Con estos 60 trucos muy "pro" tu salón parecerá más grande

La "caja" –paredes, suelos y muebles más voluminosos– debe ser lo más simple y neutra posible, aunque te parezca "aburrido", si tu salón es pequeño. La idea es hacer un básico al que puedas ponerle unos complementos que le den entidad, pero que la caja, que es la que acaba condicionando la sensación de amplitud, debería ser lo más básica posible.

La luz natural amplía el espacio. Estudia bien la posición de las ventanas del salón y del resto de la casa para intentar que la luz se cruce de una zona a otra. Además, distribuye para que nada sea un obstáculo a su paso y decora mirando al exterior, como ha hecho la decoradora Begoña Susaeta en este salón.

Siempre que puedas, evita colocar el sofá de espaldas a la entrada del salón, porque el espacio se vería visualmente más pequeño. Lo ideal es que, como en este salón, mire hacia la entrada: la sensación de espacio abierto hace crecer visualmente el espacio. 

Pasillos, recibidores, distribuidores... son unos robametros. Siempre que puedas prescinde de ellas: regalarás metros muy útiles al salón. Si no puedes eliminar esa zona de paso, dale un uso extra. Inspírate en esta idea de la decoradora Paz de Tord, que convirtió el pasillo de acceso al salón comedor en un rincón de biblioteca. 

La continuidad visual entre diferentes estancias hace que el espacio parezca más grande. En este sentido, elimina las puertas en pro de pasos abiertos o apuesta por diseños acristalados que dejen pasar la luz o correderas, como en este salón decorado por Marta Prats. Piensa que con una corredera ganas 1 m². 

Si tu salón tiene falso techo, elimínalo e intenta ir al forjado. Los techos altos dan más sensación de altura y el espacio parece multiplicarse por arte de magia. Es lo que hicieron los arquitectos de Mengíbar Blanco Estudio en este salón, dejando al descubierto esta preciosa volta catalana, que pintaron igual que las paredes para que no pesara visualmente. 

La uniformidad sin estridencias crea ambientes serenos y acogedores, todo fluirá correctamente, dentro del salón o del salón hacia otras estancias, y no sabrás donde empieza una y acaba otra. 

Sofás cama, banco con capacidad para guardar, puffs... Apuesta por muebles de doble uso, que reúnan en una sola pieza varias funciones, así liberarás espacio y ganarás en practicidad. Aquí, por ejemplo, la decoradora Pia Capdevila ha prescindido de la "típica" mesa de centro en pro de dos puffs que, además de asientos extra y reposapiés, con una bandeja se convierten en mesitas auxiliares. 

Lo hemos dicho muchas veces: los espejos son un gran aliado decorativo. Reflejan la luz y ayudan a multiplicar el espacio. Pero, ¿por qué limitarse a poner un espejo si puedes revestir toda una pared con ellos haciendo una composición? Es una solución muy decorativa y, a la vez, de tendencia, que hará que el salón crezca visualmente de inmediato. Un consejo: si los eliges con un acabado envejecido, como aquí, ganarás un punto de calidez. 

¿Quieres ampliar el espacio? Coloca el espejo en paredes que reflejen espacios abiertos: así ganarás sensación de amplitud. Y es que, al conectar visualmente espacios, parece que hay menos divisiones y el salón se verá más grande.

El blanco es el color que más refleja la luz –hasta un 96%–, por lo que si apuestas por él en el salón, no solo parecerá más luminoso sino más amplio. Para evitar que resulte frío, elige una tonalidad que no azulee, sino que tenga un toque de amarillo. 

Siempre que puedas, apuesta por un suelo claro, el salón parecerá más amplio. ¡Así de fácil! Si te gusta la madera, el haya o el roble blanqueado son una buena muy opción. Y si los eliges con un acabado barnizado, además, reflejarán la luz. 

No temas apostar por un sofá grande, aunque tu salón sea pequeño. Es mejor elegir una pieza grande –siempre de tonos claros– en vez de dos sofás más pequeño, que no serán tan cómodos y, además, llenarás más el espacio haciendo que parezca más pequeño. 

No lo dudes: si quieres aprovechar al máximo el espacio y lograr que parezca más amplio, pega las piezas más voluminosas –sofás, librería....– a las paredes y deja un espacio central despejado. 

Si tus sofás son de brazos estrechos o no tienen, y son de respaldo bajo, se verán más ligeros ganando espacio visual. Ten en cuenta que los sofás son las piezas que suelen ocupar más en el salón. 

No satures un salón pequeño de muebles, solo lograrás que parezca más pequeño. Un truco para saber si te has pasado de mobiliario es dividir mentalmente el salón en tres partes iguales. Ahora pregúntate: ¿si juntaras todos los muebles, cabrían en un solo tercio? Si la respuesta es no, tienes más piezas de las que necesitas.

Si quieres comunicar visualmente el salón con la cocina pero, a la vez, mantener intimidad sin perder luz ni sensación de espacio, apostar por un tabique acristalado, como se ha hecho en este salón, es una solución genial. 

Una alfombra o un tabique bajo, como este, ayuda a separar el comedor del salón sin con ello frenar el paso de la luz o que quede afectada la sensación de espacio.

La mejor manera de hacer "desaparecer" un armario es elegirlo con frentes lisos y sin tiradores y pintarlo a juego con las paredes, como ha hecho en este salón la decoradora Laura Masiques. A pesar de contar con una pared de armarios que van de punta a punta, pasan totalmente desapercibidos. 

