Hemos probado las bolsas zip de congelación y esto es lo que opinamos de ellas

Las bolsas de congelación zip se han vuelto indispensables en la conservación y organización de los alimentos, y no faltan en ninguna casa. ¿Qué pedimos a una bolsa de congelación? Que sea hermética, resistente, reutilizable, con la boca ancha, reciclable... Las bolsas zip de congelación lo son. Puedes congelar todo tipo de alimentos, pero sus usos no se limitan solo a eso: te traemos sus principales ventajas, usos, y alternativas respetuosas con el medio ambiente, ¡toma nota!

Consejos de experta

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Sus principales ventajas

Llevan siendo esenciales en nuestras cocinas desde hace mucho tiempo, pero quizás hay usos que todavía no se te habían ocurrido para exprimirlas al máximo, ¡sigue leyendo!

• Todo dura más tiempo fresco. Estas bolsitas se han convertido en aliadas imprescindibles en la cocina. Al preparar tus frutas y verduras, simplemente córtalas y guárdalas en ellas, ya que mantienen muy bien la frescura y te ayudan a organizarlas eficientemente en la nevera, evitando que se mezclen sabores y olores. Son geniales para tener siempre tus ingredientes a mano bien visibles. Al ser transparentes, permiten ver el contenido de su interior. 
• Ocupan muy poco espacio. Son ideales para ganar sitio en el 'frigo' y el congelador: ocupan mucho menos que los tuppers. Un truco: congela los líquidos en horizontal y luego ponlos en vertical. No solo ganarás espacio, sino que también agiliza el proceso de descongelación, ya que el calor se distribuirá más uniformemente, sin que tus líquidos pierdan la consistencia original.

Especias en bolsas ziploc.

• Los líquidos no se salen. Sopas, cremas... el cierre zip súper hermético impide que se derramen. Evitan también el exceso de humedad y aíslan el alimento de olores. Puedes hasta meterlas en el microondas para descongelar, ¡superprácticas!
• Ideales para llevar la comida. Se convierten en cómodos y seguros envases para transportar guisos, bocadillos, fruta... al trabajo, al cole o a una excursión. Al igual que en la nevera, te ocuparán la mitad de espacio que los tradicionales tuppers.
• Exprímelas al máximo para tus recetas dulces. ¿Necesitas triturar galletas para la base de una tarta? ¡Hazlo dentro de la bolsita! Ayúdate de un rodillo de cocina: no mancharás la encimera, y te será más fácil incorporarlas a tus postres. Úsalas también para trabajar la masa de repostería: no se te pegará en los dedos.
• Una calidad 10. Cada vez es más fácil encontrar variedad de tamaños y nivel de resistencia. El cierre hermético zip hace que, al sonar el clic, la bolsa quede sellada gracias a su sistema de bandas encajables. Además, suelen tener una banda para escribir el nombre del producto y la fecha.
• Mil y un usos. ¿Tus hijos se van de campamento? Verás qué cómodo es guardar su ropa ordenada por colores o conjuntos en bolsas zip. O móviles, tablets... no cogerán polvo y los localizarás rápido. Son perfectas también para organizar cables o pequeños objetos como joyas, y evitar así que se mezclen o pierdan en el caos de un cajón.

Fruta en bolsa de cierre hermético.

¿Te preocupa la huella ecológica?

A pesar de que las bolsas zip más convencionales están confeccionadas con plástico reciclable, reutilizarlas tantas veces como sea posible puede ayudar a reducir su impacto ambiental. Aun así, siempre está bien buscar alternativas más sostenibles que nos permitan reducir nuestra huella ecológica y beneficiarnos de todas las ventajas de estas bolsitas tan prácticas. En el mercado existen varias opciones: de materiales biodegradables y compostables para evitar el uso de plástico, de papel (ideales para frutos secos, especias o tés) o, incluso, de silicona, lavables y reutilizables tantas veces como quieras.