¡Cero culpabilidad!

¿Tu joyero es un auténtico desastre? Con estos trucos lo limpiarás y organizarás, tirando las joyas que sobran ¡YA!

Organizar tu colección de joyas es como crear tu propia colección de arte: piensa en qué representa cada una de ellas para ti. Dicho esto, ¡pon orden a este artículo tan esencial!

Bisutería dorada.

La limpieza y organización de tu joyero es tan importante como la de tu armario: te traemos una guía que te ayude paso a paso.

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Pendientes desparejados, collares oxidados o anillos con pedrería perdida: si esta podría ser una descripción de tu joyero, es posible que tengas que plantearte una limpieza de bisutería. Entendemos que no se trata de una tarea fácil; al fin y al cabo, nuestras joyas a menudo esconden un gran valor sentimental, recuerdo de aniversarios o personas especiales. No es nada personal, pero es hora de asumir la verdad: esa capa ennegrecida de óxido no les da a tus pendientes un toque vintage: es más bien una señal de que ha llegado la hora de jubilarlos.

Guía para detoxificar tu joyero

Una limpieza de joyero es tan importante como una de armario: como con nuestra ropa, nuestro estilo va cambiando con el paso del tiempo, y las joyas no dejan de ser un complemento identitario de este. Te traemos algunos consejos para enfrentarte a tan ardua tarea, ¡empezamos!

  1. Cataloga tus joyas: reúne todas tus joyas sobre una superficie en la que puedas hacer fácilmente inventario de los que tienes. Las que están en tu joyero, los collares que están enredados en nudos imposibles, los pendientes que te dejaste en el bolso… es importante que puedas tenerlas todas a la vista para empezar a organizar.
  2. ¡Clasifícalas!: es el momento de reflexionar sobre tu bisutería. ¿Cuándo fue la última vez que usaste esa joya?, ¿Por qué la compraste?, ¿La conservas por el cariño que le tienes a pesar de que esté en mal estado?... son preguntas que debemos hacernos en este punto. Un método práctico es hacer distintas pilas: sí, no, quizás. Limita el a aquellas que usas a menudo, y reserva el quizás para aquellas que sean salvables, a pesar de estar algo desgastadas: sigue leyendo porque abajo te dejamos consejos sobre cómo limpiar tu bisutería.
  3. Y ahora, ¿qué?: es una gran oportunidad para reciclar aquellas joyas que terminaron en la pila del no. Una buena idea es donar las que estén en buen estado: aquellas que simplemente ya no van con tu estilo o que compraste para una ocasión aislada. Seguro que en tu comunidad hay asociaciones que las aceptarán con gusto, y gente que encantada les dará una nueva vida. Otra alternativa es utilizar apps de venta de segunda mano, o incluso acercarte a alguna tienda vintage que te pueda dar una pequeña remuneración a cambio de tus joyas.

Finalmente, ¡recuerda! Lo más importante es que crees nuevos hábitos de consumo: ahora que sabes el esfuerzo que implica la limpieza de joyero, asegúrate de que cada vez que añadas algo lo hagas de forma consciente.

Detalle de joyas doradas.

Nuestras joyas encierran un gran valor sentimental: que esto no te ciegue ante las capas de óxido ¡deshazte de ellas!

El Mueble

Cómo cuidar tus joyas para darles una vida más larga

Que también sea una lección para cuidar mejor tus joyas de aquí en adelante, ¿cómo hacerlo? Algunos consejos de mantenimiento y limpieza:

  • Para ir al mar o la piscina, déjalas en casa. Asimismo, evita usar perfume o cualquier otro cosmético después de ponértelas: es mejor aplicarlo antes, para que el producto no incida directamente sobre el material.
  • Límpialas adecuadamente: productos como (¡sorpresa!) la pasta de dientes, son grandes aliados a la hora de sacar brillo tanto al oro como de la plata. Puedes frotar cuidadosamente tus joyas con un paño o un cepillo de dientes para aquellas más difíciles. También puedes limpiar tus joyas con kétchup para que el ácido de la salsa de tomate ayude a recuperar su brillo. 
  • Otro truco infalible para la limpieza tanto de oro, plata, como de bronce, es colocar en el fondo de un bol una capa de papel de aluminio, agregar agua hirviendo, y dos cucharadas de bicarbonato. Sumerge tus joyas y deja que la mezcla actúe durante unos minutos. Ayúdate de un cepillo de dientes para enjuagar y remover cualquier suciedad incrustada y ¡voilà!
  • Ante la oxidación, ¡actúa! Puedes meter un sobre de bolitas anti-humedad a tu joyero para evitar que la condensación resulte corrosiva para tus joyas favoritas.

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