En el dormitorio la pared con cuadros suele ser la del cabecero. Y esto no es casual, porque es la pared que enmarca la cama y suele ser la principal de esta estancia. Eso significa que no podemos hacer composiciones de cuadros o de láminas decorativas en otras paredes del dormitorio? ¡Para nada! En nuestra galería encontrarás propuestas que pueden servirte de inspirar para hacer tu composición. 

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1.

En una balda, una opción actual y muy práctica

Dormitorio con cabecero en capitoné blanco y balda con cuadros de motivos vegetales_00481906

Colocar los cuadros en un estante en vez de colgarlos a la pared es una opción que cada vez gana más adeptos por sus ventajas. Por un lado, evitas tener que taladrar la pared, basta con el estante. Y, además, te da mucho más juego, porque puedes cambiar los cuadros o su distribución tantas veces como quieras de manera rápida y fácil. 

Cabecero y balda, de Ikea. 

2.

Dos cuadros simétricos flanqueando el cabecero

Dormitorio con cabecero-terciopelo naranja y dos cuadros_501855 O

Si buscas sensación de orden visual, no lo dudes: elige unos cuadros bonitos con una misma temática o, como aquí, de la misma serie, unifica tamaños y marcos y colócalos simétricos. La prueba es este dormitorio, proyectado por la decoradora Lucía Mariñas, donde los cuadros refuerzan la simetría que se impone en la decoración (dos mesillas y lámparas gemelas, las molduras del cabecero...). 

Cabecero diseño de la decoradora. 

3.

Una composición con un cuadro como protagonista

Dormitorio con cabecero tipo murete con cuatro cuadros apoyados_00522535 O

Siempre que crees una composición de cuadros que combinen lienzos decorativos de diferentes tamaños, como aquí, se recomienda colocar el más grande en el centro y reservar para los lados los más pequeños. Para que la composición no quede tan plana, puedes superponer algunos cuadros, como se ha hecho aquí. 

Cabecero, diseño de Renova. 

4.

Un gran cuadro en sintonía con el estilo del dormitorio

Dormitorio blanco con ropa de cama azul y cuadro en el cabecero_503768

A la hora de elegir cuadros para dormitorios, es importante tener presente la decoración de ese espacio. En este dormitorio, por ejemplo, fresquito, ligero, dominado por el blanco, y que invita al relax, pedía un cuadro en sintonía. Y este, que evoca el mar, le va como anillo al dedo. Para lograr un look más coordinado, puedes hacer como aquí y elegir la ropa de cama a juego con los colores del cuadro. 

Proyecto de Pipi & deco. Cabecero realizado a medida. 

5.

Una fotografía en blanco y negro a pie de cama

Dormitorio de montaña en blanco con fotografía en blanco y negro enmarcada_00497971

Esta fotografía en blanco y negro viste la pared a pie del dormitorio pero sin estridencias. ¿La clave? La elección del blanco y negro, a juego con los colores dominantes del espacio: el blanco que tiñe paredes, suelos, techos y carpintería, y el negro de los detalles textiles que crea contraste. Además, la temática, tan urbana –es el mítico puente de Manhattan de Nueva York–, acentúa el contraste con un casa de montaña como esta. 

6.

Una composición casual con una temática común

Dormitorio blanco con composición de cuadros_00508333

En este dormitorio se ha aprovechado el arrimadero a modo de repisa para apoyar dos bonitos cuadros mientras que los dos restantes se han colgado, creando una composición casual y dinámica. A pesar de combinarse láminas de diferente tamaño y marcos, la composición respira sensación de conjunto gracias a una temática natural común. 

Ropa de cama de Privalia.

7.

Un trío de láminas apoyado en la repisa del cabecero

Dormitorio con pared azul y cabecero de madera y tres cuadros apoyados_00522726

En decoración los tríos funcionan. Y tiene su por qué: y es que reunir tres objetos crea un conjunto más armónico que dos y decora más que uno sin llegar a llenar. Y en este dormitorio la decoradora Begoña Susaeta lo ha puesto en práctica con estos tres cuadros, una solución de decoración de la pared del dormitorio informal que funciona. 

