Antes y después: de casita abandonada y sombría en Vejer de la Frontera a un paraíso de esencia gaditana con terraza

Vejer de la Frontera es uno de los lugares más bonitos de Andalucía, especialmente por su estética típica de pueblo blanco gaditano, lleno de casas encaladas. Una familia franco-española adquirió esta vivienda con el objetivo de transformarla en una segunda residencia, pero estaba muy desfasada y necesitaba muchos cambios. La interiorista Ana Tello se encargó de la reforma, procurando respetar su historia, que se sitúa a principios del siglo XX.

El reto de la reforma estaba muy claro: conservar la estructura y esencia original de la casa, los forjados y carpintería exterior de madera, las rejas de forja artesanal de la entrada, los suelos hidráulicos... pero a la vez convertirla en un lugar funcional y actual en el que disfrutar de los veranos familiares. El patio, después de una mano de pintura y mobiliario nuevo, ¡parece otro! Se conservó el suelo original de piedra de Tarifa, un material cada vez más complicado de encontrar. ¡Y no ha perdido la esencia del clásico patio andaluz!

En el interior, se eliminaron los falsos techos para dejar a la vista la estructura de madera original y se replanteó la distribución de las dos plantas, pues estaba muy compartimentaba y le restaba luz. La interiorista decidió hacer en la planta baja un open concept y unió la cocina al comedor y salón para que no hubiese elementos que obstaculizaran la continuidad visual. 

¡Mira qué bonito! Después de la reforma, el salón parece otro totalmente distinto: apenas se intuye ya la oscura y anticuada decoración que había sido descuidada por los anteriores propietarios. Sin embargo, Ana Tello sí que decidió conservar los suelos hidráulicos originales, reponiendo con piezas de derribo aquellas zonas donde se encontraban más deteriorados. ¡Le da mucho carisma!

Ni rastro de la antigua cocina que se caía a trozos. Ahora esta estancia brilla con luz propia, ¡y nos encanta! La moderna cocina es de color blanco, que le aporta luz y la amplía visualmente; las vigas del techo le dan ese estilo rústico indispensable, y el suelo hidráulico forma una cenefa de lo más original. Tras la reforma, los nuevos propietarios podrán disfrutar al máximo de la cocina, que se ha convertido en el corazón de la casa. 

En la primera planta había un baño completo que era insulso y necesitaba un cambio. La ducha era pequeña y no había ningún mueble para dedicado al almacenaje, una de las premisas que marcó la familia antes de empezar la reforma. Para ellos era importante aumentar el espacio donde guardar sus pertenencias en todas y cada una de las habitaciones. 

Otra vez vemos el equilibrio perfecto entre lo tradicional y lo moderno: el pequeño baño es ahora una vívida prueba de que combinar ambos estilos puede ser todo un acierto. Se ha cambiado la ducha por una más ancha y con mampara, y se ha cambiado de lugar el lavamanos, el cual ha ganado espacio de almacenaje gracias a un pequeño mueble bajolavabo con muchas cestas de fibra natural. A la izquierda, queda expuesto un bello cuadro con un marco dorado ideal. 

Antes de la reforma, era primordial hacer que las estrechas habitaciones dieran paso a espacios más amplios y funcionales, pero también que sumaran luminosidad, pues apenas aprovechaban la luz natural que entraba por las ventanas. ¡Y así se hizo!

Ahora el dormitorio principal es superluminoso, gracias a la apertura de nuevas ventanas y tragaluces y a la pintura blanca de las paredes de toda la vivienda. Para el cabecero de cama, aprovecharon un muro de carga y se crearon hornacinas para ganar almacenaje. Para los dueños también era muy importante exponer ciertas antigüedades pertenecientes a la familia, así como varias obras de arte seleccionadas por la propietaria, comisaria y gestora cultural. Así, en la casa pueden encontrarse obras de Shaima Al Tamimi, Samuel Fosso y Haruri Fujii, entre otros; así como unas vasijas iraníes que datan del año 1000 a.C.

Sin inodoro, bañera, lavamanos ni apenas azulejos en la pared: así estaba el baño en suite antes de que interviniera el equipo de Ana Tello. Además, la persiana verde le restaba luz y era un poco fea. ¡Tenía que desaparecer! 

¡Mira qué cambio! Ahora el baño conectado al dormitorio principal en muy bonito y tiene una gran bañera que parece sacada de un spa. Sin duda, los dueños podrán disfrutar de largos baños durante sus vacaciones en un lugar tranquilo y relajante como este. 

La parte de arriba dejaba intuir un espacio que, una vez reformado, podía convertirse en el centro de todas las miradas. En un lugar tan paradisíaco como es Vejer de la Frontera valía la pena aprovechar estos metros cuadrados y hacer una terraza con comedor exterior. ¡Y lo lograron!

Ahora la azotea es un lugar maravilloso en el que disfrutar del buen tiempo y el aire mediterráneo. En la imagen se puede ver cómo el azul y blanco de los espacios diseñados se funden con la maravillosa vista de las casas y el cielo de Vejer. ¡Sencillamente impresionante!

De este modo, la antigua casa de huéspedes ha pasado a convertirse en una vivienda familiar con toda la esencia vejeriega, cuyo interior es además toda una "wunderkammer" de piezas que enamorarán a cualquier amante del arte. ¡Enamora!