Para disfrutar de un salón cómodo, es básico respetar las distancias. Así, si tienes muebles con cajones o puertas, deberás dejar unos 90 cm libres frente a ellos para poder abrirlos y poder pasar sin problemas. Tenlo en cuenta. 

Si tus ventanas son pequeñas y no puedes ampliarlas, un truco para que parezcan más grandes es elegir una barra más larga que la ventana. Otra opción es llevar las barra de las cortinas hasta el techo, con ello, además, ganarás altura visual y sensación de amplitud. 

La iluminación artificial ayuda a modificar la percepción del espacio. En este sentido, un truco para ganar amplitud es reforzar la iluminación de las esquinas, es decir, los extremos del salón. La luz delimita los espacios y si marcas los perímetros del salón y los iluminas, sin dejar ningún rincón en penumbra, tendrás sensación de espacio. 

En salones pequeños, evita mezclar muchos colores. De hecho, lo ideal es apostar por un color dominante para paredes y sofá, y usar uno o dos de contraste, por ejemplo, en los cojines del sofá. 

Las superficies metálicas, como esta mesa de centro, y los complementos de cristal captan la luz y la reflejan por el espacio. Y un espacio más luminoso siempre se verá más amplio de lo que en realidad es. 

¿La ventanas de tu salón no llegan hasta el suelo? ¡Genial! Puedes aprovechar el espacio debajo con un mueble bajo a modo de librería, como aquí; un banco para ganar plazas de asiento extra o un mueble con armarios. 

Te conectan con el exterior y esto da sensación de más espacio. Combinar unas altas y otras más bajas, da movimiento y este, profundidad. 

La arquitecta Mar Marcos los utiliza para guardar, decorar y llenar al mínimo los espacios como este, en el que ha derribado tabiques para ganar el máximo espacio para el salón comedor, comunicándolo con la cocina. 

Esta, diseñada por Laura Ehlis, se adapta a la zona de delante del sofá, donde es más baja, mientras que en la zona de lectura se erige como una amplia librería.

O rosa pastel. Son colores que pueden vestir las piezas más grandes y sin embargo, no agobiarán. Este proyecto es de Neus Casanova. 

Aquí, las rayas son las reinas. Combínalas con lisos, sino agobiarán demasiado. 

Si te gustan las líneas rectas déjalas para cojines y en otros detalles como láminas o cuadros.

Al menos, a la altura de los ojos. Aquí, solo hay cristal. Así se verá más airoso. 

Organiza bien los libros y utiliza cestos para guardar. Si son blancos, ocuparan menos.

Mejor un cuadro XL que varios pequeños.

Como esta de ratán, con sus agujeros dejan pasar la luz y parecen ocupar menos.

Incluso con árboles. Puedes crear dos ambientes separados por ellos. 

Y blancas. Son las que más te permiten guardar y menos llenan. 

Son los que debes dejar entre piezas para pasar bien. 

Son las correderas porque con ellas ganas 1,5 m2 y más si son empotradas. 

O tres vasitos. O tres cojines. Los detalles, que sean de tres en tres. Así decoran pero no llenan.

Si las paredes tienen color y estampados, las piezas grandes, mejor de tejidos lisos. El rosa palo también sirve para espacios pequeños porque no llena. De Ana Pardo, Rocío y Ana Riestra, de Santayana Dream. 

¡Claro que sí! Y no siempre de blanco. El gris funciona para ampliar. 

Dará profundidad al espacio y es una opción muy en tendencia. Eso sí, que sea solo una pared, si pintas toda la habitación de un color oscuro, la empequeñecerá.

Como el de este armario, que hace que la pieza pase completamente desapercibida. Si, además, tiene unos tiradores uñeros o mini, el efecto se verá acentuado.

Combinar el color blanco y la madera de roble, como se ha hecho aquí, es una opción infalible. Mientras que el blanco ofrece luminosidad, la madera trae la calidez. 

Las fotos en blanco y negro no ocupan visualmente y sin embargo, decoran y mucho. Ahora, asegúrate de añadir alguna nota de color a través de los textiles u otros adornos para que el salón no resulte plano.  

Como este, que está hecho a medida y oculta la tele, así como diversos espacios para guardar. Se trata de un proyecto de Pia Capdevilla.  

Los muebles de doble función son geniales. Guardas al tiempo que sirven de apoyo si los conviertes en mesas de centro.  

Con una ventana interior que une y separa la cocina del salón. Además se ha elegido una carpintería blanca, como las tapicerías. Es una idea de Iñaki Mujica.

Pero que sea pequeño y de colores claros. Éste es del siglo XIX. Piso rehabilitado por Núria Selva.

Pues mezcla. Algo que funciona en espacios pequeños es mezclar tipos de puertas: batientes, correderas, de madera, de cuarterones. Da movimiento.

No pongas más en un salón pequeño o se verá caótico.

Puedes darle intimidad con el respaldo del sofá. Sofás tapizados con tela de Güell-Lamadrid y el resto de mobiliario, de Sacum. De Marta Tobella. 

Que sean ligeras como esta diseño de Lowy&Kantor. Alfombra, en Gandía Blasco y taburete, en la Nave Home. Pavimento de madera de pino. De Myriam Sobrino. 

Pueden zonificar sin separar espacios. Y redondas se llevan. De Mireia Casadevall.

Que tengan patas, a poder ser, delgadas. Ocupan mucho menos. De Laura Masiques. 

Las juntas empequeñecen el espacio, así que el microcemento es una genial solución.

No tiene por qué ser con una lámpara grande, pero sí con una con estilo. De Paula Duarte.