Cabecero, diseño de Sube Interiorismo, realizado por Ebanistería Landa. Mesita de noche, de Hübsch. Aplique AJ blanco de Louis Poulsen, en Susaeta Iluminación.

8.

Un cuadro para disfrutar desde la cama

Dormitorio con cómoda a pie de cama y cuadro colgado_00510157

La ventaja de colgar un cuadro en la pared a pie de cama, como se ha hecho en este dormitorio decorado por Ajanta y Chituca Velasco, es que desde la misma cama puedes disfrutarlo. Aquí, además, se ha creado una decorativa composición con dos piezas de estilo, como ese precioso aparador de estilo retro y la butaca tipo bergère. 

Aparador de Ikea. 

 

9.

Dos cuadros complementarios a modo de cabecero

Dormitorio blanco con dos cuadros en la pared del cabecero_00508451 O

Estos dos cuadros funcionan bien por separado, como se han colgado aquí, pero también juntos, ya que son dos partes de un todo. En este dormitorio, además, al prescindir de cabecero, enmarcan visualmente el espacio de la cama y le dan protagonismo. 

Banco, en Tot Interiors.

10.

Una composición de dibujos simétrica

Dormitorio con cabecero tapizado rosa y serie de cuadros de peces_00511520 O

Orden y equilibrio. Es lo que transmite esta composición de 9 cuadros. La clave es la elección de una serie de láminas de la misma colección y la uniformidad de tamaños y de los marcos. 

Cabecero de Rue Vintage. 

 

11.

Dos cuadros a juego con marcos gemelos

Dormitorio con lucernario y mujer sentada en banco_00510470

Si no quieres fallar a la hora de combinar dos o más cuadros, la opción más segura es apostar por una serie, como se ha hecho aquí. En este caso, además, se ha elegido el mismo marco de espejo. 

Sofá a medida con colchoneta de Cusó Tapissers.

12.

Un cuadro apoyado en una cómoda

dormitorio-ventana-pie-cama-comoda-alfombra 00524270

La pared del cabecero suele ser la estrella del dormitorio, por enmarcar la cama, pero eso no significa que tengamos que reservar los cuadros para esa pared. De hecho en este dormitorio se ha destinado en la pared a pie de cama, creando una composición con la cómoda

Cómoda de Crisal Decoración. 

13.

Dos cuadros a juego con los colores del dormitorio

Dormitorio de piso regio con decoración en azul y blanco y dos cuadros azules_00521166

En este dormitorio la elección de los cuadros, dominados por el azul, no es casual. El pavimento, un precioso mosaico Nolla con motivos en azul, tiene mucho peso visual en este dormitorio convirtiéndose en activo de la decoración. Por lo que no es de extrañar que sus colores –blanco, azul, gris y negro– hayan influido en la elección de la ropa de cama, el cabecero y, por descontado, los cuadros, dos piezas de la misma serie que se han colgado abarcando toda la pared del cabecero. 

Cuadros de Little House. 

 

14.

Dos ilustraciones botánicas muy casual

Dormitorio blanco fresco con ropa de cama amarilla y verde_00485094

La elección de estos soportes para colgar las láminas da un look desenfadado y relajado a la composición, muy en sintonía con el estilo sereno y boho de este dormitorio. 

Ilustraciones de Jardiland. 

15.

Una composición simétrica con dos canvas

Cabecero con hornacinas a modo de mesilla y dos cuadros apoyados_00526661 O

Enmarcar o no un cuadro es una cuestión de gustos y también del tipo de obra. Las láminas o dibujos es habitual enmarcarlas, pero hay obras como los canvas o lienzos decorativos sobre bastidor en las que se puede prescindir de marco, resaltando la pieza por sí sola, como se ha hecho aquí.