5 /15

1.

1. Un dúplex en la ciudad que parece una casita mediterránea

Familia en el porche de su casa

Casita en el campo parece, piso urbano es. Y es que este dúplex, que cuenta con un agradable porche rodeado de verde, se ha proyectado con un look muy mediterráneo. Y ecléctico, fiel reflejo del mix de nacionalidades de la familia que lo habita, y vintage, muchas piezas proceden de diferentes rastros de aquí y de allí. 

La mesa, el banco y los sofas de exterior fueron hechos a medida con palés por Rekup&co.

2.

Una amplia zona de día para compartir en familia

Salón blanco abierto a la cocina con hombre y mujer

Kathleen y Jan, los propietarios de este piso, tenían claro que no querían una cocina cerrada y al uso. Así que planificaron una zona de día diáfana donde comedor, cocina y salón compartieran espacio. Y, para unificar los ambientes, apostaron por el blanco, que además llena de luz toda la casa. 

3.

Un acertado y personal mix de estilos

Vista de salón blanco hacia escalera

Piezas nuevas de diseño conviven con otras recuperadas y tuneadas, como el aparador que la propietaria pintó de este color turquesa, y recuerdos familiares. Un mix de estilos con mucha personalidad que funciona a las mil maravillas. La elección del blanco, tanto para paredes como para suelos –se pintaron con una pintura especial de parking para ocultar las baldosas de terrazo amarillas originales– crea el lienzo perfecto para dar protagonismo al mobiliario y complementos decorativos. No te pierdas el resto de ideas de este dúplex

4.

2. De patito feo a reina de las nieves

Salón de montaña con chimenea y pared de color gris

Este dúplex no lo quería nadie. "Era muy oscuro, desde los techos y las puertas hasta las ventanas eran de madera marrón. Y le restaba mucha claridad", recuerda Juanma Alonso, constructor e interiorista de Luderna Design y responsable del proyecto de interiorismo de este dúplex de montaña. Y eso que al tratarse de una planta baja y tener salida directa al exterior parece una casita. Bastó con pintar de blanco la madera y el dúplex se transformó por completo. ¿La única licencia? La pared oscura del salón. 

5.

Una cocina que integra un comedor muy familiar

Comedor abierto al salón con escalera en medio

La cocina se respetó la original, pero se llevó el gris de la pared del salón hasta el comedor, para integrar visualmente ambos espacios, cuya continuidad "rompe" la escalera. Y el comedor se planificó con la medida justa para caber los cuatro, porque los propietarios "son más de comer en familia con los niños que de recibir en casa". 

La mesa es un diseño de Luderna Design y las sillas son de Kavehome. 

6.

Un cabecero extra cálido revestido con lamas de madera

Dormitorio de montaña con pared revestida de lamas de madera

La original pared del cabecero, revestida con lamas de madera, es el gran acierto de este dormitorio, que es pequeñito pero con mucho encanto. "Combinamos madera vieja de castaño y roble y le aplicamos un barniz ultramate para darle este toque especial. Le da un extra de calidez al dormitorio y, al colocar las lamas en horizontal, amplía visualmente el espacio", comenta Juanma. ¿Quieres ver toda la casa?

7.

3. Un dúplex de 52 m2 sin zonas de paso

Salón comedor con grandes ventanales al jardín

Ha sido una de las claves de la reforma de este dúplex: eliminar los pasillos comemetros y anexionarlos a los espacios donde realmente fueran útiles. Además, en la zona de día se eliminó la pared de la cocina y con ello se ganaron metros, luz y sensación de amplitud. 

8.

Una cocina pequeñita pero multifunción

Comedor abierto a la cocina

Al abrir la cocina a la zona de día se replanteó por completo el espacio, que ahora disfruta de vistas despejadas al jardín. "Incluimos una barra multiusos que nos funciona muy bien para separarla del comedor, a la vez que ofrece espacio de almacén, es una cómoda zona de desayunos y un práctico pasaplatos". ¡Todo en uno! 

