¡Organízate! Tareas de orden y limpieza que deberías hacer al principio y final del día

Y entre las que hacer nada más levantarnos -te vamos a enumerar siete esenciales-, al comenzar el día, está la de ventilar la casa. Así renovamos el aire. Basta con 5 minutos en invierno y en verano, si es pronto y aún no hace demasiado calor, deja abierto algo más de tiempo. Abre las ventanas nada más levantarte y ve preparando el desayuno mientras.

No salgas de casa sin hacer las camas. Y tampoco lo dejes para después si te quedas. Tras unos minutos de ventilación, una de las primeras tareas que hacer en la mañana es esta. Acostumbra a los pequeños de la casa a que "estiren" ellos sus sábanas y edredón. Así ya tendrás la sensación de orden en casa para todo el día.

Otra tarea de limpieza y orden de primera hora del día tiene que ver con el baño. Por un lado, a diario, antes de salir a trabajar (o ponerte a ello en casa, tras el momento aseo, asegúrate de que se queda recogido con las toallas en su sitio y el lavabo recogido. Si es el momento de limpiar, entonces también limpia el baño por la mañana, cuando estés descansada y animosa, para que no se haga cuesta arriba.

En general, antes de salir a llevar los niños al colegio a diario, o ir a trabajar, incluso en fin de semana, antes de cerrar la puerta de casa, deja recogidas las estancias. Lo que se haya podido descolocar con el uso a primera hora del día. Así, cuando regreses, más cansada, tu casa te recibirá con equilibrio y armonía.

Según tus rutinas y trabajo, tendrás organizadas las tareas de limpieza entre semana o el fin de semana, pero hazlas a primera hora. Te dará menos pereza afrontarlas. Tendrás el resto del día libre para otras actividades más apetecibles. Lo mejor es que las organices por zonas de la casa si quieres dividirlas en varios días.

Aunque deberás tener en cuenta tu tarifa eléctrica si quieres ahorrar en la luz, poner la lavadora a primera hora te permite tender la ropa al sol y que se airee y seque durante todo el día, con luz natural. Lo mismo sucede, por ejemplo, en cuanto a tareas de limpieza, con pasar el aspirador. Mejor a primera hora (siempre que no sea una hora intempestiva y molestes a los vecinos), porque a última también puede molestar el ruido.

Si lo haces a primera hora -cuanto toque zafarrancho de limpieza-, con la luz del día, verás bien lo que tienes que limpiar y cómo están quedando los cristales. Sin luz natural, podrás creer que estás limpiando sin un buen resultado. Imagina el disgusto al día siguiente cuando entren los rayos de sol.

Ahora vamos a ver esas cosas que hacer al terminar el día (otras siete tareas), cuando las fuerzas ya flaquean. Son gestos que te facilitan empezar al día siguiente y que hacen que tu casa no se vea desorganizada. Una muy sencilla es colocar los cojines del sofá antes de irte a la cama.

Al igual que colocar los cojines del sofá, una tarea que hacer a última hora del día es guardar las mantas bien dobladas en su sitio. Lleva la taza de la infusión que te has tomado para relajarte a la cocina. Al levantarte, la sensación de bienestar que percibes es mayor cuando el entorno está ordenado.

Nada de dejar la cena y los cacharros que has usado en la encimera, tampoco en el fregadero. Cada cosa a su sitio y el lavavajillas lleno. Dejar platos sucios a la vista genera olores, hace que se resequen las manchas (es más difícil recoger luego) y hará que al levantarte tengas que afrontar esta tarea, sumada a las de primera hora. Así que toca recoger y limpiar la cocina antes de dormir.

En este caso para los peques de la casa. Deben poner en orden su cuarto tras un día de uso, estudio y juegos. Es importante que se acostumbren a hacerlo antes de acostarse. Ellos deben preparar también su mochila para el día siguiente.

Si pones la mesa para el día siguiente el desayuno, ganarás algo de tiempo. Lo mismo sucede si tienes que llevarte la comida al trabajo o preparar un almuerzo a los niños. Déjalo todo hecho a última hora, antes de sentarte a descansar en el sofá.

Esto es fundamentalmente en el día a día si sales a trabajar o si tienes un evento. Prepara lo que te pondrás, piénsalo para ir más rápida al elegir la ropa el día siguiente. Así sabrás si tienes que planchar algo de última hora. Lo mismo sucede con la ropa de los niños. Deja todo listo, incluso preparado en una silla, para que se puedan vestir ellos solos al levantarse.

Antes de ir a la cama, tendrás que repasar el baño si acostumbráis a ducharos por la tarde-noche. De esta manera, al día siguiente, estará recogido. La ropa sucia al cesto de la colada, las toallas en su sitio (estiradas para que se sequen), nada de botes por medio o gotas de agua y restregones que hacen que el baño se sienta sucio y desordenado.