedor clásico pero a la vez con puntos modernos una maravilla. 

EN EL COMEDOR. Mesa y sillas de Vincent Sheppard. La lámpara es de Alsina Sech. 
SOBRE LA MESA. Mantel de La Maison. Vajilla, cubiertos y campanas de cristal de Azul Tierra. Jarrón de Coton et Bois. 

7.

En el recibidor

El aparador de la entrada es de madera reciclada, un detalle que le aporta el toque cálido e ideal. Sin duda, el lugar perfecto para recibir a nuestros invitados. 

EN EL RECIBIDOR. El mueble fue hecho a medida. El jarrón es de Sacum. Las campanas de cristal son de Azul Tierra. Las lámparas son de Alsina Sech.

8.

El centro neurálgico de la casa

Cada rincón nos parece especial, pero cómo no querer detenernos en uno de los centros neurálgicos de la casa, esa hermosa y gran cocina. "Ha quedado muy bien, es un espacio para hacer mucha vida". Al propietario le importaba mucho, porque es cocinero. Debía ser una cocina de aire rústico para no desentonar con la casa, aunque con todas las comodidades actuales. 

LA COCINA. Es un diseño de Lourdes Adell, de Deulonder Arquitectura Domèstica, de donde son los muebles, los apliques, las lámparas y la grifería inglesa.

9.

Cocina y zona de trabajo, dos en uno

"Me gusta una isla grande para trabajar a gusto y también para comer a diario, tiene mucha luz y he cuidado mucho los detalles", nos cuenta Andrés. Realmente es un espacio ideal para largas horas frente el ordenador. 

EN LA ISLA. Los trapos de cocina son de Materia. Las plantas proceden de Mayflower y las lámparas de techo, de Deulonder Arquitectura Domèstica.
ZONA DE TRABAJO. Las tablas de cortar, de haya, son de Deulonder Arquitectura Domèstica. Como la cocina y los hornos de color verde, de Aga. 

10.

Aire reto en entorno rústico

El centro de cocción es inglés, de aire retro, ya que queda muy bien con el entorno rústico. Su color mint marcó todo el tono de la cocina y las puertas. "En la pared pusimos un color chocolate, como un guiño a los bombones After Eight, ¡menta y chocolate!", destaca Andrés. 

11.

La cocina con mucha luz

Artesanal fue lo que se hizo con las baldosas de la cocina y del baño pequeño. "Es la baldosa original, la sacamos toda, la limpiamos y la volvimos a poner", explica Andrés muy orgulloso. ¡Guau! 

HACIA LA VENTANA. La encimera de Corian, y el fregadero (todo de una pieza) son un diseño de Deulonder. El mobiliario es de madera lacada.

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¡Qué tranquilidad!

En el dormitorio predomina un gran ventanal por el que entra mucha luz durante todo el día. Una habitación cálida, con tonos morados y repleta de detalles que la hacen única. 

HACIA LA VENTANA. La banqueta es de Westwing. La ropa de cama es de La Maison.

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Una cama en tonos morados

El dormitorio dispone de una gran cama que combina tonos morados con azules. Una combinación que va acorde con la decoración del resto de la casa. ¡Gran acierto! 

DESDE LA CAMA. El cabecero es una puerta recuperada y pintada. Puf de Westwing.

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Un baño con un suelo muy curioso

Cualquiera que entre en el baño no podrá resistirse a observar largo rato el curioso suelo. Con estampados en negro y azul le aporta un toque muy especial. Como el resto de la casa, dispone de grandes ventanas por las que entra mucha luz durante el día. 

EN EL BAÑO. La bañera es de Victoria&Albert. La escalera toallero procede de La Maison. Las toallas son de Catalina House.

¿Quieres saber más sobre esta historia familiar? No te pierdas el vídeo. Dale al 'play' y disfruta del recorrido en el que la decoración se mezcla con las emociones y los aromas de las recetas de chef. Porque el propietario, por cierto, es cocinero. ¡Aquí se cuece todo!

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