Marie Kondo, experta en orden de 40 años: "Parece mentira que dejemos las moneda tiradas por casa, se les trata con menos respeto que a los billetes"

Aunque cada vez más olvidamos la cartera en casa y vamos con la tarjeta de crédito metida en nuestro móvil a todos lados, todavía quedan muchos nostálgicos, tanto personas como establecimientos, que no conciben la vida sin el pago con dinero en efectivo o que es el único que admiten para cantidades muy pequeñas. Las monedas se convierten aquí en nuestras mejores aliadas, pero llega un punto en el que terminamos perdiéndolas por cualquier bolsillo, por el bolso, por el interior de los cajones, por las esquinas de nuestra casa... y no le damos la más mínima importancia, llegando incluso a ignorarlas cuando son de unos pocos céntimos y se nos caen al suelo.

En una sociedad tan capitalista como en la que vivimos, es innegable que el dinero es una parte muy sustancial de nuestras vidas. Entonces, ¿Cómo es posible que les prestemos tan poca atención a las monedas? En su libro 'La magia del orden' Marie Kondo (@mariekondo) explica que, cuando ayuda a sus clientes a organizar sus casas, es muy frecuente que aparezcan monedas desperdigadas por los cajones a los que no les prestamos importancia. Además, nos invita a reflexionar sobre el por qué damos mucha menos importancia a las monedas que a los billetes, si también son dinero. ¡Descubre lo que nos cuenta!

Marie Kondo, sobre desperdigar las monedas

Marie Kondo es experta en orden y en su libro 'La magia del orden' habla sobre el trato que le damos a las monedas. Lo hace dentro de la categoría Komono, aclarando que son las monarcas de la misma y denunciando que no les prestamos la atención que merecen, relegándolas a un segundo plano frente a los billetes, aunque de que también son dinero. "A pesar de que las monedas son dinero bueno, se les trata con mucho menos respeto que a los billetes. Parece extraño que las dejen tiradas por toda la casa, donde no sirven para nada", explica la experta.

La gurú del orden cuenta que cuando sus clientes se encuentran con cambio suelto por sus prendas, bolsos o cajones, ella se asegura de que vayan a parar a la cartera o al monedero, y no que se pierdan por cualquier rincón desastre. Marie Kondo nos anima a guardar cada moneda que encontremos en la cartera y no ir dejándolas en un cajón porque, con ello, lo único que conseguiremos será ir moviéndolas de un lado a otro para seguir ignorando su existencia.

"La gente que ha vivido en la misma casa durante mucho tiempo es particularmente propensa a olvidar su pequeña provisión de monedas", explica la experta. "Francamente, las personas que yo conozco que ahorran monedas sin un propósito claro nunca las usan. Si ahorras monedas con la vaga idea de que sería bueno ver cuántas puedes acumular, entonces es hora de llevarlas al banco. Entre más esperes, más pesará tu montón y más engorroso te será llevarlo al banco", reflexiona.

Por otro lado nos cuenta que, también nota que cuando el rincón de las monedas ya se ha quedado lleno, solemos ir guardándolas en bolsas de plástico, que terminan acumulándose en el fondo del armario y que, para cuando las quieren coger "ya tiene un penetrante olor a óxido y moho, están decoloradas y hacen un tintineo sordo en vez de cascabelear que hace que prefiramos", explica. A esas alturas, nos cuenta, es probable que prefiramos ignorar esa bolsa con tal de no limpiarla, antes que rescatar esas monedas. "Escribir esta descripción es bastante difícil, pero ver estas monedas desposeídas de su dignidad de dinero es desgarrador", confiesa.

¿QUÉ RECOMIenDA LA EXPERTA?

"Yo te suplico que rescates estas monedas olvidadas para que no se echen a perder en tu casa adoptando el lema de «las monedas, al monedero»", recomienda Marie Kondo.

Tiene claro, además, que los hombres y las mujeres no tratamos del mismo modo las monedas porque, mientras ellos suelen guardarlas en los bolsillos o dejarlas a la vista encima de la mesilla, las mujeres tienden a guardarlas en una bolsa o una caja para, después, guardarlas en el cajón. De esta forma, explica, es como si el instinto masculino estuviese listo para acción en caso de peligro, mientras que el femenino está dando una respuesta de protección al hogar. "Esta idea hace que me detenga y me pregunte por el misterio de la vida y el ADN mientras dedico otro año a compartir la magia de la organización", concluye la experta.

Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en www.elmueble.com, suscríbete a nuestra newsletter.

Descubre cómo hacer que la energía fluya en tu casa con nuestro ebook gratuito de Feng Shui. Consejos de expertas, claves por estancias y un test final...¡No te lo pierdas!