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1.

La fachada, en buen estado

Cabaña frente a la playa

¿La fachada de tu casa de playa presenta grietas, desconchones y fisuras? En ese caso deberás acudir a profesionales para que la rehabiliten. Si, por el contrario, está en perfecto estado, dale cada cierto tiempo una manita de pintura especial para exteriores: antihumedad e hidrófuga. Elige colores claros, que absorben menos el calor y dejan el interior más fresco. Por último, pinta las estructuras metálicas de las barandillas con lacas antioxidantes. ¡Y olvídate del salitre!

2.

En el porche, buena sombra

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Por más que te guste tomar el sol, hay momentos en que buscarás (y agradecerás) una buena sombra. ¿Quieres un porche de ensueño? Coloca en él unas tumbonas, unas hamacas o un banco corrido como aquí, protégelos con una buena pérgola cubierta de enredaderas o cañizo. Lograrás estar bien fresquita cuando el "lorenzo" pegue. 

Sofás y mesa auxiliar de obra. Mesas de centro de madera de iroco, de Dalla Polvere. Sillas metálicas, de Calma House.

3.

Un recibidor muy coast

Recibidor marinero

Nada más traspasar el umbral de la puerta se debe notar la atmósfera marinera. Lograrlo es tan fácil como colocar sobre el mueble del recibidor objetos deco muy navy: caracolas, veleros, corales, lámparas tipo faro... Decora la pared con carteles indicativos de por dónde queda la playa, unos remos de madera o, como en la imagen, con una composición de fotos muy veraniegas que recuerden esa paella en familia, la competición de surf, un amanecer en la costa... 

4.

El salón, integrado en el mar

Salón marinero con suelo de microcemento

Si desde tu salón se divisa el mar, deja que sea una prolongación de él. ¿Cómo? Usando el blanco, el azul, la fibra y algunos detalles marineros, como estos peces que surcan la pared en busca de agua.

Alfombra, de Muebles Carlos Formentera. Peces de pared y mesa de centro, de Lost & Found. Butaca y lámpara de sobremesa, de Art & Co. Sofá y mesa auxiliar con colchonetas, de Studio Alessandro Negri.

 

5.

La cocina abierta para estar todos juntos

Cocina abierta con suelo que imita parquet decorada por Natalia Zubizarreta

Acabáis de llegar de la playa y es hora de ducharse antes de comer. Mientras uno saca el gazpacho de la nevera, otro está cocinando el segundo plato y el resto, poniendo la mesa. Contar con una cocina abierta al comedor es la mejor opción para todas las casas, y para la de la playa, más aún. Así, todos pueden interactuar y estar al tanto de las conversaciones. La interiorista Natalia Zubizarreta proyectó esta en azul y blanco, como no podía ser de otra manera.

6.

O tipo chiringuito

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Llevar la vida de playa al interior de la casa es el objetivo. Esa sensación de estar tomando algo en el chiringuito de toda la vida sentada en un taburete alto, rodeada de buenos amigos, es la que se capta en esta cocina playera. Y todo gracias a una encimera de piedra empotrada, a modo de barra de desayunos, que también se utiliza para preparar la comida. Sobre la pared, forrada con lamas de madera, se colocó una antigua puerta corredera recuperada.
 

Cocina, de Birgit Müller. Encimera de piedra, de Binissalem. Vajilla, de Catalina Socias by Cassai.

 

7.

En el comedor interior, rayas ¡o no!

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Utilizar textiles a rayas es el recurso más fácil para darle a la mesa un aire marinero, pero no descartes estas otras opciones igual de efectivas: mantel blanco de lino + vajilla y cristalería en azul, individuales redondos de fibra + cubiertos con mangos nacarados o caminos de mesa en beis + caracolas, estrellas de mar o conchas decorando el centro. ¡Tú eliges!
 

Mesa, de Home Design International. Sillas Norraryd, de Ikea. Alacena, lámara y perchero, de Cottage Little House. Mantel de tela naútica, de Coordonné.

 

8.

Y en el comedor exterior, sabor a mar

Comedor de exterior al atardecer con vistas a una playa_ 00347227

En tu casa de la playa, las cenas serán al aire libre con el sonido de las olas de fondo, el olor a mar y un menú a base de pescado, por supuesto. ¿Cómo decorar la mesa exterior para una cena marinera? Un mantel estampado muy coast, como el de la imagen, sería lo suyo pero... Atenta a los tips que da la food stylist Laura Caldarola: "coloca a modo de individuales las servilletas en forma de rombo, colgando una de las mitades por el borde de la mesa. Sobre ellas dispón unos platos en blanco y azul con borde dorado y copas en diferentes colores". ¡Y no te olvides de los faroles!

9.

La playa en el dormitorio

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Si desde la ventana de tu dormitorio ves la playa, qué mejor que decorarlo en beis y azul, a juego con la arena y el mar. Será como meter la playa en tu habitación. Elige textiles livianos en ropa de cama y cortinas para dormir bien frescos, muebles de madera que le aporten calidez y objetos de fibra que le den ese aire desenfadado, propio de las vacaciones.

10.

Dormitorio infantil, ¡tannnnn mediterráneo!

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¡A dónde fueres, haz lo que vieres!, dice el refrán. Y no le falta razón. Si tienes una casa en la playa, lo que te pide el cuerpo es decorarla con materiales y colores típicos de la zona. Esta habitación, que comparten dos hermanos, se diseñó en blanco y azul, con armarios a medida en madera de pino y persiana mallorquina, haciendo gala de su ubicación.

Litera, de Flamant. Silla, de Catalina Socias by Cassai. Colchas, de Zara Home. Plaid, de Filocolore.

 

11.

En el baño, un toque vintage...

baño ropa sucia 00456590 O

Sencillo y muy naútico, así debe ser el baño de tu casa de la playa. Y para inspirarte, fíjate en este de la imagen. Pintado en azul y blanco y empapelado desprende cierto aire retro. Para lograrlo, elige un lavabo de pie, grifería vintage, una escalera de madera envejecida y un espejo redondo, a modo de ojo de buey, en el que cada vez que te mires, te darán ganas de gritar: ¡Tieeeerra a la vista!

12.

... o al estilo surfers lovers

Baño con azulejos azul-verde
Pinterest

¿Os encantan los deportes naúticos? ¡Haz que se note en tu casa de la playa! Y decórala con guiños a ellos. En este cuarto de baño, por ejemplo, el amor por el mar se nota en los revestimientos cerámicos en color aguamarina en la pared y en el mosaico de gresite, en el suelo. Y por supuesto, en el cuadro surfero. ¡Sin palabras! 

13.

Piscina, a prueba de virus

fachada y piscina de la casa

Y si además de tener el mar a un paso, tu casa de la playa tiene piscina ¡aprovéchala! No hay nada mejor que levantarse de la siesta y darse un chapuzón para desperezarse. Eso sí, procura limpiarla todos los días de hojas y bichos, regular el valor del pH, aplicar el tratamiento para el agua, sea de sal o cloro, desinfectar a diario las zonas comunes (vasos de ducha, suelo, tumbonas...) ¡y no quitar ojo si hay niños pequeños!