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Inodoro + Bidé

Esta es la opción más clásica para baños grandes. Aunque el bidé es una pieza sanitaria cada vez más en desuso, para ciertas personas cuenta con utilidad, así que si tu aseo va bien de metros, adelante con este dúo. Para que el conjunto resulte más ligero visualmente siempre puedes elegir modelos en voladizo, sin pedestal y anclados a la pared, con la cisterna empotrada, como en este caso. 

2.

Solo inodoro

Si realmente no usas el bidé, reserva el espacio que suele ocupar (unos 55 cm de ancho por 35 cm de largo) para otros elementos, accesorios o como simple zona de paso más holgada. Si tu baño es pequeño, opta por el trío de lavabo, ducha e inodoro. En este caso el sanitario puede ser con pedestal y cisterna a la vista (estos modelos suelen medir unos 37 cm de largo por 60 cm de ancho y 76 cm de alto) o bien en voladizo, opción que permite la limpieza integral de los suelos y resulta menos pesado (las medidas de un inodoro suspendido suelen ser 37 cm de largo por 48 cm de ancho y 44 cm de altura). 

3.

Buscando el confort

Si este es tu principal objetivo a la hora de comprar un inodoro, la opción más clara es la de los modelos con pedestal y cisterna vista. No requieren obra para su instalación, ya que ninguna de sus partes se empotra en la pared, y al ser más grande que los compactos suspendidos es más ergonómico. 

4.

Buscando la estética

Los inodoros suspendidos o en voladizo son aquellos que se anclan a la pared y cuya cisterna se empotra en el muro que lo acoge. Su instalación requiere obra pero como resultado ganarás un aspecto más liviano y moderno, podrás limpiar los suelos del baño íntegramente, sin obstáculos, y ganarás algunos centímetros más porque son más compactos. 

5.

A su medida

Si en casa tienes un baño reservado a los peques, puedes instalar sanitarios que les resulten especialmente cómodos gracias a sus medidas especiales. Existen modelos infantiles que se adaptan a los niños, proporcionando mayor accesibilidad. El inodoro de este baño es de Roca. Y si no quieres hacer esta inversión porque, al fin y al cabo, los peques crecen, siempre puedes echar mano de las típicas banquetas tanto para lavabo como para inodoro, y así se sentirán más cómodos. 

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smart toitel In-Wash de Roca

Smart toilets Seguro que a estas alturas ya has oído hablar de los "smart toilets" o inodoros inteligentes, que te lavan con agua. El nuevo In-Wash® de Roca, por ejemplo, ofrece la tecnología más simple e innovadora para una limpieza, un confort y un cuidado total en higiene personal. Sensor de presencia, luz nocturna, cánula de salida de agua autolimpiable, incluso con función de aire para secar la zona íntima son algunas de sus funciones. Desde 1.871,87 €. 

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Tras un murete

Después de ver las opciones en cuanto a tipo de modelos, llega la siguiente pregunta: ¿dónde lo coloco? En cualquier caso siempre es aconsejable instalar el inodoro en el punto más alejado de la vista, por cuestiones de intimidad. Vamos, que no sea lo primero que veas cuando entres al baño. La solución de semi-ocultarlo tras un murete de obra, como aquí, es una buena opción. Está pero no está. 

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Tras una mampara de cristal

Otra opción de colocación es la de ponerlo tras una mampara de cristal, ya sea traslúcido o bien opaco, con el que lograrás mayor privacidad. Una mampara es un elemento muy liviano que apenas ocupa espacio pero que a la vez separa el inodoro del resto del aseo. 

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Tras el mueble del lavabo

Si no quieres hacer un murete de obra o instalar una mampara, siempre puedes colocar el inodoro detrás del mueble del lavabo. Quedará más recogido y su presencia será más discreta en el conjunto del ambiente. 

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En un cuarto aparte

Si el espacio te lo permite, esta opción es realmente cómoda, ya que esta distribución permite el uso del baño compartido, sin renunciar a la privacidad. Un miembro de la pareja puede estar usando en wc, mientras el otro está en el lavabo, sin molestias y con total intimidad. Si el cuarto no cuenta con salida al exterior, piensa en instalar un pequeño extractor para renovar el aire del pequeño habitáculo. 

