RAZONES PARA AMARLOS

Estores: por qué elegirlos para vestir tus ventanas

¿Estor o no estor? Si no sales de este bucle, te echamos un cable para ayudarte a tomar la decisión más adecuada para ti y tus ventanas

Natàlia Bosch

Periodista especializada en decoración

Actualizado a 30 de enero de 2019, 10:49

Si tras echar un vistazo a la galería de imágenes tienes claro que sí, que los estores van más contigo que las cortinas, ¡perfecto! Entonces esto te interesa...

Tipos de estores

  • Paqueto: Suelen ser los más habituales, ya que su caída es muy natural. Las cuerdas del estor, al ir fijadas por tramos al tejido, hacen que el estor se repliegue por secciones, formándose las ondas características, que le dan movimiento y un efecto desenfadado que encaja a la perfección en decoraciones actuales pero también en propuestas más clásicas.
  • Plegables: A diferencia del estor paqueto, con este sistema entre la tela se colocan unas varillas horizontales que son las que recogen la tela cuando se sube el estor. Esto hace que su efecto sea más rígido y estático en comparación con el estor paqueto.
  • Enrollables: Su mecanismo no podría ser más simple: se centra en un tubo en torno al cual se enrolla la tela. Este sistema es el más habitual de los estores comúnmente denominado tipo screen. El screen es un tejido a base de poliéster y PVC que permite ver el exterior y filtra la luz, sin ser visto. En función de la trama del screen pueden ser más o menos translúcidos hasta llegar a ser totalmente opacos, indicados sobre todo para dormitorios.

A cada ventana, su estor

Es importante tener en cuenta el tipo de ventana para que no resulte incómodo abrir y cerrar. Para ventanas balconeras, practicables u oscilobatientes no son la opción más cómoda para el día a día, ya que al recogerse en la parte superior de la ventana, te dificultarán abrirla. Si aún así quieres apostar por ellos, una solución es instalar el estor al menos 30 centímetros por encima del marco de la ventana, así al recogerse lo hará sobre la pared y no sobre la parte superior de la ventana impidiendo su cómoda apertura. El único "pero", es que deberás contar con espacio extra suficiente.

Las ventanas que se llevan mejor con los estores, además de las correderas, son las irregulares y las que no llegan hasta el suelo. ¿Tienes la cama debajo de la ventana? Con un estor podrás vestir la ventana sin que sea un obstáculo para la cama.

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