Truco de limpieza

Por qué cada vez más gente pone sal en la escoba: el truco de abuela infalible para añadir un extra de limpieza

¿Conocías este truco de limpieza? Si añades sal a la escoba obtendrás buenos resultados para tener un suelo brillante y acabar con la suciedad, ¡toma nota!

Por qué cada vez más gente está poniendo sal en la escoba.

Este es el motivo por el que cada vez más gente está poniendo sal en la escoba antes de limpiar.

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Seguro que no conocías este truco de la abuela tan efectivo para tener una casa con un suelo reluciente. Para conseguir una limpieza a fondo y con buenos resultados, te recomendamos añadir sal a la escoba. Adiós a los gérmenes, suciedad y bacterias con este truco típico de las abuelas españolas para conseguir hacer de la limpieza una tarea mucho más amena y fácil, ¿te animas a probarlo? 

En otras ocasiones te hemos explicado trucos caseros y efectivos como por ejemplo limpiar con una bayeta y leche o usar papel y vinagre para conseguir buenos resultados de forma económica con productos que seguro ya tienes en casa. Esta vez te proponemos una limpieza con sal, ya que es un limpiador muy potente que elimina manchas en la ropa o limpia los suelos. Cuando te contemos este truco casero que se está haciendo tan popular, seguro que no dudarás en probarlo, ¿lo vemos? 

Echar sal en la escoba: ¿cómo aplicarlo y para qué sirve?

Uno de los beneficios que aporta la sal en el ámbito de la limpieza es que actúa como un gran purificante natural. Algo que es esencial para poder acabar con los gérmenes y bacterias. Usar la sal hará que absorba el agua, lo que ayuda a eliminar las manchas porque es abrasiva. Es un limpiador natural muy potente que cuando se junta con un ácido (como el vinagre de limpieza o el limón) no hay suciedad que se le resista. ¡Manos a la obra! 

Para ponerlo en práctica este truco casero, simplemente necesitarás poner un poco de sal en la escoba cuando vayas a barrer, de esta manera, aportarás un extra de limpieza a la superficie que te dispongas a limpiar. Pero no vale simplemente con poner solo sal, sino que tendrás que preparar una mezcla con vinagre, agua y sal. Mezcla todos estos ingredientes en un cubo limpio y después sumerge la escoba unos minutos.

Una vez se encuentre impregnada, podrás barrer con ella y comprobar lo bien que sale y desaparece toda la suciedad. Después simplemente tendrás que pasar la fregona para quitar los restos que puedan quedar de la mezcla.

Qué hace la sal en la limpieza

Esta mezcla mágica con agua, sal y vinagre no te servirá solo para barrer y desinfectar el suelo y superficies en el hogar, sino que también podrá resultarte útil para eliminar la suciedad en otros espacios del hogar. Por ejemplo, esta mezcla podrá servirte para eliminar la cal del plato de ducha y del fregadero, para limpiar la placa de la cocina, darle brillo al horno y microondas...

Podrás observar los buenos resultados que deja la sal en todo tipo de superficies, sobre todo es capaz de incrementar el brillo, a la vez que las higieniza. De esta forma no hará falta que utilices productos químicos contaminantes que puedan además acabar perjudicando las superficies.

Añade sal a la escoba para tener un extra de limpieza.

Añade sal a la escoba para tener un extra de limpieza.

@cottonbro vía Pexels

Cómo limpiar la escoba de barrer

Si tenemos una escoba sucia ya podemos usar sal u otros productos que no vamos a notar ningún cambio en la limpieza. Te recomendamos limpiarla después de su uso, así te asegurarás en su próximo uso una limpieza efectiva y con buenos resultados. ¿lo vemos?

  • Paso 1: primero de todo, llena un cubo o barreño con agua templada y añade un chorro de lavavajillas.
  • Paso 2: A continuación, desenrosca el cepillo del palo de la escoba y sumérgelo en el agua unos 20 o 30 minutos.
  • Paso 3: Con el cepillo sumergido, ayúdate de tus manos (con guantes) para retirar la suciedad visible.
  • Paso 4: Pasado este tiempo, saca el cepillo del cubo y remójalo de nuevo en agua limpia.
  • Paso 5: Una vez hecho esto, retíralo del agua y déjalo secar al aire libre. Hazlo primero con el cepillo hacia abajo y apoyado en el suelo y pasados unos minutos, cuando ya esté casi seco, colócalo hacia arriba dándole la vuelta a la escoba para evitar que las cerdas se deformen.

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