Además de nuevas siluetas, los sanitarios ofrecen innovadoras funciones de higiene. Inodoro y bidé o las dos piezas en una son los protagonistas del cuarto de baño, ya sea compartiendo escenario con lavabo, ducha y bañera o en un wc aparte. Los últimos modelos hablan de estética discreta, líneas sutiles y redondeadas, confort y facilidad de limpieza, gracias a los distintos tipos de instalación que hemos podido ver y materiales de máxima calidad, como la porcelana de las tazas y la resina para las tapas y asientos, ofreciendo resistencia e higiene.

Pensando en la comodidad del usuario y para facilitar la limpieza, se han desarrollado novedosos tratamientos aplicados a la superficie de la cerámica, conocida como porcelana sanitaria, que evitan que la suciedad se adhiera, eliminándose fácilmente con agua. De este modo, la cerámica permanece limpia durante más tiempo. Y para poder llevar a cabo esta limpieza, los asientos de los sanitarios pueden desmontarse y volverse a montar rápidamente y sin problemas; además estos incorporan unos amortiguadores que permiten un cierre lento y sin ruidos ni golpes. Otra importante novedad en el mundo de la porcelana sanitaria es la posibilidad del tratamiento antibacterias, una protección activa para una higiene total.

Consejos para escoger los sanitarios

  • Suspendidos o de pie: Los sanitarios suspendidos permiten disponer de mayor espacio y facilitan la limpieza, mientras que los de pie o columna ofrecen una imagen de mayor resistencia y estabilidad.
  • Color: Si se quiere introducir el color en el aseo se puede hacer a través de un sanitario estampado o de un tono que lo cubra por completo. También es posible a través de ciertos detalles que otorguen vida al inodoro o al bidé, situados en la cisterna, las tapas o los complementos.
  • Acabados: Podemos encontrar acabados semisatinados dando una vuelta de tuerca a la función decorativa de estos baños y renovando colores clásicos que se usaban décadas pasadas como el rosa coral, el azul cobalto o el amarillo pálido.
  • Silueta: El inodoro y el bidé normalmente comparten las mismas líneas coordinadas, que pueden ser rectas y acentuadas o bien suaves y sinuosas. Dependiendo del espíritu general de la decoración se escogerán unas u otras.
  • Precio: Se pueden encontrar desde sanitarios asequibles para todos los bolsillos hasta los de gama alta, reservados para presupuestos más elevados.
  • Ahorro de agua: A través de mecanismos instalados en los sanitarios o en la cisterna es posible ahorrar en el consumo de agua. Estos inodoros cuentan con un sistema de retención de vaciado, que puede ser de varios tipos.

Bien limpio

Se aconseja limpiar el inodoro cada dos días por lo menos y para su óptima desinfección necesitaremos un cepillo de dientes, un limpiador específico para inodoros, un limpiador genérico en spray, una escobilla, papel de cocina (mejor que un trapo. El Consejo Mundial de Higiene recomienda utilizar paños desechables o ponerlos en remojo con desinfectante o lejía durante toda la noche. También pueden lavarse en la lavadora y dejarlos secar bien).

Con unos guantes, retiramos, si hay, cualquier objeto que pueda estar sobre el wc, y vaporizamos por fuera todo el inodoro, incluyendo la tapa, abierta y cerrada, la cisterna y el pie. Después aplicamos limpiador de inodoro por dentro de la taza, en la zona por donde sale el agua al tirar de la cadena. No nos olvidaremos de limpiar el tirador de la cisterna, porque se hace uso de él con las manos todavía sin lavar.

Cerramos la tapa y con papel de cocina retiramos el limpiador que aplicamos en la parte exterior, aclaramos con agua y secamos. Con el cepillo de dientes limpiamos las juntas más inaccesibles, la zona de los tornillos que ajustan la tapa, la taza al suelo, etc. Con la escobilla ‘barremos’ bien toda la zona interior de la taza, en círculos de arriba abajo, insistiendo en los conductos por donde sale y desaparece el agua, más inaccesibles. Una vez terminado, tiramos de la cadena y dejamos correr el agua, con la que vamos a aclarar la escobilla. Para su secado, la sujetamos en horizontal entre la taza y el asiento.