El paraíso sí existe y está en España: esta casa andaluza es elegante, está llena de plantas y nos transporta a unas vacaciones eternas

En el interior, al que se accede por una maciza puerta doble de madera, apenas hay paredes. Casi todo son puertas correderas de cristal que llevan la frescura del jardín dentro de la casa. Desde el recibidor, a la derecha, descubrimos un patio interior con una fuente de piedra (¡había que conservar la esencia andaluza!), y al fondo, tras la mesa velador, están el comedor y el salón interior, con buenas vistas.

¿Hay algo más andaluz que una mesa velador redonda y un patio? Ambos elementos los encontramos en la casa, donde llama la atención la luminosidad, la madera y el mármol color crema traído de Turquía.

Justo al lado, en el comedor, completamente conectado con el porche y el jardín, la mesa de madera blanca decapada está rodeada por sillas de mimbre, los únicos muebles que han sobrevivido al cambio.

En color piedra los muebles, antracita en encimera y antepecho y con una iluminación estratégica, la serena cocina invita a mantener el orden. Los enormes ventanales de la zona de aguas hacen que cocinar resulte tan placentero como inspirador.

Uno de los extremos del porche da cobijo a una terracita para la suite principal. La brisa del jardín acaricia la cama, muy estilosa, con el cabecero tapizado de terciopelo. Es de un rosa empolvado que añade dulzura y un toque de romanticismo, igual que los cojines, la colcha y la manta del mismo color.

¿El baño? Está justo al lado de la cama, y también disfruta de vistas al exterior. Con ducha y bañera, se mantiene fiel al mármol y transmite calidez gracias a las paredes pintadas de beige. "Si te fijas, lacamos del mismo color el cubrerradiador de la bañera", remata Ada. Así, nada entorpece las vistas al jardín. ¡Qué gusto!