La época que les tocó vivir a nuestras abuelas dista mucho de la nuestra y las comodidades y lujos que tenemos hoy en día ni existían, incluso muchas de nuestras cosas ni se habían inventado en sus años. Por estos motivos, para poder sobrevivir, tenían que inventarse sus propios trucos con los recursos que disponían en ese momento. Por ejemplo, las altas temperaturas y las olas de calor también las tenían, pero con la diferencia de que debían sobrellevarlas sin aires acondicionados ni ventiladores.
Por eso, en cuanto mi abuela me contó lo que hacían siempre en su casa cuando era pequeña para refrescar la casa en los días más calurosos del verano, sabía que me iba a funcionar sí o sí, más que nada porque estamos hablando de las altas temperaturas de Andalucía, donde en muchas zonas llegamos, y pasamos, los 40 grados. Así que si quieres ahorrar en la factura de la luz de este mes usando menos el aire acondicionado, sigue leyendo para descubrir cómo puedes refrescar la casa sin depender de la tecnología y sin aparatos de aire.
El truco de abuela para refrescar la casa sin aire acondicionado
Si ya cualquier "día normal" de verano ponemos el aire acondicionado a tope para poder estar fresquitas dentro de casa, cuando estamos metidas en una ola de calor, como la que estamos ahora mismo surfeando que, por lo menos en Andalucía, a las 07:30 de la mañana ya los termómetros marcan 30 grados, lo tenemos encendido todo el día sin parar ni un segundo.
Mientras estás debajo del aire acondicionado disfrutando de su frescor no eres consciente del gasto energético que estás haciendo, pero cuando te llega la factura de la luz a final de mes, te echas a temblar.

Por muy fresquita que se esté bajo el aire acondicionado, la factura de la luz a final de mes no es tan agradable
El Mueble
Pues esto mismo me ha pasado a mí, así que acudí a mi abuela para contarle lo que me pasaba, estaba segura que ella tenía algún truco para refrescar la casa sin tener aire acondicionado. ¡Y vaya si lo tenía! Y no, si no varios. Aquí te los dejo todos para que los pongas en práctica:
- Abre las ventanas y las puertas de par en par a las 7 de la mañana. De esta forma, se creará una corriente de aire natural que llegará a todos los rincones de la casa refrescándola.
- Para mover más rápido esta corriente de aire, mi abuela también aconseja encender todos los ventiladores a la misma vez.
- Después, recomienda limpiar los suelos de todas las estancias ya que, al estar mojados con agua y tener en movimiento esa corriente de aire natural que hemos generado, el frescor será mayor y ayudará a bajar algo más la temperatura interior.
- Cuando los suelos estén secos, mi abuela sugiere cerrar ya las ventanas, porque justo coincidirá también con la mayor subida de temperaturas. Además, también aconseja bajar las persianas para que los rayos fuertes del sol no entren a la casa en sus horas más puntas de calor.
- Si tienes algún espacio exterior, como un porche, una terraza, un balcón o un patio, una buena idea es rociarlo de agua con ayuda de una manguera. Así refrescamos las paredes y ayudamos a que la temperatura interior se mantenga fresca.
- En los días que hace más viento, otra idea de mi abuela es colgar sábanas mojadas junto a las ventanas abiertas.
- También recomienda andar descalzo por la casa y darse una ducha con agua tibia antes de meterse en la cama.
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