Hay elementos de las casas que son totalmente indispensables, tanto, que una casa no sería una casa sin ellos. Un ejemplo son las puertas, las estructuras móviles que se usan para bloquear o permitir el acceso a las viviendas o a sus estancias. Las puertas, básicamente, sirven para proporcionarnos seguridad y privacidad y nos ayudan a definir y separar los diferentes espacios de la casa.

Las puertas también son parte del diseño y la estética del hogar, de ahí que estén disponibles en diferentes modelos y materiales, para complementar el estilo arquitectónico de la casa y mejorar su atractivo visual. Pero, aunque sean tan importantes, las puertas no reciben toda la atención que se merecen, pocas veces nos acordamos de limpiarlas o revisarlas. Este olvido podría ocasionar desperfectos que, como no se atajen con tiempo, podrían terminar en problemas aún mayores. Para evitar que lleguen a más, te contamos cómo puedes arreglar tú misma pequeñas averías en las puertas de casa.

¿Por qué se estropean las puertas de casa?

Lo primero de todo, decir que es normal que las puertas de casa, con el tiempo, empiecen a sufrir pequeños desperfectos, de ahí que te aconsejemos que las revises y les des un buen mantenimiento, para detectarlos a tiempo. Para que te hagas una idea, estos son algunos de los factores principales que contribuyen el deterioro de las puertas:

  • Desgaste por uso diario: Las puertas están en constante movimiento, abriéndose y cerrándose múltiples veces al día. Este uso frecuente provoca un desgaste natural en las bisagras, los picaportes y las cerraduras, lo que puede llevar a que se aflojen, se oxiden o se rompan.
  • Condiciones climáticas: La exposición a diferentes condiciones climáticas puede afectar la integridad de las puertas. La humedad, por ejemplo, puede hacer que la madera se hinche y se deforme, mientras que la exposición prolongada al sol puede secarla y provocar grietas. Las puertas metálicas pueden oxidarse si no están debidamente protegidas.
  • Falta de mantenimiento: Como cualquier otro elemento de la casa, las puertas requieren un mantenimiento regular para mantenerse en buen estado. Esto incluye lubricar las bisagras, ajustar los tornillos sueltos y revisar el estado de las cerraduras. La falta de este mantenimiento puede acelerar el desgaste y causar problemas funcionales.
  • Accidentes y mal uso: Golpes fuertes, intentos de forzar la cerradura o un uso brusco pueden dañar las puertas de manera significativa. Las mascotas también pueden contribuir a este deterioro al rascar o morder las puertas.
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El Mueble

 

Trucos para arreglar pequeños desperfectos en las puertas

Con todo lo anterior, seguro que, a partir de ahora, empezarás a tratar tus puertas con más cariño y a revisarlas con más atención. Te animamos a que aprendas a detectar los pequeños desperfectos más comunes que pueden sufrir las puertas de casa y a darles solución tú misma (y no, no hace falta que seas una manitas o una experta del bricolaje). Toma nota:

1. Aprieta los tornillos si la puerta está desalineada

Con el uso, las puertas pueden desalinearse. Si notas que tu puerta roza el suelo o el marco, una solución sencilla es apretar o aflojar los tornillos de las bisagras. Utiliza un destornillador para ajustar los tornillos hasta que la puerta quede nivelada.

2. Usa lubricante en aerosol o aceite de cocina 

El ruido de las bisagras es bastante molesto, por eso, en cuanto escuches un pequeño chirrido, ve directa a lubricarlas. Puedes usar un lubricante en aerosol o incluso un poco de aceite de cocina si no tienes otra cosa a mano. Aplica el lubricante en las bisagras y abre y cierra la puerta varias veces para que se distribuya bien.

3. Lija las zonas hinchadas por humedad

Las puertas de madera pueden hincharse debido a la humedad. Si esto ocurre, lija ligeramente los bordes que rozan con el marco. Hazlo de manera gradual, probando la puerta a medida que la lijas, hasta que abra y cierre sin problemas.

4. Repara los desperfectos con cera de retoque o rotulador

Los arañazos son comunes, especialmente si tienes mascotas. Para repararlos, utiliza un rotulador o cera de retoque del color de la puerta. Rellena el arañazo y pule con un paño suave para que se integre con el resto de la superficie. Para arañazos más profundos, puedes usar una masilla para madera antes de aplicar el rotulador o la cera.

5. Remplaza los tornillos desgastados

Las manillas pueden aflojarse con el tiempo. Usa un destornillador para apretar los tornillos que sujetan la manilla al cuerpo de la puerta. Si los tornillos están desgastados, reemplázalos por otros nuevos.

6. Desmonta la cerradura para limpiar la suciedad acumulada

Si la cerradura se atasca, primero prueba con un lubricante específico para cerraduras. Introduce una pequeña cantidad en el mecanismo y gira la llave varias veces. Si el problema persiste, puede ser útil desmontar la cerradura para limpiarla de polvo y suciedad acumulada. Si ves que desmontarla es mucho jaleo para ti, llama a un cerrajero.