Nandina: cuidados y todos los consejos para mantenerla en buen estado

Es hora de comenzar a decorar la zona de la terraza. Para ello, hay muchísimas plantas con las que añadir algo de color al exterior. Si buscas una planta resistente a las altas temperaturas, nada mejor que confiar en un arbusto común como la nandina, o también conocida como bambú sagrado. Esta planta es una de las más fáciles de mantener, y además cuenta con un toque rojizo que decora el exterior. Te enseñamos todo acerca de esta peculiar planta.

Características de la nandina

La nandina es una planta que crece en el exterior. Puede alcanzar casi los 2 metros de altura, dependiendo de la variedad. Es considerado un arbusto de hoja perenne. Cuenta con hojas largas y compuestas que suelen cambiar de color a lo largo del año. Desde verdes en primavera y verano hasta pasando a un tono rojo y anaranjado en la temporada de otoño-invierno.

Cuidados de la nandina

La nandina es una planta sencilla de cuidar, pero que requiere de un mantenimiento básico para su crecimiento. Estos son algunos de ellos: 

Riego

La nandina es una planta que necesita riegos regulares, especialmente durante los meses más cálidos y secos del año. Sin embargo, es importante evitar el exceso de humedad, para que no cuente a la larga con problemas de raíz. Dónde ponerlo en casa

Sol o sombra

Esta planta de exterior suele buscar pleno sol, aunque también se puede instalar en espacios con sombra parcial. En climas que suelen ser cálidos, es fundamental ubicarla un poco a la sombra para que no se quemen las hojas.

Abono

Durante la primavera se recomienda utilizar un fertilizante balanceado de liberación lenta. Luego, a mediados de verano, para promover un crecimiento óptimo; se suele apostar por suelos menos fértiles. 

Temperatura

La nandina es una planta resistente al calor y al frío. Puede experimentar hasta temperaturas por debajo de los -10 °C y en verano, climas donde se superen los 37 °C. Igualmente, es importante resguardar a la planta en zonas con sombra parcial o protegida de heladas para que no se estropee.

Cómo es la flor y todo lo que debes saber sobre ella

Las flores de la nandina son bastante pequeñas. Sin embargo, cuando aparecen, aportan un aspecto muy bonito al exterior. Estas flores se caracterizan por ser delicadas, de color blanco o crema y con racimos bastante agrupados. Cada flor cuenta con seis pétalos abiertos que se extienden hacia fuera, creando una forma estrellada. 

La temporada de floración de esta planta es en primavera y verano, aunque depende mucho de la ubicación y las condiciones climáticas que reciba la planta. 

Cómo sembrar semillas de nandina

La siembra de esta planta se divide en varias etapas: recolección de semillas, preparación, siembra y germinación. Te contamos a continuación cómo llevar a cabo todos los pasos: 

Recolección de Semillas

1. Recolección: Las semillas se pueden coger del interior de las bayas rojas que tienen la nandina. Intenta esperar a que estas bayas estén maduras, más o menos durante la temporada de otoño-invierno. 
2. Extracción: Extrae las semillas de las bayas. Puedes hacerlo machacando suavemente las bayas y luego lavándolas. para separar la pulpa. 

Preparación 

1. Método: Coloca las semillas en una zona húmeda, puede ser dentro de arena o una bolsa de plástico sellada. Luego, guárdalas en el frigorífico durante al menos 3 meses.

Siembra

1. Tiempo: Después del período de estratificación, las semillas están listas para ser sembradas. Lo más habitual es sembrarlas durante la época de primavera, una vez que las heladas hayan pasado. 
2. Suelo: Para el suelo, intenta que esté bien drenado. Las macetas pequeñas son las mejores opciones para comenzar a sembrar o si no lo has hecho nunca. 
3. Profundidad: Siembra las semillas a una profundidad de aproximadamente 0.5 centímetros. 
4. Riego: Mantén el suelo consistentemente húmedo, pero no encharcado para que la planta vaya creciendo.

Germinación

1. Ubicación: Coloca las semillas en una zona exterior con una luz indirecta y una temperatura cálida. 
2. Tiempo: La germinación puede tardar varias semanas o incluso meses, así que ten paciencia si las plantas no crecen tan rápido como esperabas. 

Cómo se poda la nandina doméstica

La poda es un proceso necesario para cualquier planta, ya que ayuda a mantenerla en buenas condiciones. La mejor época para podar la nandina es a finales de invierno, o principios de primavera; justo antes de comenzar la época de crecimiento de la planta. 

Enfermedades comunes de la nandina

La nandina es una planta bastante resistente, aunque también cuenta con algunas enfermedades comunes. Estas son algunas de las más fáciles de encontrar: 

1. Mancha foliares. Son enfermedades causadas normalmente por hongos que provocan manchas de diferentes colores en las hojas.
2. Roya. La roya se presenta como pústulas o manchas amarillas, naranjas o rojizas en el envés de las hojas. Es muy habitual durante la primavera y el otoño en condiciones de humedad elevada.
3. Oídio. El oídio se manifiesta como un polvo blanco o grisáceo en la superficie de las hojas, tallos y a veces las flores. Afecta principalmente en condiciones de alta humedad y temperaturas moderadas.
4. Pudrición de raíces.  La pudrición de raíces, causada por hongos como Phytophthora, puede llegar a estropear por completo la planta. Se suele manifestar a través del marchitamiento, amarillamiento y caída de hojas, y en etapas avanzadas, el colapso de la planta.

Beneficios de tenerlo en casa

La ventaja de esta planta en el exterior es su resistencia. Es una planta que soporta temperaturas muy elevadas, como muy bajas. Es perfecta para principiantes y aporta un toque agradable y natural al aire libre.