Esta casita en Sitges no tenía ningún tipo de atractivo hasta que pasó por las manos de la interiorista Gabriela Conde, ayudada por la arquitecta técnica Blanca Figueras y la constructora Terramar. "Cuando la vi por primera vez era para salir corriendo. Superoscura, depresiva, plagada de humedades y con un patio que parecía una selva", recuerda Blanca, la propietaria. La interiorista Gabriela Conde tuvo la misma sensación, pero acompañada de un proyecto: "Solo faltaban los cocodrilos. Era terrible. Pero tuve una visión y le dije: 'será la cabaña Blanca, en homenaje a tu nombre'", explica Gabriela. ¿Vemos cómo era antes y cómo es ahora?

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1.

Antes: un patio prácticamente impracticable

Al patio antes de la reforma.

Al patio antes de la reforma.

Gabriela Conde

Con este pasillo estrecho y tubular y esta maleza descontrolada se encontró la estilista de El Mueble y decoradora Gabriela Conde cuando visitó por primera vez este bajo. Era impracticable, ya que el "jardín" se comía todo el espacio del patio, dejando un espacio comprimido en el que ni se podía ni apetecía hacer vida. 

2.

Después: un súper patio de más de 80 m2

Patio de planta baja pequeña con salón de exterior.

Patio con sillas de cuerda y mesas marroquíes de Zigzag. Bancos de La Maison. Cojines y colchonetas, de Pepas.

El Mueble

Con la ayuda de la arquitecta técnico Blanca Figueras y la constructora Terramar, ese patio tubular y sin uso se transformó en el oasis de paz que es ahora. Para lograr esta transformación, primero tuvieron que vaciar toda la tierra, porque había tres peldaños que se comían todo el espacio, para poder nivelarlo y dejarlo como está. Ahora el patio cuenta con 80 m2 de superficie practicable. 

3.

Después: un patio dividido en varias zonas

Patio exterior con zona de estar separada del comedor por una fuente.

Patio con sillas de cuerdas, en Zag&Zig.

El Mueble

Después de la obra, el patio ganó en espacio. Hasta 80 metros cuadrados tenían ahora para crear diversas zonas. Por un lado, el estar a modo de jaima. "Queríamos que fuera muy alegre y natural y con este aire marroquí", dice Gabriela. Y, por el otro, el comedor, separado por la increíble fuente. 

4.

Después: perfecta para el verano

Acceso a la vivienda con escalones y ducha exterior.

Patio con pavimento de microcemento. Escalera de madera, en La Maison.

El Mueble

Su cercanía con la playa hacía necesario un lugar en el que quitarse la arena antes de entrar en la casa. Así que la interiorista se decantó por una ducha de exterior empotrada en la pared. La escalera decorativa hace las veces de toallero. 

Por cierto, en el exterior se apostó por pavimentar el suelo con microcemento de color arena, que aporta un tono cálido al mismo tiempo que se evitan las juntas y proporciona amplitud. 

5.

Antes: un exterior desaprovechado

Antes
Gabriela Conde

Con el trueque del salón convertido en cocina, ¿qué pasaba con el salón? Gabriela y la arquitecta Blanca Figueras lo tuvieron claro: le tomaron prestados unos pocos metros al exterior, que con la reforma había crecido. 

6.

Después: un salón ganado al exterior, súper luminoso y con mucho encanto

Salón mini blanco con sofá verde agua y cerramiento.

Salón con sofá y puf, de Lucky Mora Studio. Estores, de Polo Masclans. Mesa auxiliar, de Zag&Zig.

El Mueble

Y esos metros arañados al nuevo exterior se convirtieron en el salón, mini pero práctico y con muchísimo encanto. ¿El acierto? El cerramiento tipo invernadero, que lo inunda de luz. Además, los dos sofás enfrentados se convierten en cama y en este verde agua, le dan un toque muy veraniego y ligero. 

7.

Antes: un salón oscuro y sin gracia alguna

El salón antes de la reforma.

El salón antes de la reforma.

Gabriela Conde

El salón, como el resto de la vivienda, era para salir corriendo, según palabras de Gabriela. Era súper oscuro, sin gracia alguna, con un suelo totalmente anticuado... Espera a ver el cambio.

8.

Después: una cocina amplia, vintage y multifunción

Cocina abierta con muebles de madera y salpicadero con placa de metal y antepecho de cristal.

Cocina con mobiliario, revestimiento y campana, realizados por Carpintería Antonio Sánchez Olmos. Lámpara aplique, en La Fontaine.

El Mueble

Y donde había un salón oscuro y deprimente... ¡tachán! Una súper cocina luminosa, con carácter vintage y reconvertida en el corazón de la vivienda. "El espacio que ahora ocupa la cocina debía ser el salón, pero la propietaria quería que la cocina fuera muy grande, porque es donde ella y sus hijas hacen vida en invierno", explica la decoradora. De hecho, en esta cocina comen, trabajan y estudian. Y no te pierdas, ¡han llegado a ser 10 en esa mesa! 

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Después: mejor sin puertas

Chimenea decorativa en un salón que separa la cocina del dormitorio.

