La felicidad reside en las pequeñas cosas. Esos actos que hacemos de forma instantánea, aquellos que no prestamos mucha atención, son lo que marcan la diferencia. Muchos son determinantes en nuestra rutina, y cuando por alguna razón no los hacemos, vemos como nos falta algo primordial para tener un día completo.  

Algunos de ellos se centran en tareas fáciles y sencillas que solemos hacer en casa. Las acciones que hacemos para que nuestro hogar esté siempre estupendo y preparado es determinante para que nuestra vida se mantenga en orden. Estas cosas pasan por sacarle el polvo al sofá a diario, no dejar nunca los platos en el lavavajillas o dar un repaso con la escoba por las zonas de comer. 

No obstante, hay un hábito de casa que es clave para que seamos más felices y nuestra vida se vea considerablemente mejorada. Es una rutina muy sencilla que, con tan solo dedicarle unos minutos, verás como todo empieza a cambiar. ¡Es ideal!

La rutina pequeña y fácil que debes hacer para alcanzar la felicidad en casa

Preparar la mesa

Una pequeña acción puede suponer un gran cambio en nuestra vida de casa. 

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Todos los pequeños hábitos para mantener el orden, la limpieza y el bienestar en casa son importantes para que haya un buen equilibrio de felicidad. Sin embargo, existe un truco para el hogar que no puede faltar si quieres que tu estado mental llegue a sus máximos. La rutina más infalible para ahorrar tiempo y esfuerzo es preparar la mesa del desayuno la noche anterior. Es una excelente idea tener todo listo para que a primera hora tengamos la opción de sentarnos directamente a comer y no tener que hacer un gran empeño cuando aún no hemos recargado las energías suficientes. 

Esta acción se puede hacer después de cenar. Una vez que queda la mesa recogida y la cocina apaga los fogones, es un buen momento para prepararlo todo para el día siguiente. Hacer este esfuerzo también puede ser costoso, pero por las noches, no nos queda otro remedio que limpiar la vajilla, limpiar y ordenar porque, de lo contrario, no nos vamos a gusto a la cama. Por lo tanto, dedicarle un cuarto de hora más a la tarea del final del día es más llevadero y nos permite alargar un poco más las horas de sueño. 

¿Qué y cómo debo preparar la mesa del desayuno para el día siguiente?

cocina con office con salida a terraza, mesa redonda de madera con sillas de caña y rejilla, lámpara de techo y suelo de parquet, rincón de desayuno

Preparar la mesa del desayuno la noche anterior puede marcar nuestra felicidad. 

El Mueble

Para que todo esté bien preparado y, nuestro pequeño esfuerzo nocturno no sea en vano, hay que tener en cuenta una serie de factores para dejar la mesa de desayuno perfecta: 

  1. Habilita una zona especial: un buen consejo para que todo esté bien preparado y no haya nada que interfiera, es disponer de una zona de desayunos para que siempre esté lista para ser usada. Si tienes una casa grande y funcional, escoge un rincón muy personal. 
  2. Utiliza siempre los mismos platos y utensilios: una manera fácil de saber de tener todo a mano y saber donde se ubica, es disponer de una cubertería y vajilla concreta para nuestro primer manjar del día. Tal como los usamos, los lavamos, y así a la noche están más que limpios para que se ponga otra vez en su lugar. 
  3. Ten cerca un espacio de preparado: para no tener que hacer muchos viajes a la hora de preparar la mesa, sitúa las cosas del desayuno cerca de la zona específica para que puedas acceder a ellos fácilmente. Una buena opción es disponer de una pequeña repisa con los objetos más importantes y los productos que nunca pueden faltar, como el café. 
  4. Hazlo de forma rutinaria: para que nuestro hábito no sea intermitente e irregular, lo mejor es seguir una constancia para que algunos días la mesa esté lista o no. Si la encontramos sin preparar porque la noche anterior se nos ha pasado, puede influir negativamente en nuestro estado de ánimo. 
  5. Otros hábitos: si tienes la gran suerte de tener una zona destinada únicamente al desayuno, también puedes preparar la mesa antes de la noche. Una buena idea es que justo cuando acabes de comer por la mañana, laves todo al instante y ya esté listo para el día siguiente. De esta manera, la mesa nunca estará vacía y siempre dispondrá de mucha personalidad. Para ello, también puedes contar con otra vajilla especial.