9.

Dormitorio abuhardillado revestido de madera blanca

Dormitorio abuhardillado revestido de madera blanca

Mientras que la zona de día tiene un look actual y muy urbano, la suite, en la segunda planta, es otro mundo. Totalmente revestida de madera, que se ha blanqueado con una veladura para dejar a la vista la veta, parece la buhardilla de una cabañita de madera de aire nórdico. Para aprovechar al máximo el poco espacio del que disponía, la decoradora diseño un cabecero a medida que integra las mesillas. Minimal pero práctico. Te invitamos a hacer el house tour completo

10.

4. El dúplex que nació con la reforma

Salón comedor con una gran librería hasta el techo

A este céntrico piso de Madrid la reforma no pudo sentarle mejor. No solo ganó en luz y en amplitud –la zona de día se planificó totalmente abierta–, sino que ganó una segunda planta. Y eso que cuando lo compraron les preocupaban los techos demasiado bajos... La sorpresa fue cuando bajo la escayola se ocultaban estos techos altísimos. 

11.

Con vistas diáfanas a la terraza

Cocina blanca abierta a la zona de día con terraza al fondo

La cocina, por petición expresa del propietario, debía ser abierta. Un gran acierto porque ahora, mientras cocinas, tienes vistas despejadas hasta la terraza, que siendo pequeñita, se ha aprovechado con plantas y un coqueto rincón para comidas en petit comité

Mobiliario de la cocina de Dosde Estudio Cocina.

12.

Una escalera con armarios a medida

Escalera blanca con armarios en la parte inferior

La buhardilla ganada gracias a la nueva altura de techos se destinó a zona de despacho y la escalera de acceso, que se hizo a medida, se aprovechó con una completa zona de armarios en la parte inferior. Sin tiradores, pasan totalmente desapercibidos. Si te han gustado esta ideas, no te pierdas el resto del piso

13.

5. Un dúplex con un patio con mucha vida

Terraza con comedor y zona de estar

Este dúplex no es grande –cada planta cuenta con 50 m2– pero tras la reforma y la reorganización de los espacios, parece haber multiplicado sus metros. La terraza, que es más grande que el propio salón, contribuye a que la zona de día se vea enorme, ya que los límites entre interior y exterior se difuminan, sobre todo cuando empieza a hacer buen tiempo. 

Sofá rinconero, en Thinking Home. 

 

14.

Un salón abierto (o no) a la cocina

Vista de salón abierto a la cocina con barra y vistas a la terraza

La zona de día se optimizó al máximo con dos ideas muy originales: la cocina se abrió al salón pero, y ahí la novedad, se instaló en la zona de barra una persiana motorizada para cerrarla cuando se quiera; y se prescindió de comedor, "ocupa mucho espacio y total, comemos en la barra. Y cuando lo necesitamos entramos la mesa de fuera y listos", explica la propietaria. 

15.

Un dormitorio con mucho espacio para guardar

Dormitorio blanco con armarios y baldas en la pared del cabecero

El dormitorio cuenta con muchísimas soluciones para guardar pero todo el espacio respira ligereza. Y la elección del blanco y el hecho de prescindir de tiradores, que hace que todo quede visualmente integrado, es la clave. De hecho, para evitar que el dormitorio, con tanto blanco, quedara demasiado frío, se revistió la pared del cabecero con un papel pintado con textura. Visita el resto del piso.

Cabecero, estantes y armarios, diseño de Thinking Home. 

¿Qué tendrán los dúplex que enamoran? Metros, ya que muchas veces puedes llegar a duplicar los metros en comparación con otros pisos de la misma finca; salida al exterior –es habitual que los dúplex estén en la planta baja o en el ático– y la sensación de vivir en una casa... pero sin los gastos que suele conllevar. En su contra está la escalera, que aunque da mucho encanto, se come metros útiles y puede ser un handicap a medida que nos hacemos mayores o un "peligro" si hay niños pequeños en casa.