Chimenea decorativa, diseño de Gabriela Conde. Cuadro, de Little House.

El Mueble

Debido a los 60 metros cuadrados del interior de la vivienda, había que tomar ciertas decisiones como la de poner puertas o no. Así, la de la cocina con el salón se eliminó, mientras que el dormitorio se separa de las zonas comunes por una decorativa cortina. 

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Antes: un dormitorio en verde y plagado de humedades

El dormitorio antes de la reforma.

El dormitorio antes de la reforma.

Gabriela Conde

"¡Solo faltaban los cocodrilos!", bromea Gabriela cuando recuerda el dormitorio y resto de espacios de esta planta baja en Sitges. Y es que las humedades campaban por sus anchas en toda la vivienda, que se había dejado hasta ser inhabitable. 

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Después: un dormitorio "cabañita" con salita de estar improvisada

Dormitorio de verano con las paredes paneladas con madera en blanco.

Dormitorio con cabecero, diseño de la decoradora Gabriela Conde. Cojines, cortinas y colcha de De Pepa's. Aplique, de La Fontaine.

El Mueble

El dormitorio se abrió al nuevo salón, ganando mucha luz natural, sensación de amplitud y un estar improvisado. Y, cuando se precisa de intimidad, unas cortinas separan ambos espacios. Las paredes y el suelo revestidos con lamas de madera, como en el resto de la vivienda, y el techo con cañizo dan un look de cabañita que suma encanto y personalidad a este bajo con vocación de casita de playera

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Después: el color como hilo conductor

Acceso al dormitorio desde el salón separados por una cortina.

Cabecero, diseño de Gabriela Conde. Mesa auxiliar, en Zag&Zig.

El Mueble

No solo el blanco es la seña de identidad de esta casa. También lo es el color azul aguamarina que se empleó en la tapicería del sofá, en la ropa de cama, la vajilla de la cocina y hasta en pequeños detalles en el dormitorio infantil.

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Antes: un baño triste y viejuno

El baño antes de la reforma.

El baño antes de la reforma.

Gabriela Conde

La luz fantasmagórica, ese suelo azulón, las baldosas de la pared con esa cenefa que ya no se llevan, el mueble... Todo pedía a gritos una renovación integral. 

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Después: un baño con personalidad al que no le falta de nada

Baño con espejo tipo libro.

Baño con espejo tipo libro en Cassai Home & fashion y grifería de Neocerámica.

El Mueble

Qué cambio, ¿verdad? Con la reforma, el baño se mantuvo en la ubicación original, pero se echó todo abajo para crear este con vocación casi de spa, a pesar de ser mini. El blanco, que lo inunda de luz, y los detalles retro que suman encanto hacen de este baño un espacio de relax. 

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Antes: una cocina pequeña, tubular y oscura

La cocina antes de la reforma.

La cocina antes de la reforma.

Gabriela Conde

La cocina, como el resto de la vivienda, era muy oscura y poco apetecible. Con muebles simples, una encimera de granito viejuna y un suelo ochentero. 

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Ahora: un vestidor con tocador súper práctico

Vestidor con tocador 00483339

Sí, este vestidor con encanto vintage y lleno de luz es la antigua cocina. Imposible, pero cierto. Al cambiar la cocina de ubicación, se "ganó" este espacio que la decoradora decidió convertir en el vestidor de las hijas adolescentes de la propietaria. Y para sacarle más partido y liberar un poco el baño –uno solo para tres mujeres– se decidió crear este tocador que, separa, además, los dos armarios. 

Espejo, de Cassai Home&Fashion.

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Después: hay espacio para el dormitorio infantil

Dormitorio infantil con literas.

Dormitorio infantil con literas diseñadas por la decoradora y realizadas por Antonio Sánchez Olmos.

El Mueble

Con la reubicación de la cocina, se sacó espacio para una habitación extra, destinada a las hijas de la propietaria. En ella se colocó una litera hecha a medida que presume del mismo blanco que el resto de la vivienda. Además, se hicieron de 135 cm, para que puedan dormir hasta 4 personas. 

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Después: una habitación con acceso al vestidor

Acceso al baño con vestidor desde el dormitorio.

Mueble verde, de Mercantic y pintada por re_moni_simas.

El Mueble

Desde la habitación de las niñas, se creó un acceso a un vestidor donde antes estaba la cocina. En él se planificó una zona de lavamanos y varios armarios, que prescinden de las puertas. En su lugar se colocaron visillos, que aportan un look más relajado, propio de una casa de veraneo. 

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El plano de la casa

El plano de una casa de 60 metros cuadrados.

El plano de la casa de 60 metros cuadrados.

El Mueble

En este plano puedes ver cómo la interiorista Gabriela Conde solucionó los problemas de espacio. Para empezar, el dormitorio infantil cuenta con dos accesos: desde el exterior y otro que da al baño. El dormitorio principal se colocó a continuación, pegada a la cocina. Mientras que el salón ganó unos metros al exterior y, aunque es pequeño no se nota, ya que la casa presume de una gran zona exterior con estar. 

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