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1.

La masía moderna de Dolors Bustins

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"Creo que debo de ser la lectora más antigua de El Mueble. La leo desde hace ¡50 años! No hay más que ver mi colección encuadernada con números hasta el año 71, que es más o menos la misma época en la que mi marido y yo decidimos comprar esta masía, en un pueblecito de Girona", cuenta Dolors Bustins, una de las lectoras ganadoras del concurso Las Mejores Casas de Lectoras.

2.

Una segunda residencia para una familia numerosa

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"Cuando la vi sentí amor a primera vista por sus muros de piedra, sus vistas y sus techos abovedados. La compramos como segunda residencia, pero, sobre todo, para poder reunir aquí a toda la familia sin agobios, porque a mi marido no le gustaban demasiado los restaurantes y aquí podíamos juntarnos sin prisas y sin estrecheces y disfrutar. Así, pasó a ser el lugar donde celebrábamos las fiestas familiares como aniversarios, comuniones, bodas o lo que tocara. Cuando los hijos se fueron haciendo mayores, ya no venían tanto con nosotros a la finca. Una pena", explica.

Sofás Louvre, butacas Midnight y pufs Pompei de Maisons du Monde, igual que la mesa de centro modelo Magnus. Alfombras de Muji. Cojines de La Maison, Sira Bcn, Matèria y Natura Casa. Jarrón y ramo de Bossvi. Cestas de La Maison.

3.

La reformó hace tres años

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Durante años, su sueño era poder reformarla y "volver a prepararla para la familia. Pasaba el tiempo y tenía la espinita clavada. Cuando mi marido murió, hace tres años, me dije 'éste es mi momento' y vamos a volver a reunirnos todos donde él había sido tan feliz", confiesa Dolors.

Sofás de Maisons du Monde. Lámpara Molly de Maisons du Monde. Mesa auxiliar y plaid de La Maison. Cojines estampados de Natura Casa.

4.

Una reforma con la ayuda de El Mueble

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"La reformé por completo (aunque no tocamos la estructura exterior) con la ayuda de mi interiorista Maite Prats y, por supuesto, con mi archivo de El Mueble. ¡Ahora no me cuesta nada convencer a mis siete hijos y mis nueve nietos para que vengan!", añade nuestra lectora.

Cómoda y espejo de herencia. Jarrones blancos de Carolina Blue. Lámpara de Maisons du Monde.

5.

Un comedor para muchos

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Una de las características que quería Dolors en la masía familiar es un gran comedor: "No nos podía faltar una mesa grande y pusimos dos comedores. La mesa pequeña la utilizamos para los nietos y la grande para los mayores cuando nos reunimos todos".

Mesa realizada a medida por Fusteria J.J. Pey. Sillas de Sillería Vergés. Manteles y servilletas
de Filocolore y bandeja de Carolina Blue. Lámparas de Isern Il·luminació. Suelo de barro cocido. Bandeja de mimbre de Carolina Blue. Balda de madera hecha a medida. Encima, plantas y macetas de Bossvi.

6.

Un estilo clásico, práctico y con personalidad

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Creo que a toda la familia le gusta como he decorado la casa tanto como a mí. Cuando llevas cincuenta años pegada a El Mueble (¡aún recuerdo alguna en blanco y negro!) desarrollas un estilo. ¿Que cómo defino el mío? Yo digo que es clásico, práctico y con personalidad. Y me gusta añadir el toque moderno, sentirme joven. La mayoría de los muebles son de otras casas donde hemos vivido, o de anticuarios, mezclados con otros modernos.

Mesa de madera tallada y sillas con respaldo de rejilla de herencia. Lámpara de lágrimas comprada en La Bisbal.

7.

Una cocina abierta al comedor

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La cocina está conectada al gran comedor, para que en las grandes reuniones puedan estar todos juntos. Es un espacio alargado que, por la otra punta da al exterior, por lo que también es luminoso.

8.

Una cocina rústica pero moderna

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"En la cocina también podemos estar varios a la vez. Yo quería una cocina moderna, pero sin perder el toque rústico que hace la casa tan especial. El suelo es de barro cocido de toba catalana y la campana está camuflada como una antigua chimenea", admite Dolors.

Muebles de cocina de Cuines Slein con encimera de mármol. Las lámparas son de Isern Il·luminació. Suelo de toba de Rajolería Llensa.

9.

Varios dormitorios dobles

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"Lo pensamos mucho para que quedara una casa cómoda donde todos quisieran venir. Le dimos muchas vueltas. Mi idea era que si venían mis hijos con sus familias estuvieran a gusto y tuvieran algo de intimidad. Por eso, todas las habitaciones tienen su propio baño, y esta es una solución que nos vendrá bien si algún día alquilamos la casa. Hay dormitorios dobles, otros infantiles y he dejado alguno con las dos opciones, es decir, con cama de matrimonio y cunas y camas infantiles. ¡Somos muchos!", detalla la propietaria.

Cabecero de J.J. Pey. Banqueta de Antic Bisbal. Colcha de La Maison y manta de cuadros de Primitiu. Lámparas de Carolina Blue.

10.

Un baño para cada habitación

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La casa está llena de suites, por lo que cada habitación tiene su baño. Unos baños que, por lo general, cumplen con la norma establecida por Dolors: la mezcla de lo rústico con lo moderno.

Mueble hecho a medida por J.J. Pey. Lavamanos y grifería de Roca. Espejo de Cristalleria Magisa.

11.

Suites familiares

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"En la planta superior, pusimos dos dormitorios de matrimonio completos que se comunican con su respectivo cuarto infantil. Estas suites familiares tienen su propio baño. Una puerta corredera acristalada hace posible comunicar o cerrar el espacio según se necesite. Gracias al cristal pasa la luz y se puede ver a los niños", cuenta nuestra lectora.

Camas de Dormitum con cabeceros y mesitas de herencia. Banquetas de Antic Bisbal. Alfombra de Carolina Blue.

12.

Nunca se termina del todo...

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"A lo largo de mi vida he recorrido mercadillos y todo tipo de tiendas buscando y encontrando los muebles ideales. Aun así, cuando miro alrededor, me parece que faltan cosas... Por eso, diría que la mayor verdad que he aprendido es que nunca se termina del todo con una decoración", concluye Dolors Bustins.

Y aquí puedes ver el making of de la sesión de fotos que el equipo de El Mueble hizo en la masía de Dolors y la entrevista: