Hoy descubrimos una vivienda rural que convive en perfecta harmonía con un castaño centenario y que le da el nombre a la casa: Chesnut House (Casa del Castaño, en inglés). Esta bonita  'tiny house' en Vale Flor, en el norte de Portugal, fue diseñada por el arquitecto local João Mendes Ribeiro, quien construyó la vivienda adaptándose al espacio en el que la iba a levantar y convirtió el castaño centenario en el motor del proyecto arquitectónico. Esta minicasa llamada: Chestnut House, es uno de los cinco proyectos preseleccionados en la categoría de edificios pequeños de los Premios Dezeen 2022.

Esta conexión entre arquitectura y paisaje permite a los habitantes de la casa sentirse en harmonía con el ambiente que les rodea y poder disfrutar de la naturaleza. De hecho, según el arquitecto, su diseño partió de "la idea del lugar”.

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"La idea principal del proyecto fue cambiar el interés del objeto arquitectónico al lugar y el sitio, de modo que el contexto sea el punto de partida del proyecto", ha explicado Ribeiro. La inspiración para llevar a cabo este proyecto ha sido el gran castaño que sirve como referencia para la pequeña estructura de solo 25 m2. De hecho, las ventanas de vidrio de la casa han sido pensadas para que enmarquen las vistas del árbol en el centro. 

Vista lateral de la mini casa de madera. 

Vista lateral de la mini casa de madera. 

José Campos

La casa por fuera llama la atención por el revestimiento de madera pintada de negro y revestida con paneles de madera contrachapada. Por ello, Ribeiro ha bautizado la vivienda como un "refugio elegante" que es capaz de encajar en el paisaje rural en el que se ubica.

Casa exterior lateral

Vista lateral de la mini casa de madera. 

José Campos

En el interior se aprovechan al máximo los 25 m2 con los que cuenta la pequeña estructura. Encontramos todo lo necesario para garantizar la comodidad de los huéspedes: una sala de estar, una cocina y un espacio para dormir que ocupa una habitación dispuesta alrededor de una chimenea central independiente.

Casa rural en Portugal interior

Interior de la mini casa de madera.

José Campos

Las paredes del interior de la casa se han inclinado hacia adentro para dar la sensación de abrazar al castaño. Esta idea se refuerza con las altas ventanas vidrio que completan y enmarcan una vista del tronco del árbol en la sala de estar. De esta forma, se ha conseguido crear una estrecha conexión entre el interior y el paisaje. Con la apuesta por este diseño, se rompe la geometría de la casa, y se prioriza el tronco del árbol y sus ramas, permitiendo que el edificio se abra hacia la copa del árbol.

En el extremo sur de Chestnut House, hay una escalera de madera que conduce a un pequeño entrepiso que ofrece espacio para una cama adicional, mientras que en la zona norte se ubica un baño. El techo inclinado se eleva en cada extremo de la casa, donde las grandes ventanas iluminan el baño y brindan al entrepiso vistas amplias del paisaje.

casa rural salon

Chimenea del salón de la mini casa.

José Campos

Por último, no podemos dejar de señalar que Chestnut House se construyó con una estructura de madera, revestida con tableros de virutas orientadas (OSB) y paneles de corcho para el aislamiento térmico y acústico. Las paredes internas, los techos y los muebles están acabados con paneles de madera contrachapada con los que se ha logrado aportar una atmósfera cálida y acogedora al interior, mientras que los accesorios mínimos ayudan a centrar la atención en el exterior.

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