Una clásica casa de montaña . Así de contundentes fueron los propietarios cuando describieron qué esperaban del solar de 2.000 m 2 que habían adquirido. Con dos hijos ya mayores y emparejados, su idea era construir una segunda residencia en la que alojar a toda la familia. Dos años más tarde, están encantados con el resultado. "La casa es de obra nueva y la trabajamos sobre plano con el arquitecto. Fuimos descubriendo combinaciones sobre la marcha, con lo que nos pedía la casa", comenta Laia Reguant, una de las interioristas de Marina&Co . ¡Mira el resultado! Una clásica casa de montaña Un porche rústico cubierto por una pérgola siempre es la mejor opción para alargar las sobremesas de verano, ¡y de invierno! Mientras que durante el día es un porche con encanto, durante la noche esta parte de la casa se convierte en un refugio de piedra donde no pasan las horas. La cálida iluminación de las velas y lámparas, y los cómodos sofás tipo chaise longue en color gris suave, crean una atmósfera íntima única. Con zona para la barbacoa Además, en el exterior de cualquier casa rústica en pleno Pirineo no puede faltar una zona de la casa para hacer barbacoas en familia cuando llega el buen tiempo. Este espacio rústico, pero moderno, cuenta con una mesa de madera que combina con las sillas y la lámpara de techo de fibras. Un salón con papel pintado El papel pintado fue hecho a medida para el salón y llama la atención por su diseño de rayas y la cabeza de un reno muy realista. Según Laia, "es el elemento central en torno al que gira el resto de decoración". Eso sí, a los dueños les costó dejarse seducir por él. Fue decir: "adelante con el papel", y el juego de texturas vino rodado, con la piedra, el cuero color caldera de los puff y las sillas, los linos y la madera de los muebles y las vigas. Lo industrial se mezcla con lo rústico "Han cumplido el sueño de vivir en una casa de montaña. Aunque lo cierto es que es muy moderna y personal", reconoce Laia. El negro industrial de las lámparas, el hie rro y el papel rayado le dan cierto toque atrevido, hasta de vanguardia. Eso sí, tan to en el salón como en el comedor vemos elementos 100% rústicos, como las vigas, una mesa de centro robusta y la leña a la vista. Calidez en telas y con la chimenea Ahora sentarse a observar la montaña en el salón es el pasatiempo favorito de los dueños. ¡No nos extraña! Las telas suaves y naturales de los cojines dan una sensación amable. Aquí sentados podemos disfrutar de la chimenea, que tiene dos caras. Una cocina de color antracita Uno de los accesorios preferidos de Laia es el taburete de piel de la cocina. Lo pensaron para dar calidez al color antracita de la cocina, junto a la madera. "Una cocina negra no estaba prevista. Inicialmente, iba a ser una cocina de madera", explica Laia. "Pero al ver cómo se iba desarrollando el look de la casa, con la piedra y los tonos cálidos, este tono oscuro apareció como toda una revelación", añade. El equilibrio perfecto entre rústico y moderno Un detalle: rebajaron la dureza de este color con el papel pintado efecto saco. De hecho, "es una estancia que nos encanta. Es una cocina abierta , muy bien integrada al comedor, con una isla muy práctica que divide ambas estancias. Los electrodomésticos están integrados y no hay campana visible, algo importante porque la cocina se vea desde el salón", indica Laia. La comunicación fluye entre estancias a la perfección Ahora, este espacio es la definición de una cocina rústica moderna . Es "de montaña", pero cuenta con todas las comodidades. El contraste cromático entre madera, tonos neutros y gris oscuro la hace superchic. Un dormitorio en suite La parte más clásica de la casa: la suite principal. Es una estancia muy acogedora y muy práctica: "Los dueños querían un baño en suite. Para que este tuviera luz natural, ideamos una ventana interior, por donde entra la luz. ¡Parece que te bañas en medio de la naturaleza! Para cuando se quiere privacidad, pusimos un discreto screen", explica Laia. Con cabecero de capitoné De un lado del dormitorio, la madera es la gran protagonista. De otro, el papel pintado en espiga sobre el cabecero de capitoné, ¡superafrancesado y elegante! Nos vamos ya hacia el baño, sintiéndonos todavía arropados por el calor de los textiles y la madera. Un pie de cama acogedor En el pie de cama de la habitación en suite encontramos un rincón acogedor, conseguido gracias a la butaca hecha con imitación de estampado de vaca y una alfombra de pelo largo blanca. Enfrente de la cama está el armario y la cómoda. El baño esta "conectado" con la habitación de matrimonio Ahora la pareja tiene un baño abierto al dormitorio a través del cristal, que deja pasar la luz, con cabina de ducha, bañera y un lavabo doble. Unas puertas correderas delimitan la zona del sanitario y quedan disimuladas al ser del mismo revestimiento de madera que el resto del baño. Un baño de ensueño con bañera exenta Y en el baño de la suite vemos que los propietarios quisieron una bañera exenta , en blanco y negro, con vistas. La grifería es negra también, igual que la escalera puesta para colgar las toallas. ¡Hasta pronto! Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en www.elmueble.com, suscríbete a nuestra newsletter .