Hoy en día es rara la receta que no incluye queso Philadelphia entre sus ingredientes, ya sea como protagonista o como complemento de muchas recetas fáciles y rápidas que te sacan del apuro cuando no sabes qué hacer de comer. El también conocido como queso de untar o queso crema es un queso fresco de color blanco, sabor suave y algo ácido que aporta sin avasallar, de ahí que combine con prácticamente todos los alimentos.

Beneficios del queso Philadelphia: huesos y músculos fuertes 

El queso Philadelphia pertenece a los llamados quesos blandos, es decir, no requiere maduración y está pensado para ser consumido fresco. No tiene corteza y es denso, pero a la vez presenta una textura que se deshace fácilmente al degustarlo.

Sus propiedades y beneficios son muy variados. Este tipo de queso cuenta con un elevado aporte de grasas, aunque puede variar entre unas marcas y otras. Si lo consumes de forma moderada no hay de qué preocuparse. 

  • Proteínas. Aunque tiene menos que otros quesos, como por ejemplo el de cabra, aporta proteínas indispensables para el crecimiento del cabello y las uñas, así como el buen desarrollo de los músculos.
  • Vitaminas. Cuenta con muchas de ellas, como la vitamina A que puede contribuir a mejorar la visión, el funcionamiento del corazón y los pulmones. Además, tiene vitaminas D, B2, B3 y B12.
  • Minerales. Destaca la presencia de fósforo que facilita la digestión, limpia los riñones, y fortalece huesos y dientes. 

Cómo cocinar el queso Philadelphia: casi siempre fresco

Lawrence, el fabricante de productos lácteos de Nueva York que descubrió el queso de untar, lo hizo al aumentar el contenido de crema en la receta original utilizada hasta entonces en su fábrica. Es esta consistencia la que hace que el queso Philadelphia sea ideal para dar cuerpo, cremosidad y textura a pasteles de queso, bizcochos o tartas. Pero también es perfecto para dar un toque a la pasta, la quiche o distintos rellenos. 

Salvo en recetas de repostería que requieran horneado, por lo general no suele cocerse ni calentarse. Lo habitual es servirlo fresco dentro de todo tipo de alimentos como salmón ahumado, pimiento o berenjena. También está muy rico con hierbas frescas como cebollino, miel o mermelada. 

Cómo conservar el queso Philadelphia: siempre en nevera

Al pertenecer al grupo de quesos frescos, el queso Philadelphia es un producto que siempre debe estar en el frigorífico, así que procura no romper la cadena de frío cuando vayas a comprarlo. Su presentación más habitual es en tarrina; de hecho, lo ideal es que no lo saques de ella y lo vayas cogiendo de allí según lo necesites. 

Por otro lado, si alguna vez te has preguntado si se puede o no congelar el queso Philadelphia, te diremos que no es lo más recomendable, ya que al descongelarse pierden consistencia. 

¿Cuánto dura el queso Philadelphia en la nevera?

El queso Philadelphia cuenta con el hándicap de que una vez abierto deberás consumirlo en poco tiempo. Por lo general este plazo suele ser inferior a diez días, pero saldrás de dudas consultando la etiqueta del producto. En cualquier caso, si lo notas viscoso, arenoso o cristalizado es mejor que lo retires porque son señales de que se ha estropeado.

Recetas con queso Philadelphia

Seguro que en este momento se te ocurren un montón de recetas con queso Philadelphia, bien porque las hagas a menudo, porque hayas oído hablar de ellas o porque las hayas degustado en alguna ocasión. Los rollitos de salmón, una crema para dipear y una tarta riquísima son algunas de las propuestas que te traemos a continuación.

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