Parece mentira lo fácil que puede llegar a ser incorporar el Feng Shui a una de las fiestas más tradicionales y occidentales como es la Navidad. Pero si te fijas, "los valores positivos asociados a estas tradiciones son los mismos, porque son valores universales como el amor, la salud y la prosperidad", cuenta Astrid Izquierdo de Sincronía Integral.
"El Feng Shui nos habla del fluir de la energía, y del cambio constante. Igual ocurre en la naturaleza que nunca es igual. Y la Navidad cada año nos trae una energía de renovación coincidiendo con el solsticio de invierno, que marca el inicio del invierno. Es, en definitiva, la época del renacer a un nuevo ciclo y, por tanto, a nuevos propósitos y oportunidades. Así que la esencia de ambas tradiciones es la misma", concluye la experta.